Five nights at Freddy's: La verdad sobre el secuestro de niños

Parte 5: la advertencia

Estaba preocupado. La marioneta empezó a ser más violenta y despiadada con nosotros. Apostaría cualquier cosa a que era aquel nuevo guarda, Mike. Sabía que él era nuestra única esperanza de poder salir de este maldito local sanos y salvos.
Al día siguiente, nos escondimos en la cueva pirata, como todos los días. Era, como todos, un día aburrido comiendo solo lo que la gente tiraba: pizzas mohosas, hamburguesas podridas...Y entonces le vi. Mike estaba entrando por la puerta en ese mismo instante. Tenía que hablar con él, sino se nos escaparía. Entonces se me ocurrió una idea.
- Chicos, entretened a la marioneta, tengo que hablar con Mike-
- Pero da mucho miedo- dijo Demi.
- Y además tiene poderes demoníacos- añadió Justin.
- Pero es necesario que me hagáis caso. Mientras entretenéis a la marioneta, yo cogeré el disfraz de Freddy dorado que hay en el armario. Me lo pondré e intentaré hablar con Mike, pero necesito que actuéis bien, y sobretodo,ser todo lo valientes que podáis-
- Naciste para hacer discursos Leo- dijo Jennifer.
Entonces nos pusimos en acción. Yo me fui a hurtadillas de la cueva pirata. Mientras los demás se fueron al escondite de la marioneta. Cogí el disfraz de Freddy dorado y entré en el salón de fiestas. Mike estaba en un rincón comiendo una pizza pequeña de pepperoni. Me acerqué a él y le dije:
- Tenemos que hablar en privado-
- Y porqué tendríamos que hacerlo- contestó.
- Porque tu y yo sabemos lo que viste la anterior noche, y por tu bien tienes que oír lo que te tengo que decir-
Al oír esto, me siguió al armario donde le llevé. Ahí me quité la máscara y le conté la historia.
- Veras...Nosotros éramos los animatronics. Una marioneta maléfica nos tiene confinados en esta pizzería. Nos hace ahuyentar a todos los guardas que vienen por las noches para hacer su maquiavélico plan. Contigo es diferente. Tu puedes controlar los trajes para que hagan lo que tu quieras. La marioneta ha puesto una cuenta atrás. La primera noche será fácil, pero se irán dificultando cada vez más, y los trajes no los controlaremos nosotros. Estarás solo sin que nadie te ayude-
Al oír mi explicación apresurada que le hice, no tenía mucha pinta de creerme.
- Tu solo debes creerme. Debo irme ya, o la marioneta se dará cuenta-
Dicho eso, me volví a poner el disfraz y me fui.