¿Dime que se siente ser traicionado?, Que el amor solamente es una sustancia quimica que afecta al cerebro, que tu histeria se acumule por el odio y el odio se convierta en rencor, que el monarca solo este hecho de polvo y al derrocarlo se convierta...
Todo iba normal durante el camino, de pronto el tren se paró, las luces del tren hicieron pequeños parpadeos como si una historia de terror fuera ocurrir, lo malo de todo esto es que estaba...solo...
«Que mierda, acaba de ocurrir»
Tengo el presentimiento de que esto ya lo viví.
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Una voz rebotaba en mi interior, algo me dice que actúe con normalidad. Me paro sin mirar a los lados y dirijo mi vista al aquel espejo que posaba en salida del tren, mis ojos estaban con ojeras, esos ojos de un sujeto que fue más allá de la misma muerte. De repente el radio comunicador del tren suena.
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Tras ese aviso, el tren comenzó a funcionar. Llegando a la estación y al abrir las puertas, diviso a dos hombres con vestimenta negra saliendo en la oscuridad.
«¿No es que el tren estaba vacío?»
Gacho la mirada, algo me decía que no mirara fijamente a ellos, trans el curso de esos segundos, los dos hombres de negro pasaron a centímetro de lado mío, sus auras asesinas sobrecargaban mi mentalidad.
«¿Qué es lo que está pasando aquí?»; «¿Por qué me siento tan pesado?»
Como si el mismísimo diablo se tratase, ¿espera, "diablo" ?, tras ese simple concepto, un delicado sentimiento tocaba mi cabeza, como si la mejor envoltura para regalo se tratase, ahora recuerdo.
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- ¡Alto!
- No se muevan.
Mi adrenalina subió tras decir aquellas palabras, el ambiente psicológico y lugar cambio aun cielo azulado a uno gris asió.
- ¿¡Qué quieres mocoso!?
No dejaba de tiritar.
«Que mierda hice»
Trague saliva.
- Ustedes... Ustedes ... ¿fueron?
- ¿Fuimos?
- (tartamudeando) ¿Ustedes dos fueron que dejaron en coma a Erika?
- ¿Cómo la conoces?
- Para mí al menos fue la que me crio.
- Erika, trabajaba en una asociación muy importante no creo que una puta como ella tenga tiempo de cuidar a un mocoso como tú.
Aquellas palabras, me hicieron hervir la sangre, mi histeria profanaba los más oscuro de mis venas, sentía la adrenalina correr sobre mi cuerpo. Entonces, solamente seguí a mis instintos, corrí al que estaba más indefenso. El problema es adivinar quien era.
(???) «Derecha»
Dirijo mi mirada al sujeto de la derecha, pues algo me decía que tendría más probabilidad acertar un golpe. Efectivamente así fue, el golpe le di en el estómago para arrodillarlo del dolor.
«Abajo, Esquiva»
Entonces giro mientras me agacho para esquivar el golpe del sujeto de izquierda, algo me estaba ayudando, sin pensarlo dos veces use mis piernas para derribarlo. Los dos sujetos estaban en suelo. Salte para dar el golpe final a los dos, de pronto, sin darme cuenta el sujeto de derecha atrapa mi pierna, lanzándome lejos de aquellos dos, choco entre las paredes hasta el punto de destrozarlas.
«¿Que mierda están hecho de plumavit o qué?»
Me rio a carcajada por tal estupidez.
- ¿Te parece gracioso que te lance lejos? Venga estúpido si quieres te lanzo de nuevo, ¿Quieres? Cuchito, cuchito
- Me dice estúpido un guaren vestido de negro.
Por tal perdida de segundos hice que se levantara el otro sujeto de negro.
«Mierda»
- ¿Guaren?, Que vas hacer ahora somos dos y tu uno.
- Vaya, no me di cuenta que eran dos, ¿acaso tu IQ es de 600?
- *Quejidos*
«Mierda, ahora si los enoje»
Inmediatamente los dos sujetos sacaron una daga y se lanzaron sin previo aviso hacia mí, el sujeto de derecha era más rápido que el de izquierda debido a que todavía estaba aturdido.
Rápidamente cruzo los brazos para parar el ataque de la daga y al detenerlo miraba detenidamente su filo.
«Ufff....Eso estuvo cerca»
Entonces rápidamente, agarro la muñeca para torcerla. Su daga fue clava en el piso.
- AH!!!!!!!!!!!! Mierda.
Su grito era tan aterrador el cual mi única opción para callarlo fue darle una patada en el estómago para noquearlo.
«Quítate perra» xd
Agarro la daga, y me dirijo rápidamente al que quedaba para arrodillarlo, pero primero, doy una vuelta para esquivar su daga.
«Mi pelo» :,c
Mientras daba la vuelta aproveche de cortarle un poco la mejilla.
«Esto es por mi pelo, perra xd»
El ardor del corte hizo que se tapara la mejilla soltando la daga.
- Regla número uno: Nunca suelte tu arma por tal dolorosa sea la herida.
Me dirijo rápidamente al sujeto mientras boletaba quejándose de su herida.
- Regla numero dos: No crees puntos ciegos.
Clavo la daga en la parte trasera de la rodilla el cual hizo rodillar al sujeto del dolor. Lo agarro fuertemente de su chaqueta y le pregunto.
- Dime, ¿Qué edificio trabaja tu jefe?
- *Quejándose del dolor* No te diré!
- Típico...
Rápidamente hago una manobra para agarra su daga del suelo, doy un giro a la daga y detenidamente la clavo en su otra pierna. Hizo un grito desgarrador.
- Ahora, dime.
- Vale, vale *Quejándose del dolor*
- Trabaja a 7 cuadras de aquí, para ser exacto en la tienda de mascotas.
- Pues ARIGATO...
Tras un poco rato de decir aquellas palabras, el tipo por el dolor y el sangrado se desmayó.
- Tampoco soy tan desquiciado.
Avanzo para ir a la tienda de mascotas, pero de repente al dar algunos pasos, mi cuerpo se sentía pesado hasta tal punto de perder la conciencia.
