El Final Del Cáncer

El Inició De Tu Partida.

Aquí estoy de nuevo, sentado en el banco donde siempre me siento a las 3 de la mañana con un cigarro entre medio de mis dedos, la luna esta completa así que esta en su mejor momento para poder mirarla y pensar en la paz que puedo tener si estuviera allí, fuera de un mundo donde me siento incompleto y sin fuerzas para poder continuar la vida que me tocó.

Quien diría que la muerte de una madre sería algo tan destructivo en la vida de un hijo, necesito que alguien me diga como calmar el dolor que siento al ya no tener a la mujer que me enseño a vivir sin importar lo que pudiera pasar, y ahora que no esta, las enseñanzas que me dio para aprender a vivir se han desaparecido y se han ido con ella, el corazón lo tengo más roto de lo que estaba, era la única persona que hacía que mi corazón tomará un suspiro de descanso cuando estaba en mis días malos, ¿y ahora a donde tengo que ir cuando el mundo se me venga encima?, porque no creo que este cigarro me sirva de mucha ayuda. No sé quien soy, no sé donde estoy y no sé a donde iré, realmente no lo sé. Yo solo quiero estar con la mujer que me dio la vida y tengo bastantes razones para irme de este mundo, pero algo me dice que tengo que hacer algo por tu muerte, ¿pero como carajos haré justicia si fue por enfermedad?, como puedo poner en condena una enfermedad por quitarme lo más que amo en esta vida, una enfermedad que también a hecho que muchas madres como la mía se hayan ido de nuestras vidas. ¿Será posible hacer algo por ti antes de tomar la decisión de irme contigo?

El sol ya está saliendo, ya es hora de regresar a casa y arreglarme para la escuela, mi primer día de escuela después de tu muerte madre. Una semana de descanso por tu muerte, eso a mi no me da para aceptarlo y continuar con mi vida cotidiana. Me levante del viejo banco y fui camino a casa.

Abriendo la puerta de mi casa, me encontré a mi padre sentado en el comedor con un periódico en sus manos y una taza de café recién hecho. Al verme pude notar que tenía sus ojos rojos, pues es más que obvio que él también está sufriendo por la muerte de mamá. Mis mañanas ya no son las mismas, era ella quien me levantaba con su voz de dormida y acariciando mi cabello para ir a la escuela. Siempre con un buen desayuno esperando por mí en la mesa, me gritaba con prisa porque siempre estaba tarde para irme. Me causaba molestias pero ahora es lo más que quiero en estos momentos. Al estar pensando en como era mi vida antes, mi papá me llama para ir a desayunar con él, al sentarme me di cuenta que sus ojos brillaban, brillaban por las lágrimas que estaba aguantando, no le dije nada ya que le molestaría llorar delante de mí. Al terminar, me levanto del asiento y le doy un fuerte abrazo, ¿pues quién dice que los hombres no lloran?

Me deseo los Buenos Días y me dijo que si tenía algún problema en la escuela que inmediatamente lo llamará.

Llegando a la escuela estaba un poco nervioso pero preparado para escuchar a mis compañeros que lo sienten por lo sucedido, no me molesta porque es lo típico cuando vuelves a clases después de alguna muerte familiar.

Al entrar todos me miraban como si fuese un alumno nuevo, algunos se acercaron para consolarme y darme un pequeño abrazo, sinceramente no me di cuenta que no me había bañado desde hace dos días, que buena manera para comenzar la escuela.

Al sonar la campana entré a clases y me encontré a mi grupo de amigos, este grupo no lo cambió por nada del mundo, cada uno me dio un fuerte abrazo y fueron los únicos en hablar de otros temas que no sea el mismo, por eso no los cambió por nada. Al comenzar la clase me senté en el mismo asiento de siempre, mientras la profesora explicaba, físicamente estaba en el salón pero mi mente no, pensamientos que no tenían sentido, simplemente pensamientos vacíos.