Lo siento...

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A minutos de entrar en la sala donde se ejecutará mi juicio estaba tan nervioso, aún sabiendo que era inocente, pues el juez que llevaría mi caso era muy severo y arcaico, para él no había más que la verdad dada por la ley.

-La sala entra en sesión para el siguiente caso, con ustedes el juez a cargo J. Khin.

Al escuchar eso se abren las puertas de la sala, agarro el saco que me dieron en la jefatura; respiro profundo mientras me lo pongo. Al llegar al asiento aquella voz dice los nombres del jurado y todo el protocolo a llevar.

-Veamos... Dice el juez mientras me mira de reojo -¿Cuál es su nombre hijo?

-Zaffel.

-¿Su apellido?

-¿Es necesario decirlo? Pregunto mientras bajo mi cabeza

-Es protocolo, pero no es necesario decirlo, acá en el expediente está, podría relatarnos con sus palabras lo acontecido en aquel tren.

Empiezo a relatar lo que paso sin saltarme ni un pequeño detalle.

-Estabas en el lugar equivocado, según el caso y las investigaciones presentadas por la policía realmente si fue un suicidio, llegado a esta conclusión no hay delito que perseguir puede irse.

-¿Puedo hacerle una pregunta señor Khin?

-Por supuesto ¿Cuál sería su pregunta?

-¿Porque Nunca me apoyaste en mi sueño?; Digo con voz entrecortada y baja; a lo que el responde.

-Como te atreves a decirme en mi cara que no te apoye, si jamás te quite el lápiz y el papel, nunca te obligue a dejar de escribir.

Escuchar aquellas palabras de mi padre me llenaron de valor y por primera vez en mi vida le dije.

-Exacto, tu mismo me das la razón, eso nos es apoyo es simplemente no interferir.

Al terminar esa frase me levanté y me dirigí a la puerta sin mirar atrás y lo ultimo que escuche de aquel hombre fue.

-Zaffel Khin ya es hora de que crezcas y desempeñes tu vocación.

¿Mi vocación? Ese es el gran apoyo de mi padre. 


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⏰ Última actualización: Oct 19, 2020 ⏰

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Cartas a la nada,  Corazones añorando nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora