Capítulo VII

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Wang Yibo despertó sobresaltado y con un dolor insoportable en el pecho: el recuerdo de cómo Xiao Zhan se apartó de él dolía, incluso en sueños y siendo lejano, todo se sentía real de nuevo.

Llevó sus manos a la cara y comprobó que de nuevo estaba llorando, como lloró en esa ocasión al perderlo.

"Perderlo, perderlo"

Wang Yibo trató de despejar la mente de ese momento. Xiao Zhan se escapó de él y no sabía la razón.

Él no era bueno en conquistar a personas, así que no sabía si algo de lo ocurrido en el pasado estaba mal para un cortejo, pensó que sería bueno pedir consejos.

Los hermanos de day day up siempre tenía algo entre sus mangas para él, y fue así que les contó todo de esta nueva oportunidad con Xiao Zhan.

Los consejos que recibió fue que no corra, que no presione y deje que las cosas se dé solas.

El recuerdo del beso en el cuarto de Xiao Zhan le hizo dar una incómoda mueca, de alguna manera no se controló y se posicionó encima de él.

—No, Yibo, eso no debes de hacer —escuchó decir a Óscar—. Sólo vas hacer que quiera irse de ti, aún no has invitado nada y ya estás indican situaciones íntimas.

Yibo escuchó que debería hacer invitaciones casuales y pasar el mayor tiempo juntos en conocerse. Tomó nota de lo que decía sus hermanos, ellos tuvieron experiencia en cita.

Así que Yibo se propuso a invitarlo a correr y esperó por él cuando salió para tomar el desayuno.

La siguiente jugada era invitarlo a comer. Yibo se dio cuenta de los ojos iluminados de Xiao Zhan cuando se lo propuso, así que pensó que ese tipo de invitaciones siempre serían bien recibidas.

Los camarones fueron su debilidad, comenzó por ellos. La gran sonrisa que le dio  Xiao Zhan al terminar el plato valió cada Yen gastado en complacerlo.

La sonrisa de Xiao Zhan era un insentivo a cada acción.

Yibo regresó con Xiao Zhan a las habitaciones del hotel, siguiendo cada paso que daba el mayor. Llegó a su puerta y vio que Xiao Zhan dudaba en dejarlo o no entrar.

—Buenas noches —dijo Yibo.

Antes de irse tomó sus manos e hizo una pequeña caricia con las yemas de los dedos a las manos del otro, algo sutil y nada comprometido.

Xiao Zhan rió y se quejó de que estaba haciendo cosquillas. Yibo insistió en hacer más.

No pasó mucho tiempo para liberar las manos de Xiao Zhan y despedirse otra vez. Sin embargo, antes de voltear fue jalado por la solapa del polo para un pequeño besó en los labios, incluso pensó que lo imaginó.

—Buenas noches —dijo Xiao Zhan.

Le dio una sonrisa iluminada y cerró la puerta de su cuarto.

Yibo pensó que realmente era un ángel quién lo besó.

***
Yibo al regresar al cuarto tuvo un problema, al igual que todas las noches. La convivencia con Xiao Zhan no sólo hizo que su corazón palpitará con frenésis sino que también lo hiciera su pene.

Xiao Zhan era hermoso, adorable, tierno y al mismo tiempo era sensual y ese hermoso lunar en los labios le ponía aún más caliente de lo que quiere admitir.

Con la mente en ese  lunar debajo de su labios y su boca, se imaginó que era él quien envolvía su pene con su lengua y no que eran sus manos las que estimulaban su erección y su corrida.

Yibo pensó en lo delicioso que seria la saliva de Xiao Zhan combinándose con su presemen y la pequeña lengua enroscada a su pene, moviéndose como si chupara un chupetín y lamiera de abajo hacia arriba, mirándolo desde abajo hacia arriba con los ojos húmedos y llorosos mientras escuchaba sus pequeños jadeos por mamar un pene grande y grueso en esa pequeña y delicada boca.

La imagen de Xiao Zhan con dificultad para hacer entra su pene a la boca y tratar de acaparar la mayor cantidad del longitud fue lo que terminó de ayudarlo por correrse y hacer que un gran chorro de semen manchará las sábanas.

Yibo sentía vergüenza por la persona que tendría que lavar esas sábanas.

El león y el conejo [Yizhan/ BJYX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora