Era una mañana como cualquier otra, pero ciertamente no sería como las demás. Ya habían pasado tres años desde que Kim no sabía nada de June, y tal vez se estén preguntando: ¿porque no fue a buscarla?; pues bien, les contaré ...
2° Temporada de " M...
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- Ya puedes soltarme Lea - habló Jungkook a la pelirroja que se negaba a dejarlo ir ya que después de que Taehyung se fuera corrió hacia él y lo envolvió en un abrazo muy incómodo para el más alto a decir verdad, ella lo soltó y lo miró con una inocente sonrisa.
Jungkook se sentía tan mal por ella, no podía romperle el corazón - deberíamos tener una cita - soltó sorprendiendose a sí mismo de haberlo pensado en voz alta
- ¡Si! - la pelirroja comenzó a dar saltos en su lugar
- si me das tu dirección, tal vez pueda.... - habló con cuidado
- Claro Kookie te lo enviaré por mensaje, ¿cuándo saldremos? -
- mañana - contestó - a las 8 iré a tu casa - estaba demasiado rojo, no podía pensar en otra cosa, Lea no era mala pero no le gustaba, debía aguantar estar a su lado por lo menos un tiempo aunque por alguna razón no quería desmentir aquello en lo que se había metido - asegurate de estar lista a esa hora -
- ¡de acuerdo! entonces me iré a terminar todo para estar libre mañana - se giró dispuesta a irse pero una mano en su muñeca la detuvo
- ¿estás ocupada mañana? -
- si... pero no te preocupes me aseguraré de terminar mis trabajos y saldré contigo - bajo la cabeza - después de todo es nuestra primera cita - susurró sonrojándose. Jungkook se quedó sorprendido por los latidos acelerados que empezó a dar su corazón cuando vió el lado tímido de aquella chica que siempre era tan desvergonzada - no vemos Kookie - se acercó a él y dejó un beso en su mejilla demasiado cerca de su labio para después salir corriendo dejando a Jungkook en completo estado de shock.
[...]
Esa noche cuando Taehyung llegó a casa, se preocupo demasiado, primero porque cuando estaba en camino llamó a la casa y nadie contestó, segundo porque cuando llegó se encontró con su apartamento en total oscuridad y tercero porque no encontró a June y Tan por ningún lado, su mente estaba comenzando a dar vueltas mientras iba a revisar a todas las habitaciones.
Toda la sangre volvió hacia el pelinegro cuando los encontró en la habitación del pequeño Tannie; se habían quedado dormidos. Con pasos lentos se acercó a las personas en la cama e inspeccionó sus rostros, ambos tenían rastros de lágrimas por sus mejillas - ¿estuvieron llorando? - susurró, acercó su dedo índice y la pasó suavemente sobre el cachete del menor de ellos y luego por el rostro ligeramente ruborizado de June, quien al sentir su tacto abrió perezosamente los ojos.
- ¿cuándo volviste? - susurró sentándose con cuidado en la cama para no despertar al pequeño bulto al lado de ella
- hace un rato - respondió por lo bajó - estaba preocupado porque nadie contestaba el teléfono -
