—Claro que si. Eres Matthew, casi lo olvido— sonreí
—Dae el es Matthew— lo señalo —es un conocido de mi infancia— sonrió forzadamente pero no lo notan.
—Matt, el es Daemon, mi maestro— sonríe no muy amistosamente.
—Mucho gusto Daemon Smith— Matthew estrecha la mano de un Daemon no convencido.
Luego de un incómodo silencio pregunto —¿Que haces aquí?—
—Pues veras vengo por ti Mor— dijo y de inmediato tenía a Daemon cubriendome sobreprotectoramente.
Eso es velocidad.
Matt luce divertido y busca algo en el interior del bolsillo trasero de su vaquero negro y se lo entrega a Dae. Este gruñe.
—¿Que pasa?— pregunto confundida.
—Debo llevarte segura a Dark Moon. Debe llegar hoy al amanecer si es posible.—
¿Que?
—¿Porque?— tanto Daemon como Matthew se sorprenden por mi frío y letal tono de voz, claro que no me dejaría intimidar, podria ser el cubo de hielo más difícil de derretir cuando quería serlo.
—Así se me solicitó— responde sin mas. La verdad no estoy muy segura, todo eso de la carta y el llegar antes del amanecer era una completa idiotez.
—En la carta que se me entrego de parte de Dark Moon decía claramente dentro de las 24 horas restantes. Si quieres puedo mostrarte la solicitud, espero que entiendas que para mi el echo de que vengas y digas "debo llevarte a la cede antes del amanecer" es un poco difícil de creer. —
—entiendo. Créeme que si, pero no voy a arriesgar ni mi empleo ni mi reputación —
—Y si crees que seré un desgraciado estúpido como maestro y la deje ir contigo— dijo cortantemente Dae—estas equivocado.
—Yo... — empezó Matthew pero yo lo corte.
—Esto no queda a discusión. Nos vamos — agarro a Dae por la manga de su chaqueta de cuero y nos dirijamos a donde la moto nos espera aparcada a un costado del parque. Para mi sorpresa Matthew nos sigue.
Insistente. Interesante
—Tu al no venir conmigo estas rompiendo una encomendacion y eso tiene sentencia y además tu maestro pagará tambien — amenaza, a lo que yo me río y finjo secar una lágrima con mi dedo índice.
—Yo no rompo leyes. Se me solicitó ir, no ser escoltada— me burle —no seguiré con este acto, ya nos vamos. Y si nos llegas a seguir no dudaré en creer que eres una amenaza. Estas advertido.— dije lo más frío y cortante que pude, pero con su cierto toque de burla.
—¿Estas amenazandome?— dijo en un susurro.
—No. Estoy hablando contigo— veo a Daemon subirse a la moto y lo sigo, paso mis manos por su cintura sobre la chaqueta y levemente escucho a Matthew gritarnos mientras salimos de la orilla del parque.
—¿estas bien?— pregunta Dae
—Si.— respondo, no quiero contarle nada porque se vuelve más real el echo que tu primer crush venga a ti después de cuatro años, estando como quiere y comportándose amenazante.
—¿Quieres hablar de ello?— pregunta con un tono de voz más suave, reconfortante.
—Sólo acelera— me agarro más fuerte mientras siento el viento primaveral furiosamente en mi cabello, azotando salvajemente las hebras negras. Aprovecho y cierro los ojos dejando atrás cualquier pensamiento. Rabia, temor, ansiedad, tristesa, desesperación, agobio y cansancio. Dejo todo afuera que el viento se lo lleve lejos de mi.
