FIREPROOF | ❝No estás enamorado de mi, estás enamorado de la idea de mi"
Brooke pensó que era la única adolescente sobreviviente en todo este caos, siendo una boca suelta y desconfiada, pensó que involucrar los sentimientos era para los débiles, has...
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— Solo soporten unos ¿3 km? Más por favor, yo también quiero esos Snickers — se encontraba hablándole la pelirroja a sus pies.
Caminaba arrastrando los pies hacia un minimarket que se encontraba en medio de la carretera, para conseguir los adorados Snickers, a fin de cuentas era lo único que se le venia a la mente con respecto a comida, no había comido nada en cuatro días, así que era eso o moría de... hambre, no había sobrevivido 4 años a psicópatas, caníbales y muertos come tripas como para que su vida se acabe simplemente por no haber comido.
Cuando llegó al lugar, sintió paz interior, como ella lo llamaba, pero celebro antes de tiempo, sin darse cuenta pateo una lata de cerveza que se encontraba por ahí sin ninguna razón aparente y provoco ruido, si como la primera vez.
— Mierda... — susurro —. Gracias eh —le hablo de nuevo a sus pies irónicamente.
La vida de Brooke era así, cada que quería algo siempre le salía lo contrario, cuando quería armar un plan las ideas se le esfumaban, cuando quería ayudar a alguien siempre lo empeoraba y cuando no quería hacer ruido SIEMPRE hacia el doble.
De inmediato saco su arma y comenzó a mirar a su alrededor para ver si algún errante se aproximaba, no salió nadie, eso fue lo que ella pensaba, pero como siempre se anticipo demasiado pronto, golpes en la puerta principal se escucharon y volteo asustada, vio que eran dos, no les presto mucha importancia y siguió con lo que hacía.
— ¿Esto contará como saqueo? — se preguntó a ella misma —. Bueno no creo que venga un alguacil versión caminante ¿o si? — seguía en su pequeña auto conversación.
Su conversación se vio interrumpida por golpes en la puerta de la entrada, y comenzó a retroceder sin quitar la mirada de estos que se encontraban luchando para lograr entrar, hizo caer muchas cosas de los estantes que estaban a sus costados, el vidrio de la puerta empezó a quebrarse, hasta que cedió y se rompió, dio un disparo logrando hacer caer a uno, eso obviamente no fue suficiente, no tenia tiempo y vio que había una especie de habitación a unos metros de ella, corrió hacia ella y se adentro cerrando la puerta mientras los errantes empujaban para entrar, miro hacia arriba para ver si había algún tipo de salida y vio una ventana un tanto pequeña, pero lo suficientemente grande como para que ella pasara, se subió a al lavadero sin despegar mucho la mirada de la puerta y la intento abrir pero estaba trabada, con el arma la comenzó a golpear y así poder romperla.
Disparos y clavadas en cabezas se escucharon por fuera de la puerta, paro por unos pequeños segundos lo que hacia y dirigió su mirada hacia la entrada del baño, decidió ignorarlo y siguió pasando sus piernas por la ventana para poder bajar; si alguien ya se estaba haciendo cargo del asunto la pelirroja se lo iba agradecer inmensamente, pero no era el momento, logro bajar de la ventana de un salto que desafortunadamente le ocasiono un leve dolor en el tobillo, golpeo la pared para no gritar del dolor que esto le ocasiono, respiro profundo y comenzó a caminar lo mas rápido que podía a pesar de lo ocurrido con su tobillo, igual ya se había acostumbrado, antes de huir del lugar miro hacia la puerta frontal por la que habían entrado los errantes y vio un grupo de tres personas asesinando a lo que supone que iba ser su trabajo, se sintió ligeramente culpable pero aprendió que si quieres sobrevivir en un mundo como este, algunas veces tienes que ser egoísta y salvarte primero, bueno eso fue lo que hizo.
Se encontraba lo suficientemente lejos de donde había ocurrido todo, llego kilómetros mas allá de la carretera principal, un sitio donde habían autos, algunos vacíos y otros pues, con muertos ya desecados, decidió revisar algunos de los vehículos haber si traían algo de comida o algo útil, después de tantos milagros hechos por alguna persona, supongo, habían 3 lindos no tan lindos autos con comida y agua, latas de frijoles, botellas de agua, bolsas de snacks y una lata de atún, ya vencida seguramente; puso todos los productos dentro de su mochila y siguió revisando mas vehículos, pero esta vez encontrar uno para descansar, los últimos días para la chica de ojos color océano, no habían sido buenos, en si desde que todo esto empezó nada había sido lo suficientemente bueno para nadie en general.
NO PASAR, MUERTOS AL ASECHO. -B
Brooke había dejado una pequeña posdata en la ventana de unos de los autos que estaban al frente de donde ella se encontraba, que solo lo puso para desviar a cualquiera que quisiera buscar comida o llevarse un auto, pues se llevo con la grata sorpresa que había mas comida en los demás vehículos, pero ya no cabían en su mochila, por lo que prefiero tenerlo de reserva y en parte había limpiado ella misma los autos "servibles" por precaución, como para que alguien mas viniera y se lo llevara fácil.
(...)
— Yo me voy, no se que hacemos aquí— le decía una voz femenina a su acompañante.
— Tu saliste — le contestaba este.
— Y tu me seguiste yo no te obligué a nada — soltó con euforia.
— Solo revisaré unos cuantos autos más, espera — pedía el chico.
Brooke logro captar esas voces, esas voces que habían interrumpido su sueño así que solo le quedaba quedarse a escuchar y eso fue lo que hizo.
— ¿Puedes revisar el auto de allá, por favor? — pidió la voz masculina y la chica que lo acompañaba bufo, pero hizo lo que le pidió.
Adivina adivinador, si, Brooke hizo ruido otra vez.
Maldijo interiormente, y se coloco bocabajo fingiendo ser un muerto para hacer algo que ni ella pensó que haría en medio de un apocalipsis.
Las dos personas que se encontraban allí por obvias razones escucharon el sonido causado por la pelirroja y fueron a ver que era sin imaginar lo que vendría después.
— Shhh... — caminaron lentamente con sus armas en mano.
