Narrador.....
Después de un pequeño debate mental en la cabeza de T/N optó por una inesperada desición para todo el que la conociera.
— Bien. — Respondió finalmente la chica, Jean sonrió en grande, mordiendo el ligeramente su labio inferior. — Dame unos minutos, ¿Quieres... Entrar? — Preguntó la chica, tratando de sonar amable y cordial con el chico.
La pregunta realmente sorprendió a Jean. Pero no perdería ninguna oportunidad de acercamiento.
— Claro. — Respondió él.
Pov's T/N....
Estoy superando mis propios límites, de pasar a aceptar ir a una fiesta a meter a un chico en mi casa cuando mi madre no está.
— Bueno yo... iré a cambiarme de ropa, tu casa tu.... Digo estás en tu casa. — Corregí.
El rió un poco, tal vez de mi tontería.
— Gracias linda. — Dijo.
Que extraño. Fácilmente puedo dar asambleas frente a cientos de personas, como hija de la directora eso se vuelve cotidiano, por alguna u otra razón.
No suelo enredarme con mis propias palabras. Supongo que es el hecho de estar a punto de superar mis límites.
Subí las escaleras con el rostro levemente sonrojado.
Una vez en mi cuarto, comenzó una gran duda, ¿Qué carajos voy a ponerme? Nunca he ido a una fiesta, bueno supongo que las de primaria no cuentan, ¿Cómo rayos se viste la gente cuando va a una fiesta juvenil?
¿A quién rayos le puedo pedir ayuda?
Un foco imaginario se encendió en mi mente
¡Vanessa!
Pov's Jean...
El departamento de T/N y su madre, no era muy distinto al de Libardo, este estaba más ordenado y desprendía un aura diferente, pasee por el departamento, habían fotos en las paredes, en ninguna aparecía algún hombre que diera inicios del padre de T/N. Algo aburrido, subí las escaleras, encontré la puerta de T/N entre abierta, curioso asomé mi cuerpo dentro y realmente su atuendo me dejó sin palabras, ella se veía frente al espejo, como buscando algo que le gustará en la ropa ajustada que tenía puesta.
Vaya, que buen cuerpo.
Pov's T/N....
Veía mi figura en el espejo, tenía puesto algo completamente nuevo para mí.
Aquí es cuando me arrepiento de acudir a Vanessa, después de que casi me rompe el tímpano con un grito "¡¿Jean Carlo León está en tu casa?!", me hizo ponerme la ropa más ajustada de mi armario, me gustaba un poco como me veía, pero no era yo.
— Woow te ves hermosa. — Escuché la voz de Jean detrás de mí.
Inmediatamente giré, encontrándome con su mirada recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza, con una gran sonrisa y las cejas arriba.
— Gracias. — Dije bajando la mirada.
— Por nada linda, ¿Vamos? — Sugirió extendiendo su mano frente a mí.
Yo tomé una respiración profunda y después tomé su mano, el entrelazó nuestros dedos, lo que puso mi ritmo cardíaco mucho más acelerado.
Cerré la puerta de mi casa, no sin antes tomar mi teléfono en una pequeña cartera.
— Realmente te ves muy hermosa, no creí que fuera tu estilo. — Dijo Jean mirándome, mientras esperábamos el ascensor, nuestras manos seguían unidas.
Yo sonreí de lado.
— Gracias. — Agradecí con una ligera sonrisa.
Pero mi sonrisa desapareció gradualmente al recordar que antes de tan siquiera esa mañana, Jean ni siquiera me dirigía la palabra. — Jean... — llamé.
— Dime. — Respondió.
Separé lentamente mi mano de la suya.
— ¿Por qué.... De un momento a otro, hablas conmigo y me invitas a una fiesta? ¿Es alguna especie de
broma? — Dije, mi mente dejo la pequeña nube en la que había estado y se aferró a una realidad.El pareció confundido.
— T/N nada de esto tiene que ver con una broma y si te hablo tan repentinamente es porque quiero conocerte más y...
mejor. — Dijo encogiéndose levemente de hombros, con una media sonrisa.Miré sus ojos, no había rastro de mentira en ellos....
Suspiré.
— Claro.... Lo siento. — Me disculpé.
El elevador finalmente llegó y ambos subimos.
— Tranquila. — Respondió.
Tomó nuevamente mi mano, y en menos de lo esperado el ascensor ya había llegado a su destino, mis nervios aumentaron considerablemente.
La música se distinguía incluso desde que subíamos el ascensor, tomé una respiración muy profunda, como tratando buscar valor en ella.
La mano de Jean me guío hasta la puerta la cuál estaba abierta, una vez dentro sentí un mareo.
El panorama tenía luces de colores por toda la casa, el olor de alcohol resaltaba claramente, al igual que el olor a cigarro, los adolescentes se movían de un lado a otro, bailando, compartiendo saliva o inclusive otras cosas privadas.... Evité mi mirada ahí y me dejé guiar por Jean.
¿En dónde me he metido?
Me regañé mentalmente.
Jean me llevó a una especie de terraza, donde pude distinguir a Libardo con un vaso rojo, al igual que Orzon.
Naim estaba recargado en el barandal con un cigarrillo en su mano y Ralf comiéndose a besos a una chica de cabello platinado.
— Perros. — Llamó Jean.
Los chicos se giraron en dirección a nosotros, y al mirarme sus reacciones fueron de sorpresa, incluso Ralf dejó de besar a la platinada centrando su atención en mí, sus miradas eran muy intensas, sonrieron y miraron a Jean.
Con incomodidad también sonreí.
La reacción de Jean ante las miradas de sus amigos, fue subir su mano hasta mi cintura.
Me ericé al tacto.
....
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>> 𝑳𝒂 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒂 𝑩𝒖𝒆𝒏𝒂 << 𝑱𝒆𝒂𝒏 𝑪𝒂𝒓𝒍𝒐 𝑳𝒆𝒐́𝒏 𝒚 𝒕𝒖
Roman d'amourT/N es conocida cómo la chica inteligente, bonita, y era la chica buena del instituto. Jean es conocido cómo el chico atlético, rebelde y todo menos el chico bueno del instituto. ¿Cómo personas tan diferentes podrían congeniar tan bien? • Un poco d...