Solo dos y nada más. - pepe problemas

Capitulo 3.

Llegamos a nuestro destino (Italia), todo era demasiado diferente, las personas eran amables pero su asentó no lo entendía aun. Esto sera complicado.

Llegamos a una casa que tenia facha muy elegante para mi gusto, entramos y mi madre nos dijo.

-Muchachos escogan su habitación y luego bajen porque vamos a salir. Dijo con su tono de alzada.

-Yo no voy a ir contigo a ningún lado. Dije respondiendo a su mandato.

-A ver Pamela, tu no vas a hacer lo que tu quieras así que obedece.

-Ya Pam (así me decía mi hermano) haz lo que nos dijo y punto.

-Pero Ed (mi hermano se llamaba Eduardo pero yo le decía Ed) yo no quiero ir a conocer ni madres de esta cuidad, solo quiero desempacar y quedarme sola un rato.

Me subí corriendo al segundo piso, entre a la habitación de la izquierda y me encerré, me tire en el piso y comence a llorar, yo no quería venirme a Italia yo quería estar en México a lado de José. Odiaba con toda mi alma a mi madre.

Tocaron a mi puerta.

-Pamela vamonos. Dijo mi madre.

-Dejame en paz no quiero estar contigo, me cagaste mi vida , estaba empezando a ser tan buena y tu me obligaste a venir aquí. ¡Vete!

Incline mi cabeza hacia mis rodillas, escuche el sonido de los pasos de mi madre bajando las escaleras y fue hacia lo que se suponía era mi cama y me acosté en ella boca arriba y mis lágrimas seguían cayendo.

Agarre el estuche de mi guitarra para poder tocar, eso siempre me hacia sentir bien, cuando saque mi guitarra salió volando la fotografía de José y mía; deje de lado mi guitarra y me quede contemplando, si, me quede contemplando la felicidad que se podía transmitir; lo quería y me dolía estar lejos de el.