Capitulo 2

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-01 de Septiembre 2011

"Primer día, es hora de levantarse, Ashley"

"Mama, me llamo Ash. No Ashley, Ash. ¿Es tan difícil? Además, tu más que nadie sabes que detesto la escuela. No. No voy" le contesto la castaña dando vueltas en su cama.
Ella detestaba la escuela, demasiadas personas, demasiados maestros, demasiada gente queriendo ser mejor que otra pero sabiendo que no lo lograrían.

¿Qué si tenía amigos? Si, Ella -su mejor amiga- y Noah, su mejor amigo hombre. No le gustaba tener millones de gente a su alrededor, no le gustaba llamar la atención. Porque no tenía porque llamarla, era simplemente una chica más, con un cabello castaño simple y ojos azules.

"Ashley Clara Riddle, ¿te levantas o te levanto?"

"Levántame" contesto poniendo su cabeza abajo de la almohada "¡No me sacarás de aquí viva!"

Se escucharon unos pasos en el corredor de la habitación.

"Arriba, arriba" Era Noah "Ash, se que no te gusta la escuela -o la gente- pero tienes que ir, estamos a punto de ser Universitarios. Eh, eh" dijo picando el brazo de esta "Además podría estar Ethan" Oh no.

Ethan, la peor persona conocida por Ash. ¿Razón? Cuándo tenía simplemente 10 añitos le atraía, pero una no simple atracción. Ella estaba enamorada de él. Y diré ¿cómo no? Cabello negro, ojos azules para variar y alto, sólo un poco más que ella.

Desde los 10 hasta los 14. Si, muchos años. ¿Él? Sólo se burlaba de ella por querer ser la mejor bailarina. Por esforzarse cada vez más. Por llegar cada día cansada pero no quejarse, por caminar en vez de correr en clase de Deportes.

Ash sabía lo que sentía por Ethan, Ethan no sabía lo que ella sentía por él. Y entonces llego el día a sus 15 años que decidió dejarlo. Decidió no pelear por un amor que no sucederá. Porque ese es el caso, se enamoró de todas las maneras posibles para ver si cambiaba su manera de ser. Y no fue así. A veces es mejor no enamorarse. Y Ashley era experta en enamorarse de la gente equivocada.

Ash sacó su cabeza de debajo de su almohada.

"No menciones a ese inútil" contestó enfurecida.

"Hace unos cuantos años no pensabas eso, nena"

"Háblale a Ella. Necesito ayuda para ir a la ducha"

"Bien" se levantó de la cama y salió de la habitación.

No quería volver a la institución llamada Yale, no quería ver de nuevo a esa patética gente. No quería tener que enfrentarse a la realidad a la que estaba destinada. Porque, es cierto.

El estar inmovilizada de las piernas la hacia sentir sin razón, no podía correr, no podía caminar, ni saltar. No podía ayudarle a su madre con los quehaceres de la casa, no podía darse una ducha o ir al baño tranquila.

"Aquí estoy" dijo la maravillosa Ella entrando en el cuarto de su mejor amiga, su hermana, su confidente. La única persona -aparte de Noah- que jamás decidió dejarla sola. Pero con ella era diferente, se conocían desde niñas. Y eso las hacia unidas por un lazo más grande que sólo amistad.

"Ayúdame a levantarme ¿quieres?"

"Sí muñeca" pasó el brazo de Ash por sus hombros y la ayudo a sentarse en su silla de ruedas. Después la condujo hasta el cuarto de baño y la ayudo a abrir la regadera y le dijo que se quedaría afuera para después salir.

Para Ashley era cada vez más complicado el tener el pensamiento de que Ella y Noah la ayudaban demasiado y no poder devolverles el favor. No sentirse bien, no sentirse útil en lo absoluto. Tal vez solo estaba en su subconsciente, pero era algo más. Un sentimiento de vacío.

La castaña tomo una ducha rápida (como es habitual) y salió, a duras penas se puso un short que dejaba ver sus bien trabajadas piernas, después se puso una remera negra.

"¡Ella!"

"Voy" abrió la puerta y la ayudo a salir de ahí.
La llevo a la cocina para desayunar, pero ella se encontraba sin apetito. Y eso era usual, nunca tenía hambre. Se dice que una bailarina debe ser delgada y de tanto practicar hasta se saltaba comidas.

"No tengo hambre" anunció Ash.

"Nunca tienes hambre, ahora come esas tostadas y te vas ¿okay?" ordenó su mama.
Ash sólo la fulminó con la mirada y comenzó a comer sus tostadas con mermelada. Comer sin apetito te causa dolor de estómago en ciertas circunstancias, pero ella comía con truco. Le daba unas cuantas mordidas a su tostada, y su madre al ver que efectivamente si comió, le dejaba irse. Siempre; todas las mañanas.

"Listo ¿puedo irme?"

"Vete" Ash sonrió de oreja a oreja y Ella juntó con Noah que llevaba su mochila, la sacaron de su casa y caminaron hasta la escuela que se encontraba sólo a pocas cuadras de ahí. Pero con el echo de la silla de ruedas, tenían que caminar; sino tomarían el autobús.

Cuando llegaron a la escuela todos los ojos se centraron en los de ella. Como si fuera un fenómeno y es que lo era. Tenía una discapacidad, lo que hacia verla rara y diferente al resto de sus compañeros que podían caminar sin problema alguno. Pienso que no debían juzgarla sin antes conocerla, ella poseía de: buen gusto de ropa, sarcasmo, honestidad, lealtad, gran amor por las artes y por la danza.

"Sólo ignóralos" dijo Noah alborotando el cabello de Ashley "Son sólo unos tontos que no saben apreciar a alguien diferente a ellos. Si no te quieren, ellos se lo pierden"

Ash le dio una sonrisa, y no una simple. Esta era auténtica y para ella era difícil sonreír de esa manera en mucho tiempo.

"¿Qué tienen en su horario?" Pregunto

"Artes" contesto Noah frunciendo el ceño. 

"Deportes" dijo Ella dando patadas al aire "Perfecto primer día, empezare sudando cual cerdo"

"Química. Odio la química"

"Es mejor que te llevemos de una buena vez. No eres buena en Química y si te sientas hasta atrás no verás nada"

"Gracias"

La llevaron por los pasillos con murmullos y rumores de Ashley, "La Perfecta Bailarina" que ya nunca podrá caminar más y la razón por la que esta en silla de ruedas.
Había muchos de ellos: desde que un camión atropellara sus piernas hasta el echo de decir que fingía no poder caminar para no correr en Deportes, lo cual era estúpido.

"Te dejamos aquí, nena" le dijo Noah "Si necesitas algo, alguien te molesta o sólo quieres ver mi bella cara, envía un mensaje ¿okay?"

"Nadie quiere ver tu cara deforme Noah" dijo riendo "Pero gracias, estaré bien. No es como si no pudiera hacer nada" Aunque ahí se estaba mintiendo.

Salieron. Se encontraba sola en el salón puesto que faltaban 15 minutos para entrar a clases y todos estaban con sus amigos, charlando y siendo sociables.
Decidió sacar un libro y ponerse a leer. Romeo y Julieta, decía la portada. La novela favorita de Ash. Y no por el hecho de que ella sea una enamoradiza, ella esperaba tener un amor así, claro sin suicidarse.

"Hola preciosa. ¿Me puedo sentar aquí?"

Pequeña DiscapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora