↳ CAPÍTULO CINCO ❁ La rivalidad surge.

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— ¿En serio planean invocar un demonio para matar a la profesora Jisoo? cuestionó Hyunjin luego de que sus amigos le hayan contado su maravilloso plan con aquel misterioso libro en sus manos.

Invocaremos al demonio Chen – aclaró Yeosang con el ceño fruncido, ya tenían escondidos gran parte de los materiales para comenzar el sencillo ritual, el dúo de mejores amigos tenían la certeza de que aquel ente maligno no les haría daño –. Este ritual se debe hacer a las cuatro de la mañana.

— Pueden contar conmigo – dijo la única chica del cuarto –. No creí que tengamos que llegar a esto para matar a una simple profesora.

— Directamente es imposible que nosotros lo hagamos, no sé cómo carajo hace para esquivar tan bien las balas – admitió el mayor de todos con frustración en su rostro, era exhaustivo intentar asesinar a esa mujer que se veía tan indefensa. Tomó el libro y nuevamente observó a los tres jóvenes restantes con seriedad –. Espero que no se acobarden, porque necesitamos sangre humana.

El rubio de labios gruesos pensaba en que si era correcto invocar a un demonio para lograr el objetivo de que Kim Jisoo fallezca de manera dolorosa o pacífica, él tenía sus contactos, podría ordenar una de las carísimas armas con balas de oro reservadas en el sótano secreto de la mansión. Dudaba si en realidad quería involucrarse en el homicidio de aquella mujer, anteriormente cometió bastantes pecados a lo largo de sus dieciséis años de vida, pero nunca pensó en asesinar a alguien a propósito. ¿Hubiese valido la pena hacer eso por unas calificaciones altas? Sus notas siempre fueron bajas, su progenitora había recurrido a hacer amenazas o sobornar con grandes billetes a los profesores para no tener que pasar vergüenza al tener un hijo muy idiota. Algo que le complicó la vida fue que el internado no aceptaba dinero, lo supo en el momento en el que un jueves por la madrugada fue enviado a la oficina de la directora a recibir su castigo —el cual consistía en pasar toda la mañana en el salón de detención llenando los renglones de varias páginas de una libreta con la misma frase—. No se esperaba que los estudios en este internado sean tan complicados, completar cada trabajo ocupaba mucho tiempo y era por eso que la mayoría de estudiantes del instituto tenían tan mal rendimiento, él no era la excepción. Asesinar a esa profesora no sonaba tan mal, ¿No?

— Eso será fácil. – soltó Ryujin observando fijamente a Kang, quien se asustó de inmediato.

— Todos aportaremos en el ritual, pero recuerden mantenerlo en secreto. – avisó Seonghwa con una de sus sonrisas malvadas, iba a continuar hablando, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta ser golpeada bruscamente.

— ¿Ahora qué mierda están haciendo, par de raros? – preguntó Wooyoung, uno de los compañeros de habitación de Park y Kang, con el ceño fruncido, adentrándose a la habitación en cuanto le removieron la traba a la puerta.

— No te importa, Jung. – respondió Hyunjin con una mirada de fastidio, no le interesaba si el contrario reaccionaba de forma violenta y de la nada lo comience a golpear.

Wooyoung lo miró de mala forma y suspiró pesadamente, con ganas de golpearlo en el rostro, pero según él, no es para nada violento. Se arrojó a su cómoda cama e ignoró los objetos que estaban en el suelo.

Creo que ya es hora de que se vayan, chicos – avisó Seonghwa al notar que ya eran las ocho de la noche, la hora en la que todos tenían la obligación de permanecer en sus respectivas habitaciones y no salir hasta nuevo aviso, de paso, quería evitar los conflictos entre su compañero de cuarto y Hyunjin—quien notoriamente no podía permanecer sin pelearse con alguien—, no quería llamar la atención de los profesores que inspeccionaban los dormitorios y que sus materiales para el ritual se vean expuestos –. Recuerden reunirse con nosotros a las cuatro.

Rivales ❁『HyunIn』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora