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Yuna observó detenidamente el techo en el departamento, según Sasuke pronto dejarían Konoha para continuar su viaje por el mundo.
Por lo poco que sabía es que Sasuke hacía este viaje para redimir sus pecados del pasado, pero sino también para comprender al mundo Ninja.
¿Por que había aceptado viajar con un desconocido que tiene fama de criminal?
Ni siquiera ella tenía la respuesta.
Quería conocer el mundo, cosa que nunca había podido hacer para quedarse al lado de su hermano mayor, pero cuando Sasuke apareció ella lo vio como una oportunidad, quería conocer gente nueva, experimentar peligros, y el enamorarse ya había venido demás.
Yuna no es idiota, sabe que Sasuke Uchiha es un peligro, muchas personas buscan su poder, ademas que no es la persona con la que querrías conversar, pero ella puede hablar horas y horas, creo que ella vio más allá de su fachada emo, es amable a su modo y a ella le encanta descubrir nuevas cosas del Uchiha, tal como que le gusta el tomate.
La pelirosa suspiró cuando sus pensamientos cada vez más se volvían más profundos y pensó que en lo que Sasuke regresaba podría salir a turistear un poco o incluso buscar a Haruka.
Decidida se colocó un pequeño abrigo siendo que se acercaba el invierno y salió.
—¡Naruto! —Saludó Yuna con una sonrisa al rubio cuando lo divisó a la lejanía.
La pelirosa agradeció su suerte de encontrarse al Uzumaki. El susodicho volteo y le sonrió a la joven que lo saludaba desde la lejanía.
—¿Sabes dónde está Haruka? —Naruto entrecerró los ojos pensando en su respuesta casi como si estuviera pensando si debía decirle, la verdad es que el Uzumaki se ponía celoso de la relación tan estrecha que ahora tenía con su novia en tan poco tiempo.
—Salió con su antiguo equipo. —Explicó el rubio a la chica después de un momento.
—Ya veo...—Asintió la pelirosa.
—Puedo guiarte-ttebayo.—Dijo el rubio al mirar la expresión de la chica, de todas formas estaría con el cejotas.—Deben de estar en el campo de entrenamiento.
La pelirosa asintió y ambos conversaron ligeramente, sus dos personalidades extrovertidas se acoplaban perfectamente por lo que nunca había silencios al ser los dos tan efusivos.
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Después de haber saludado al equipo de Haruka, quienes consistían en una chica de dos chongos,un chico en mallas verdes y de cejas pobladas y por último un chico de cabello largo que Yuna podría jurar que debía aparecer en algún comercial de televisión por su gran largo cabello.
