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Después de salir del aula y que todos los miraran, fueron a la salida del colegio, pero sin irse todavía.

- ¿Querés venir a mi casa? Mi papá sale con sus amigos y mi mamá y mi hermana se quedan, pero no molestan.

- Dale. Esperá, ¿Tenés una hermana?

- Sí. - Se rió el azabache. - Vamos.

- ¿Desde cuándo? - Siguió el Maruchan después de un rato en silencio.

- Desde siempre, Stan. - Se rió. - ¿Entras o no? - Dijo cuando llegaron.

Los dos entraron y Stan sólo miraba a su alrededor. Nunca había estado ahí, y era muy distinta a lo que decían los rumores en la escuela.

Subieron al cuarto de Richie y estuvieron toda la tarde hablando y riéndose.

- Ya sé está haciendo de noche. ¿Vamos a comprar algo para comer? En la Parrilla de Doña Luisa venden unos sanguchitos de milanesa re sarpados.

(re sarpados los sanguchitos *inserte acento cordobés*)

- Dale.

Compraron unos sanguchitos de milanesa y una gaseosa y volvieron a la casa de Tozier.

- Esperá. No entres.

- ¿Por qué? - Le preguntó Uris.

- Vení. - Lo llevó por atrás de la casa, que estaba apartada de todo el pueblo, y se metieron por atrás de unos árboles hasta quedar en una especie de bosque con el pasto bastante crecido.

- No conocía este lugar. - Dijo Stan.

- Ya lo sé. Lo descubrí hace unos años. Sentate.

Se sentaron a comer y cuando se llenaron se acostaron en el pasto.

Ya era de noche, así que las estrellas se veían claras.

- Mirá, esas son constelaciones. - Dijo Richie señalando. - Esa es "La concha de tu tío" y esa de allá se llama "La peluca de tu gato". Esa otra es "El pan de tu vieja".

(Esta parte nos la imaginamos así literal, casi morimos por la risa JAJAJA)

- No sabía que sabías de estas cosas. - Dijo Stan, y Richie estalló en carcajadas. - ¿Qué pasa?

- Te estoy jodiendo. - Dijo recuperando el aire. - No existen esas constelaciones. Pero mirá, esas tres son las Tres Marías, que forman el Cinturón de Orion, ¿Las ves?

- Sí.

- Y esa es la Osa Menor. - Señaló, pero Stan ya no miraba al cielo, lo miraba a él. - ¿Qué? - Dijo Richie con una risa tímida.

- Mi estrella favorita sos vos.

- ¿Qué decís Stan? Yo no soy una estrella.

- No arruines el momento. - Se rió Stanley. Se acercó al azabache y le dió un beso.

- Stan. - Dijo el más bajo cuando se separaron.

- ¿Qué pasó?

- ¿Podemos hacer algo?

- ¿Algo como qué? - Preguntó Stan riéndose.

- No, de eso no. Me refiero a, cuando volvamos al colegio, el lunes, dejar de escondernos. Digo, si te parece. - Stanley asintió con una sonrisa.

- Me parece genial. - Le dió un beso en la frente.

- Stan... - Dijo Richie, tímido.

- ¿Qué pasó?

- Te... Te amo. - Stanley no podía creer lo que había escuchado.

- Yo también. - Le dió un beso y lo abrazó. De paso se comió el pedazo de sanguchito que había quedado.

Fin

(Podríamos haber seguido pero ya no había más ideas AJAJAJ)

You're My Star | StozierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora