Comenzó la guerra de celos

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Después de los percances, lograron descansar. Akutagawa y Mark debieron hacer las paces antes del reto aunque eso no aseguraba nada, Francis y Ougai sabían que sus chicos eran peleoneros y orgullosos. Pero por lo menos tenían la satisfacción de que cualquier cosa que pasaría elevaría las ganancias, solo debían evitar que se mataran.

Entonces estaban todos frente la casa embrujada, Hirotsu daba las instrucciones de cada grupo. Debían entrar los tres y salir los tres, excepto por Gogol y Shibusawa que solo eran ellos dos.

El grupo de Akutagawa estaba ligeramente apartado, de hecho, Akutagawa estaba ligeramente apartado para disimular pero la verdad es que estaba completamente al pendiente del albino, quien estaba sentado en una banca. Atsushi llevaba un suéter amarillo, Mark le miro. – Atsushi – le llamo, el azabache no volteo pero puso atención.

― ¿sí?

― Sigue gustándote el amarillo

― Si – le sonrió - ¿co-como te sientes?

― Bien, creo que necesitaba esa paliza

― ¿Por qué?

― Estoy actuando como un imbécil ¿verdad?

― Un poco...

― Estaba emocionado de volver a verte, Atsushi, lo lamento tanto

― ¿e-eh?

― Sé que mis salidas con Michelle te disgustaron, y más porque ella dio la entrevista donde estábamos saliendo, todo era estrategia y aun así yo no te lo dije. Ese fue mi error. – expreso de caído – te has vuelto más fuerte ¿no?

― No lo sé, simplemente me concentre en la música.

― Escuche de Francis que Fukuzawa menciono que no escribiste nada cuando terminamos

― Eso... Bueno – miro a otro lado

― Lo sabía, si soy importante para ti aun ¿verdad?

― Mark, escucha

― No, escúchame. – tomo sus manos – en verdad lo lamento, voy a dar todo de mí, solo te quiero a ti a mi lado, así que solo mírame a mí. No importa si ahora eres amigo de ese perro rabioso, me haré su amigo también, estemos juntos ¿sí?

― Mark, escucha

― No, no, piénsalo por favor – le sonrió – te amo mucho.

El pelirrojo se levantó y se fue, el albino se dejó resbalar en la banca, y el azabache lo volteo a ver. – t-tu escuchaste, no me dejo hablar

― Está bien – le sonrió – tu eres solo mío

El albino se sonrojó en grande. Hirotsu los llamo a todos, Atsushi seguía cohibido, el mayor admitía que ver al menor era adorable en aquella situación. Mark llego a su lado, tomo la mano del albino, obviamente la cámara estuvo presente. – Atsushi, no importa que, no temas. Yo te protegeré – menciono serio, el albino se puso nervioso, más que nada por la reacción del rockero.

El azabache tomo los hombros de Atsushi y sonrió burlón a Mark – cierto, nosotros te cuidamos – Atsushi suspiro cansado, pero la cámara los amaba.

Por su lado, Dazai estaba en medio de dos demonios, Fyodor y Chuuya, el más bajo miraba con desprecio al azabache, mientras que esté le sonreía de alguna forma ignorándolo totalmente y al mismo tiempo prestando toda su atención en él. – Bien ¿Quién será el primero en entrar? – pregunto Hirotsu aunque ya tenía la lista de como entrarían quería hacer sufrir un poco a Dazai

Beat PlectrumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora