3- Rutina

926 41 0
                                    

Narra T/n:

Hoy era otro día como cualquier otro, estaba en mi hermosa y blandita cama durmiendo, soñaba que me encontraba en un hermoso bosque, con mi perra y mis amigos, me sentía feliz y llena de paz, llena de armonía y serenidad, pero algo me interrumpió y me saco de aquel maravilloso momento, adivinen el que, si, mi alarma. Me levante de muy mal humor, como todos los días, pero es que cuando duermo es la única vez que me siento feliz y en paz, que se me olvidan todos mis problemas y preocupaciones, simplemente es mi momento favorito del día. Cogí la primera ropa que vi del armario ( la que ustedes quieran), me vestí y baje abajo, me peiné ( el peinado que prefieran), desayuné un magnífico tazón de leche con mis cereales favoritos, me lavé los dientes y le eché pienso a Perla ( nuestra perra). Salí de mi casa como de costumbre con el "cuidado por el camino y que te vaya bien" de parte de mi madre y me encaminé hacia el segundo lugar que más odiaba, Riverdale High, os preguntaréis qué porque el segundo, si normalmente es el primero, pues no, el primer lugar que más odio es el bar de los espectros, no sé cómo saldré de esta situación pero no aguanto más. Perdida entre mis pensamientos llegué al instituto, en la puerta me esperaban mis amigos y amigas, no sé porque pero hoy me había levantado con la corazonada de que iba a pasar algo. Mire hacia los lados, aburrida de la conversación de mis amigos y de esperar para entrar a clases, como si me Dios me hubiera escuchado sonó la sirena para entrar a clases. Iba entrando tranquilamente cuando siento un empujón y caigo al suelo, levanto la cabeza lentamente para ver quien me ha tirado, adivinen que, era un chico del sur, era alto, moreno, ojos castaños, y llevaba puesta una chaqueta de las serpientes.

-Oye ten más cuidado-dije, sé que no quiero problemas con más pandillas, pero no iba a permitir que me tiraran y se fuera como si nada.

-Pues entonces no estorbes en mi camino-dijo el chico, con una cara de asco.

Decidí no contestar y seguir mi camino, al final y al cabo ya tenía una mala relación con una pandilla, no quería a otra encima mía, entré en mi aula, pasarón las horas y sonó de nuevo el timbre, indicándonos que era la hora del descanso. Salí de aquella aula que me estresaba tanto, mis amigos y yo nos dirigimos hacia el patio, ya que nos gustaba comer al aire libre. Estaba concentrada haciendo mis deberes para no tener que llevármelos luego a casa, cuando me doy cuenta que alguien se sienta en la mesa, ahí caigo en que mis amigos se habían ido y estaba sola, bueno ahora con esas personas. Levanté mi cabeza para ver quienes eran, y mi sorpresa no fué muy grande, se trataba de Betty Cooper, si, la hermana de la odiosa Polly, la odio tanto que no soporto ni escuchar su nombre, Archie Andrews, no me cae ni bien, ni mal, en verdad me da igual, Verónica Lodge, es una de las muy pocas personas que me caen bien en este pueblo, Jughead Jones, me cae muy bien, es un amigo para mi, se asemeja mucho a mi, solo que él pertenece a una pandilla porque quiere, no como yo.

-Hola T/n, veníamos a preguntarte si quieres ir mañana al Pop's con nosotros-dijo Verónica con una gran sonrisa.

-La verdad no me apetece mucho, además pasado tengo examen, entrenamiento y clases de montar-respondí yo.

-Venga T/n, despejarte no te vendría nada mal, además ya no pasas tiempo con nosotros-dijo Archie.

-La verdad nunca he pasado mucho tiempo con vosotros, no entiendo porque la insistencia ahora-dije yo

-Vamos T/n, será divertido-se acercó un poco más a mi- si de verdad quieres saber para que te necesitamos ven mañana- me dijo Jughead susurrando para luego irse con su grupito.

La verdad es que eso me dejó bastante desconcertada, ¿que quedrían de mi?, miré el reloj de mi muñeca, iba a sonar otra vez para volver a clases, recogí mis cosas, me fui a clases y esperé a que tocara para entrar. Las clases terminaron, así que me iba ya a mi casa, cuando de repente siento que me cojean del brazo, me doy la vuelta para ver a esa persona.

-Ven mañana, por favor, realmente te necesitamos-me dijo Archie, para luego salir e irse.

Eso me dejó aún peor que antes, pero seguí mi camino rumbo a mi casa, entré y me dí cuenta que mi madre no estaba, ya que la había llamado repetidas veces pero ella no contestaba, me dirigí hacía el frigorífico para coger un tarro con ensalada, y me lo comí. Cogí mi mochila y me fuí a mi cuarto. Cuando entré dejé las cosas sobre la mesa del escritorio, me senté y empecé a hacer mis actividades, pasado un rato ya había terminado, me quedé mirando y apreciando el paisaje que asomaba por la ventana enfrente de mi escritorio, podía sentir el frío que hacía fuera, estaba nublado, y tenía una luz muy tenue. Me estaba perdiendo en mis pensamientos, pero sobre todo en la conversación que tuve hoy, ¿que querían decir con que realmente me necesitaban?. Una vibración me sacó de mi trance, era mi teléfono que estaba sin sonido, lo cogí, alguien me había mandado un mensaje, en cuanto lo ví sentí una gran desesperacion y cansancio en mi, si, un poco contradictorio, pero es lo que sentía ahora mismo. Cogí las llaves de mi casa y salí, rumbo al lugar que más odiaba. Llegué y entré, allí estaban todos esperándome.

-Hola muñeca, hasta que por fin apareces-dijo la voz más detestable sobre este mundo.

-Estaba un poco lejos de aquí, pero aquí estoy, ¿que necesitáis?- respondí yo sin ser muy borde.

-Mi niña tan dispuesta como siempre, queremos que pases toda esta mercancía, hacía los Bulldogs- me informó Malachi.

-Ah... está bien, ¿cuando sería?-dije yo, un poco sorprendida por las personas que querían las droga.

-Mañana por la tarde, sin faltas princesa-dijo con una voz repulsiva.

-Está bien, mañana nos vemos-dije para luego intentar salir de ahí, pero Malachi me paró antes.

-Dame un besito de despedida muñeca

Le dí un beso rápido y me marché, en el camino me dí cuenta de que no había sacado a pasear hoy a Perla, así que apresuré mi paso y me fui a mi casa para poder sacarla. Llegue, cogí su bozal, si correa y su collar y se lo puse, salimos un pco apresuradas ya que se me había hecho bastante tarde para sacarla y hoy estaba muy cansada. Estaba terminando de dar el paseo cuando una voz conocida me paró, era Jughead, estaba paseando a Hotdog, el perro de las serpientes.

-Hey hola-dijo el chico del gorro acercándose a mi.

-Hola-dije un poco cortante, la verdad es que ya me estaban cansando un poco-si vas a comentarme algo sobre ir mañana es mejor que no lo hagas, si seguís presionándome así lo más seguro es que decida no ir-finalice para luego seguir mi camino.

Iba de vuelta para mi casa, rogándole a Dios que por favor no me encontrara con nadie más.
Llegue a mi calle y cuando entré para dejar a mi perra y subir hacia mi habitación, entré muy cansada y exausta del día, pero a quien iba a engañar, todos mis días eran así, no sé cómo puedo vivir con tanto estrés, pero aquí sigo. Me metía al cuarto de baño y me di una relajante ducha mientras despejaba mi mente, por un momento en el día me había parado, sin pensar en nada, sin pensar en nadie. Salí, me sequé mi pelo y me eché a dormir en la cama, ni siquiera cené, sé que mi madre me regañaría mañana por eso, pero me daba igual, quería que esté día terminara ya.

———————————————————————-

Holaaaaa, bueno aquí está este capítulo, que es el primero de esta historia, estaba pensando y quería que me dijeran si quieren que siga o no.
Este capítulo lo iba a hacer y lo iba a subir más tarde, cuando tuviera ganas y me motivara, pero leí el comentario de una persona y me motivó ha hacerlo, así que aquí está. Si me dicen que quieren el capítulo antes lo tendrán.

Voten y qué prefieren, ¿espectros o serpientes?

Donde menos te lo esperas / Sweet Pea y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora