𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜, 𝙼𝚊𝚑𝚎 (3)

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Nadie lo recordó.

¿Porqué? ¿Porqué se olvidaron de su cumpleaños así de fácil? Podía esperarlo de Frank, Alex, Luzu, Lana y todos sus conocidos, pero.. ¿de Mangel..?

Eso era lo que más le dolía, que él se haya olvidado de su cumpleaños.

Con los ánimos por los suelos tomó su última cosa de la lista de compras de la semana para él y su supuesto mejor amigo con el que compartía piso. Odiaba salir a hacer las compras, pero no había más opción ya que esta vez le tocaba a él comprar, justo en el día de su cumpleaños. ¿Qué más desgracias podía pasarle?

Luego de embolsar y pagar los productos elegidos, con un poco de esfuerzo cargó las bolsas y pidió un taxi, un taxi en que el amable conductor lo ayudó cargando una bolsa y acomodando esta en los asientos. El castaño quedó flipando de colores, pero agradecía ese pequeño detalle, aunque todos sabemos que significa una sola cosa en la mayoría de los casos..

Quiere una propina.

(...)

Luego de que el taxista lo llevara al frente del edificio de su departamento, pagó lo debido más una merecida propina. No era mucho, pero esperaba que se quedara satisfecho con eso.

Cargando las bolsas vio al recepcionista no muy lejos de su persona, perdido un poco en una revista que se encontraba leyendo ansioso.

Suspiró al darse cuenta de que estuvo literalmente fuera toda la mañana y toda la tarde, o bueno, lo que queda de tarde. Él esperaba ese día con algunos mensajes diciendo "¡feliz cumpleaños, Rubius!" Y a su buen amigo Mangel felicitándolo de igual manera, haciendo una que otra broma de por medio referente a la edad. Pero nada de eso fue así, ya que Mangel ni bien se despertó salió del departamento, dejando una nota muy él: "Voy a salir, chau :p"

En fin.

Después de haber saludado al recepcionista que apenas notó su presencia, subió escalera arriba, porque para su suerte el elevador se había malogrado esa misma mañana, dejando así a un vago hacer más esfuerzo de lo normal.

Cuando llegó a su piso, fue directo hacia su departamento y con una fuerza descomunal tomó las bolsas que tenía y sacó su llave, abriendo la puerta con la poca fuerza que le quedaba. Estaba exhausto física y emocionalmente.

Al ya estar abierta la puerta, apretó el interruptor que estaba al lado de la puerta, quedando flipando de colores cuando vio todo.. eso.

-¡Feliz cumpleaños, Rubius! -exclamaron al unísono.

Todos estaban ahí, felicitándolo con una gran sonrisa. Definitivamente eran los mejores.

Tenían gorritos de fiesta, confeti, silbatos, más confeti, un gran cartel diciendo: "Feliz cumpleaños", una torta sostenida por Lana, y obsequios no muy lejos de él.

-Pen-Pensé que lo habían olvidado.. -rió en tono bajo, dándole unas bolsas a Alex que se acercó a ayudarlo con ese pequeño peso.

Mangel dio unos pasos en frente con una bolsa de confeti en mano, agarrando un puñal de esta y tirándole toda esta al rostro, riendo.

-Ese era parte del plan. ¿Cómo podríamoh olvidar tu cumpleañoh, gilipollah? -se acercó a él y le dio un gran abrazo-Felih cumpleañoh, mi Rubiuh.

El castaño solo se limitó a sonreír ampliamente, correspondiendo ese abrazo.

(...)

-¿Rubiuh? -preguntó al aire, acercándose a ese chico de mirada verdosa con ámbar, que tenía la mirada perdida en el cielo, presenciando este a través de su ventana.

Volteó y solo le hizo una seña para que se acercara, sonriendo. Perdió su mirar en el oscuro cielo de la noche.

-planeaste esto, ¿verdad?

-¿No te guhtó? -rió por lo bajo.

-Me encantó todo esto, el que reunieras a todos para celebrar mi cumpleaños lo hace muy especial. Gracias, Mahe.

"Siempre será especial mientras tú estés presente"

El morocho decidió no contestar, no tenía más que decir, pero no pudo aguantar las ganas de pasar su brazo por sus hombros, apreciando de igual manera el cielo oscuro como sus ojos, con el viento acariciando con suavidad a los dos individuos.

Tranquilos y felices.

-Axva.

Gʀᴀᴄɪᴀs, Mᴀʜᴇ || RᴜʙᴇʟᴀɴɢᴇʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora