𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟻

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Sé quien quieres ser

Ninguno había dormido lo suficiente esa noche, Harumin se había quedado dormida en el sillón y Mei había cogido un par de horas en la familiaridad de los brazos de Yuzu. Todos se habían quedado en el salón, la llamada de David les había puesto nerviosos y no querían abandonar la seguridad de su pequeño grupo. Pasadas las cinco de la mañana, Harumin decidió prepararles a todos un café para aliviar la pérdida de sueño y el cansancio de los ojos. Mei se separó de Yuzu por primera vez desde la llamada de David para ayudar a su amiga a preparar el café.

"¿Qué significó realmente esa llamada telefónica?" Yuzu se apresura a preguntarle a August en cuanto ambas mujeres se alejan del alcance de sus oídos. Llevaba ocho horas esperando para hacerle esa pregunta, había intentado susurrarle durante la noche, cuando ambas mujeres dormían a la vez, pero él no la había oído y al levantar un poco la voz había despertado a Mei y desistido. Temía que la respuesta no fuera buena así que no quiso preguntarle delante de Mei y Harumin.

"No lo sé, Yuzu. Podría significar una multitud de cosas". Responde en voz baja mientras se frota los ojos cansados. "Podría significar que algo se filtró y que Gold está tras ellas y su investigación o podría saber que las chicas se han vuelto contra él". Hace un gesto hacia la zona general de la cocina mientras habla de las mujeres. "Quizá signifique que le han descubierto. No lo sé. Todo lo que podemos hacer es esperar hasta que uno de los agentes nos llame para que podamos obtener algunas respuestas."

"Estoy harta de esperar. Estoy harta de no saber qué va a pasar". Se pasa las manos por el cabello con frustración. "Sólo quiero ver a ese bastardo y a todos los que están confabulados con él encerrados. Y yo... sólo quiero empezar mi vida". No pasó desapercibido en August que la rubia miró a la puerta de la cocina, la que estaba detrás de Mei, cuando habló de su futuro.

"Aunque obtengamos algunas respuestas hoy, sabes que esto está lejos de terminar, ¿verdad, Yuzu?". No quería que ella creyera que aunque atraparan a Gold ese era el final, sabía lo que podía durar el proceso judicial.

"Lo sé. Sólo necesito saber qué pasa. Lo más difícil es no saber". Se deja caer en el sofá, agotada por la mezcla tóxica de la falta de sueño y la excesiva preocupación.

"Estoy seguro de que lo sabremos pronto y, por mucho que esto sea una mierda para ti, tienes que recordar que es aún peor para Mei y Harumin. Así que pon una cara valiente y sé fuerte por ellas".

"Quiero que esto termine por su bien más que por el mío. Yo-

August se levanta de su asiento cuando el teléfono empieza a sonar desde el mueble lateral en el que está mientras se recarga en el enchufe de al lado. "No reconozco el número". Le informa a Yuzu antes de aceptar la llamada. "¿Hola?", sigue preguntando tímidamente.

"Hola, soy Fred". Había mucho ruido de fondo, gritos y sirenas que casi lo ahogaban.

Yuzu miró ansiosamente a August, deseando desesperadamente saber quién le llamaba. Puso el teléfono en altavoz y ella obtuvo su respuesta en el momento en que August abrió la boca. "¿Fred? ¿Eres tú? ¿Dónde está David? ¿Qué está pasando?"

"Ya voy, te lo explicaré todo cuando llegue". Fue la cortante respuesta de Fred mientras colgaba.

"Eso no suena bien". Dice Yuzu.

"No, no fue así". August está de acuerdo.

"Hora del café". Declara Harumin mientras entra en la habitación, Mei detrás de ella. "¿Qué pasa?" pregunta Harumin al ver la expresión de sus rostros.

Yuzu ofrece a Mei una débil sonrisa mientras se sienta a su lado y le pasa una taza de café. "Fred acaba de llamar, está en camino".

"Eso es algo bueno, ¿no? Por fin tendremos noticias sobre lo que está pasando". La pelinegra mira entre Yuzu y August en busca de la confirmación de sus esperanzas.

[CITRUS] - La experiencia de la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora