En Luxemburgo nadie hace ruido, nadie grita, todo el mundo es amable y bueno.
Por ese mismo motivo el señor y la señora Boz dejan a su pequeña hija de tan solo 16 añitos salir, si si salir, de noche, sin hora de vuelta.
Caroline Boz ya tenía 16 añitos, y estaba deseosa de explorar el mundo con otra perspectiva, y con otra perspectiva me refiero claramente, a la perspectiva nocturna.
Era lista aunque su media era de 5 en todas las asignaturas, bueno en todas menos en una, en la que quería destacar, en biología.
Caroline era rubia, con unos grandes ojos verdes ,con pintitas amarillas. Era alta y guapa. Ella no era ni popular ni una friki, era algo inclasificable, pero como buena persona inclasificable la gustaba sentirse viva, y tan viva que se iba con la gente... como llamarlo... ¿Quizá como los llamaban los profesores? Gente conflictiva.
Y aunque así era la vida de Caroline ella era un hija estupenda, ni un ruido hacía nunca, por ello mismo, la dejaron explorar la vida nocturna, y maldita la hora en la que la dejaron explorar.
Estos padres nunca aprenderan, que cuando se deja suelto a un corderito, a ese corderito solo le pueden pasar dos cosas:
1. Se lo comen los lobos.
2 Se vuelve el más sanginario de los lobos.
Así que la jóven empezó a hacer sus preparativos, salió del instituto, a toda prisa, cogio su scuter y se fué a casa de su amiga Georgiana. Allí comió y se fueron corriendo a arreglarse.
Caroline se rizó su larga melena rubia, se puso un vestido largo y dorado con brillantitos por todo el vestido, estaba realmente preciosa.
Georgiana por su lado se hizo dos trenzas, y se puso un vestido azul cielo a juego con sus ojos, una vez vestida se puso a maquillar a su amiga.
Ambas estaban embidiables cuando derrepente sonó el timbre era el mejor amigo de Caroline.
Ian era un chico tímido aunque no por ello feo, era de los chicos más guapos que Caroline había visto en su vida, aunque eso daba igual Ian estaba coladito por su hermano Steven. Tenía 0 posibilidades.
Ian las iba a buscar porque era el que mejor coche tenía, era un Volvo todoterreno rojo. Las chicas cuando veían el coche se enamoraba, aunque Caroline nunca supo muy bien si se enamoraban del coche o de Ian.
En cualquiera de los casos Ian, gracias a Steven las iba a llevar a la discoteca, que había justo en el centro de la ciudad. Era la discoteca de moda.
Ian las llevó hasta la discoteca a las 12 de la noche, y ahí fue la ultima vez que vió a Caroline, no antes sin hacerla prometer que le dejaría la casa sola al menos hasta las 7, para que pudieran estar él y el hermano de Caroline solos.
Las chicas se bajaron del todoterreno, con todas las miradas puestas en ellas. Todas las chicas las miraban con asco, y todos los chicos querían ligar con ellas para poder montar en ese precioso Volvo.
Las chicas entraron a la discoteca, y entonces Caroline supo lo que era una verdadera noche luxemburguesa.
Estaba todo lleno de bailarinas en plataformas semi-desnudas, chicos en otras plataformas en las mismas condiciones que estas últimas. Y aunque estaban practicamente desnudos lo que Caroline no podia dejar de pensar era, como podían aguantar toda la noche sonriendo y bailando. Muy pronto para desgracia de Caroline lo descubiría.
Georgiana despareció y apareció a los 10 minutos con dos copa, una en cada mano y un chico besuqueandola el cuello.
Caroline no sabía que llevaba la copa, pero rapidamente se empezó a marear, la cabeza la daba vueltas, y se empezaba a sentir eufórica, gritaba, bailaba, saltaba, incluso se subió a una de esas plataformas donde estaban las gogos, incluso besó a una de las gogos, estaba descontrolada y eso Gerogiana lo sabía.
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Intoxicada
FanfictieTrata sobre una chica llamada Caroline, no era una alumna 10 pero era decente, era normal, hasta que sus padres la dejaron salir de fiesta. Abrí los ojos, estaba en una sala, una sala blanca y almohadillada. No se oía nada, no había nadie. Derrepen...