Capitulo 4

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Como era de esperarse pasó el día muy lento. Cuando por fin fue la última hora, la cabeza de Ash estaba por explotar. Muchas cosas simultáneas pasaban por su mente. ¿Porqué la invito a salir Ethan? Es decir, ¿una invalida con el chico más apuesto de todo Yale? No tenía sentido alguno.

"Señorita Riddle, me repite la primera ley de Newton ¿por favor?" Dijo la Profesora Henderson sacando de sus pensamientos a Ashley.

"La inercia" Henderson sólo la fulminó con la mirada.

"Correcto, pero preste más atención"

Sólo asintió con la cabeza y perdió su vista en la ventana. El salón de Física tenía una vista exacta al patio, desde donde, podía ver a Ethan jugando soccer. Seguía preguntándose ¿por qué ella?

Toco la campana y los alumnos fueron abandonando la sala mientras que ella se disponía a verlos salir. Ni pasaron 2 minutos cuando todos se habían retirado. La Profesora Henderson veía a Ash de reojo para luego suspirar.

"Oh Riddle, ¿Qué voy a hacer contigo?"

La castaña solo se encogió de hombros, Henderson la condujo hasta el salón de detención.

"Bien, ponte junto a Dallas" indicó Jansson apuntando a Ethan quien estaba sentando en un pupitre todo sudado. Demasiados deportes por un día, supongo.

Ash trato de mover la ruedas de su silla pero sólo logró golpear uno de los asientos a su costado.
Jansson término por ayudarla y ponerla enseguida de Ethan. Él la miro y sonrió como era típico. ¿Porqué de la nada se interesaba por Ashley?
Desde qué eran niños la tomaba por una estúpida, tonta, pensaba que jamás lograría tener lo que quería por más que se esforzara. Pero después de tiempo se dio cuenta de que efectivamente tenía talento para la danza clásica y su manera de verla fue cambiando, pero en silencio. Después del accidente, prefirió no hablarle y guardar sus comentarios para sí mismo.

Después de una hora y media de miradas por parte de Ethan, los dejaron irse.

Ashley se impulsó lo suficiente para lograr llegar al pasillo y le mando un mensaje a Noah, para decirle que pasara por ella. Después de unos segundos Noah contesta y le dice que estará ahí en diez.

Suspira y cierra los ojos. Deseaba poder caminar otra vez, tal vez sería más sencillo de superar si jamás hubiera caminado, pero sabía como se sentía su piel contra el piso llano. Y eso la hacia sentir fatal. Si pudiera volver a caminar, si fuera de seda y no de metal.

Sintió un leve impulso en sus hombros y volteo la cabeza.

"¿Ahora qué? ¿No te cansas de molestarme?"

"No me respondiste"

"¿Ah?"

"El viernes ¿tienes algo que hacer?"

"Pues... no pero..."

"Tu, yo, cita. Adiós Ashley" dijo caminando en la dirección a la salida.

"¡PERO TE ODIO!"

Ethan volteó y guiño un ojo. Demonios. Demonios y más demonios. Era el típico jodido tipo cliché que quería salirse con la suya y creo que ya lo había hecho.

Pequeña DiscapacidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora