08: Proteger

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Proteger

Me duele todo. Absolutamente todo. La cabeza, la espalda, los pies, los brazos... Apenas podía moverme.

Y a eso le sumamos la bronca que me llevé por la mañana de mi tío.

Aún así, su interés por saber por que diablos tengo serpientes en la cabeza aumenta. Y mis jaquecas también.

Me siento hastiada en el sofá, con el pijama y unas palomitas. Plan perfecto para el domingo. Pero me veo interrumpida por el carraspeo respondón de Arnold a mi lado.

—¿No pensarás quedarte hoy aquí después de lo de ayer?—Dice ofendido. Asiento y el niega efusivamente,—No, como castigo vas a tener que empezar a investigar un poco sobre el tema de tus serpientes.

—Arnold... Es domingo...

—¿Y a mi qué?—Dice subiendo las cejas para levantarse e ir hacia la cocina,—Además, ya he sacado algunas conclusiones. Creo que la razón de tu transformación es por algo.

Me levanto y voy hacia su lado,—¿A que te refieres?

—Pues que no puede ser que de repente te conviertas en gorgona por que sí. Hay una razón evidente, algo de tu pasado, de tu futuro, o simplemente tienes algo que proteger.—Dice tranquilo.

—¿Como que proteger?—Digo confundida,—No entiendo nada, yo no tengo que proteger nada del futuro o pasado o no se que mierdas. Creo que bien me llega con llegar a esta ciudad asquerosa.

El suspira,—Anne, eres un amor, pero a veces eres insoportable.

—Oh, gracias.—Digo poniendo una mano en mi pecho con sarcasmo.—Pero ahora en serio, ¿Que es lo que tengo que proteger?

El saca una sonrisa que no me gusta para nada y mueve una silla dejando ver algo de mi ropa,—Eso es lo que vas a descubrir hoy.

—No, no pienso hacerlo. Ni de coña. Me rehuso totalmente. No, me niego.

—¿Que se supone que tengo que buscar?—Digo enfadada apretando el teléfono en mi oreja.

Yo que sé, eres tú la que se está convirtiendo en un monstruo, no yo.—Dice mi tío desde la otra línea.

No ayudas.

¿A que jode?—Suspira y se oye un silencio que no tarda en romperse,—Tú solo busca algo que te enfade o alguna mierda rara, no sé, Anne.

Suspiró hastiada agarrando el puente de mi nariz.—Vale, lo intentaré, adiós.

No le doy tiempo a responder que cuelgo el teléfono cabreada.

Cabreada en su con todo, con Arnold, con Marilla y Matthew por enviarme a aquí, conmigo misma, con mis compañeros, con Gilbert verde ran guapo en la otra calle.

Espera, ¿que?

Miro un poco más adelante en la otra acera como Gilbert camina sin rumbo, mirando al suelo y arrastrando los pies encorvado.

Sus músculos sin embargo están tensos, y parece bastante irritado.

Echa la cabeza para atrás y no puedo evitar suspirar. Se estira y toda su espalda se contrae en sincronía.

¿Como que hace calor aquí, no?

No puedo evitar sacar mis ojos de él. Es increíble la manera en la que me atrae.

De repente unos chicos jóvenes aparecen en mi visión y me estremezco al recordar que son los mismos que me robaron el otro día. Se acercan a él vacilando y hacen un coro donde la pasan algo que no logro destiguir.

Gilbert busca algo en su bolsillo y comenta algo. A estes no parece gustarle el comentario que se le acercan amenazantes y este tiene que dar un paso atrás intimidado.

Irónico, por que él le lleva dos cabezas.

Miro la calle, no hay nadie salvo ellos y yo. Ignorad a la segunda.

En cuanto fijo mi mirada en Gilbert de nuevo lo veo tirado en el suelo, con sangre saliendo de su boca.

Le propinan un puñetazo tras otro.

Mi furia crece, no puedo pensar en otra cosa que no sea la muerte de esas personas. Mis piernas se mueven solas, y con tal azaña los sorprendo tanto a ellos como a Gilbert.

Le doy un puñetazo al rubio de rizos. Creo que es el cabecilla de todos estes.

No controlo mi fuerza, pero puedo asegurar que por su cara ensangrentada está pasándolo mal. Todo mi cuerpo entra en una ola de calor donde no controlo mi ira.

Me manejo sola.

—¡Anne, para, joder!

Automáticamente, al oír la voz de Gilbert mis manos se detienen. Me levantó y veo el tipo ensangrentado en el suelo. Todos me miran asustados.

¿Desde cuando puedo dejar inconsciente a un tipo sin ser yo la que acaba mal?

Gilbert me coge del brazo y tira hacia otro lugar, viendo como esa gente recoge al rubio inetnqto despertarlo y llevándolo a otro lugar.

—¿Eres imbecil o que coño te pasa? ¡Casi lo matas, joder!—Dice furioso.

—Y ellos casi te matan a ti.—Digo en un susurro, pero parece no escucharme.

—No te vuelvas a meter en esta mierda, ¿Me entiendes, Anne? No es tu puto problema.—Dice marchándose y dejándome a mi con un vacío horrible.

Y a pesar de ser una de las peores tardes de mi vida acababa de cumplir con uno de los requisitos de Arnold, descubrir algo.

Acababa de descubrir que tenía que proteger a Gilbert Blythe.

Sea como sea.

Continuará

Y... que os ha parecido el capítulo?

Como creéis que debió actuar Anne, si lo hizo sin ser controlada, claro

Dejadme vuestras opiniones que las leo con gusto

Espero que os haya gustado, nos
vemos en el siguiente capítulo!

Os quiero

- nk

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2020 ⏰

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