(Pausada)𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 - 𝐈𝐧𝐟𝐚𝐦𝐞𝐬𝐫𝐩/𝐒𝐩𝐚𝐢𝐧𝐫𝐩

Jeff Walker

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Anonimx <3
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Jeff, un agente de la LSPD y Leyla, son compañeros de patrullaje desde que entraron a la vez al cuerpo. Pasaron las oposiciones con éxito, estudiaron lo suficiente como para nunca llegar a fallar.

Mejores amigos de la infancia, pasaron juntos la adolescencia hasta dia de hoy que aún perdura esa fuerte amistad.

—Me toca turno de tarde y a ti? -preguntó la pelinegra al moreno-

—Igual -contestó el sin apartar la mirada de su telefono- ¿Patrullamos juntos? -preguntó con entusiasmo lanzando el móvil contra el sofá haciendolo rebotar y caer al suelo causando la risa de la de ojos verdes-

Si algo caracterizaba a Jeff era que siempre, siempre fue realmente patoso. Te podría hacer reír en cualquier momento, sea cual sea.

El rió, eran tal para cual. Cualquier cosa que hacían, cualquier cosa que se cargaban.

El moreno se levantó de su asiento recogiendo el teléfono a su paso. No le había pasado nada, aún estaba vivo el pobre móvil.

—Vamonos "Ángel", quiero comer helado por la playa -se acercó a ella ofreciendole su mano para levantarla del sillón-

"Ángel" era como la llamaba el a ella. Un apodo que le puso Jeff a Leyla, años atrás, cuando aún eran niños y ella curó un rasguño que el se hizo jugando en el parque.

Leyla aceptó su mano en forma de ayuda.

No separaron sus manos, salieron del apartamento agarrados y bajaron hasta la calle aún con sus manos.

Caminaban por el paseo marítimo comiendo helado entre risas y chsites.

Se complementaban a la perfección, cualquiera que no los conociera pensaría que eran pareja. Aunque fuera el más oculto deseo de ellos dos, estar juntos para siempre.

En uno de los chistes, Leyla se hechó a reir y se manchó un poco la mejilla con el helado de chocolate.

—Yo seré un torpe pero tú no has cambiado, aún te manchas como una niña pequeña -se rió de ella con nostalgia-

Jeff se acercó a ella con intenciones de limpiar la mejilla de su mejor amiga.
Por un segundo se quedó mirando a sus intensos ojos y terminó fijando su mirada en los carnosos labios de ella.

La tentación era enorme, se deseaban y no lo podían negar.

Leyla no soportó la tensión, movió su mano hasta la nuca de su contrario atrayendolo más hacia ella. El estampó sus labios con los de ella, unificandose en un beso tierno que poco a poco subía de tono. Demostraban su amor el uno al otro, de la manera que llevaban tanto tiempo deseando.