Prologue

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El dolor.

El duelo de aquellos que con los ojos empapados le preguntan a Dios "¿Por que?" para tener la misma respuesta de siempre.

Significa tatuarse en la piel que todo es prestado en este mundo, incluso las personas.

Nos llena de dudas.

Hace cuestionarnos de nuestra propia suerte y por que tenemos que ser nosotros, los desdichados que viven aquello que tanto nos duele.

Es el agobio profundo de aquellas desgracias que hace sentirnos desafortunados.

Es aquel golpe de realidad que nos hace desear  querer arrancar nuestra piel y sustituirla por una nueva.

Es tratar de convencer a nuestra mente, que nuestro sufrimiento es ficticio.

Es la desesperada esperanza para poder seguir sosteniéndonos.

Sufrir es preguntarnos, si todo aquello que nos duele, es un sueño.

Hace sentirnos solos y aislados.

Todos hemos experimentado dolor; por un corazón roto, la perdida de alguien o un sueño perdido.

Es aquella parte que se rompió dentro de nosotros. Nos hace desear dejar de existir por un minuto. Dejar de respirar por un segundo, para lograr descansar y desechar aquellas memorias, que a veces resultan tortuosas.

El dolor puede ser asfixiante.

Es agonizante.

Es sentir como tú corazón se marchita cada vez que viene para romperte, una y otra vez, en mil pedacitos. 

Es ahogarte al no encontrar consuelo para sanarlo.

Es el deseo que te impulsa a querer arrancarte el corazón para matarlo.

El dolor es sentirse perdido y ahogado en aquel espacio, vacío e infinito.

El dolor es la agonía de aquel hombre que no puede morir.

El dolor puede ser la desgracia de todos nosotros. Pero hay algo que nadie jamás te dice, que incluso el dolor tiene un final.

Louders than bomb // Yoontae-TaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora