FIREPROOF | ❝No estás enamorado de mi, estás enamorado de la idea de mi"
Brooke pensó que era la única adolescente sobreviviente en todo este caos, siendo una boca suelta y desconfiada, pensó que involucrar los sentimientos era para los débiles, has...
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Si, lo menos pensado por una persona en medio del caos solo se le pudo ocurrir a una persona, Brooke Beckham, hacer bromas en medio de un apocalipsis donde literalmente todo se esta yendo a la mierda puede verse como algo un poco absurdo pero alguien debía alegrar el ambiente y aunque Brooke no era la persona más grata en hacerlo pues que quedaba.
Los dos chicos retrocedieron por el susto que se llevaron por parte de la pelirroja y su expresión no era la más buena que digamos, la chica entro en carcajadas sin aún bajar del auto.
— Debieron ver sus caras — hablaba intentando recuperar el aliento luego de reír tanto.
Se trataba de un chico con el cabello un tanto largo de color café claro, sus ojos eran celestes, casi como los de ella, pero solo que los de este eran más como un profundo color cielo, también traía un sombrero que se asemejaba al de un vaquero, la otra era una chica de la altura de la pelirroja, sus ojos eran de un verde azulado, cabello castaño y piel clara con mejillas ruborizadas.
El chico con sombrero tenia un semblante serio que se podría interpretar como enojado mientras que la otra chica se aguantaba por no estallar en carcajadas.
— ¿Quién eres? — pregunto con un tono enojado el chico.
— Una persona con la cuál deberías no meterte — respondió esta vez con el semblante completamente serio y sacando un arma para apuntar directamente a ambos.
— Baja el arma — intentó ser pacífico, y su expresión no era como si le tuviera miedo.
— No voy hacer eso — respondió con una pequeña sonrisa socarrona, la pelirroja podía ser un poco torpe a veces, pero no era tonta como para caer en eso, no otra vez.
— No nos va hacer nada, mírala, baja el arma — la chica le susurró a su acompañante, lo que ocasionó que este la mirará no muy convencido.
La pelirroja recargo el arma y dio un disparo al aire, dándoles a entender que había escuchado aquel susurro — Si, soy inofensiva ¿ves? Así que mejor hazle caso a tu novia y baja la maldita arma de una vez por todas — demando con un poco de ironía.
— Ella no es... — iba a decir algo pero se retractó. — Esta bien — bajo su arma intentando cambiar de tema.
— Ya nos vamos entendiendo — sonrió irónicamente y puso su arma devuelta en su cinturón — . ¿Quiénes son y que hacen aquí? — pregunto con un tono más calmado.
— Carl — se presentó y extendió su mano hacia Brooke, pero esta solo lo ignoró — Ella es... — iba a presentar a su acompañante, pero esta misma lo interrumpió.
— Enid — dijo con simpleza.
— Así que Carnid — habló haciendo referencia a la unión de sus nombres.
— ¿Qué? — preguntaron al unísono.
— El sheriff y la chica bonita — hablaba para ella sola. — Estas cometiendo un delito, ¿sabias? ¿Saquear autos? Eso... eso esta mal, no eres digno de tu placa — esta vez se refería al chico con sombrero.
— Seria mas un cowboy y no es delito porque esto no es propiedad de nadie — le respondió.
Bueno creo que Carl se metió en la boca del lobo sin querer, nunca pero NUNCA pelees con una Beckham, esta "pelea" no se acabaría sin que Brooke ganara.
— No, eres un sheriff, no tienes un caballo o tienes una granja, y segundo esto es propiedad mía, entiendo que hayas dejado la escuela a una temprana edad pero por lo menos deberías saber leer — lo reprendió de manera sarcástica.
— ¿De que hablas, que se supone que debería leer? — pregunto sin entender
— La posdata
— ¿Cuál posdata... — siguió confundido, hasta que Enid lo interrumpió.
— Esta — intervino esta despegando el papel que estaba en uno de los vidrios.
"NO PASAR, MUERTOS AL ASECHO. -B"lo releyó.
— ¿Qué significa la B? — pregunto
— Que tengo sueño y tu lo estas arruinando — esquivo la pregunta indirectamente, el mini-sheriff frunció el ceño
Brooke noto que la chica de pelo castaño se comenzó a dirigir hacia uno de los autos descolgándose la mochila de su espalda.
—¿Qué crees que haces? — la interrogó
— Aprovecho el tiempo mientras ustedes siguen con su estúpida pelea — soltó
— No es una estúpida pelea, y tu no te vas a llevar nada, como ya dije esto es de mi propiedad — le arrebató una lata de lentejas que estaba por meter a su mochila.
— Tienes lo suficiente para sobrevivir, no necesitas más — metió una botella de agua a su equipaje.
— ¿Es enserio? — dio un suspiro de frustración ante lo ocurrido — Ustedes tienen donde vivir, tienen agua, comida y protección, por lo que veo — por lo que pelirroja había visto era que estaban limpios y sin rasguños o algo, eso daba a entender que tenían algún refugio— . USTEDES no necesitan más, hay personas muriendo aquí afuera sin nada que comer o siendo la maldita comida — escupió con euforia.
Antes de que Carl o Enid pudieran decir algo al respecto, un sonido extraño surgió de otro lugar, la bocina de uno de los autos comenzó a sonar, eso solo significaba que tenían que salir de ahí, todo sonido fuerte o a veces mínimo era una atracción para un caminante y eso no era bueno para nadie.
— ¡Maldita sea! — maldijo el chico
— ¡Vámonos! — le gritó la castaña, tenían que salir de ahí lo más rápido posible, pero el sheriff en ese momento no supo porque volteó a ver a la pelirroja, esta se adentro al auto donde anteriormente se encontraba y comenzó a buscar su equipaje, pero antes de que bajara él noto algo en la chica.
— Carajo... — dijo la pelirroja, quien al momento de querer comenzar a caminar no podía ni siquiera pisar, la inflamación en su tobillo había aumentado y eso era un obstáculo en todo sentido.
Los errantes no tardaron en aparecer y el tiempo disminuía, Brooke empezó a buscar algo dentro de su sucia y malgastada mochila, pero al parecer no lo encontraba y eso la hizo entrar en desesperación; mientras tanto los otros dos chicos no sabían que hacer, ayudar o huir.
— Tenemos que irnos — demandó la castaña, la pelirroja no prestó atención pues esa llamada seguro era para el sheriff, ella seguía concentrada en la búsqueda infinita dentro de su mochila.
Lo encontró, por fin encontró lo que tanto buscaba, las bengalas, su pasada por la gasolinera de la muerte, no fue en vano, fue en busca de Snickers pero salió con algo más útil que una barra de chocolate, una pistola recargada con bengalas.
Dio un disparó de estos para usarlo como distracción para tener más ventaja si es que pensaba en correr con un pie torcido, eso serviría unos momentos pero tenía o tenían que salir de ahí.
— Váyanse, ¡Ahora! — les gritó
— No... No te podemos dejar, no así — contradijo Enid
— Yo me las puedo arreglar por mi puta cuenta, ¡Váyanse de una puta vez, antes de que me arrepienta! — ordenó, uno de los mayores defectos que podía tener Brooke era su orgullo y su desconfianza, eso a veces le podía salvar la vida pero otras le podía costar muy caro.
— Tu no me vas a decir lo que tengo que hacer.
Para ese momento los errantes estaban demasiado cerca.
