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"High School"
Era hora de almuerzo en el instituto, no tenía dinero para comprar mi almuerzo por lo que decidí ir a la biblioteca para quedarme allí hasta que pasara la hora, pase por mi casillero a cambiar mis cuadernos cuando siento una mirada junto a mi.
Kim Mingyu estaba hablando junto a sus amigos al lado de mi casillero, parecía tan serio que no pude evitar sentirme un poco nerviosa, pero al darse cuenta que lo estaba viendo, hicimos contacto visual por unos segundos, pero luego volvió su mirada de nuevo en sus amigos. Decidí irme casi corriendo a la biblioteca, me había dejado nerviosa y sentía erizada mi piel. Kim Mingyu ha sido mi amor platónico desde que entre en esta escuela, yo me había cambiado a este establecimiento comenzando el segundo semestre; prácticamente desde que llegué, el ha llamado mi atención, como al ser la nueva me saludaba todos los días, pero lo fue dejando de a poco hasta ni siquiera dirigirme la mirada. Hasta ahora.
Intenté despejar mi mente leyendo un libro en la mesa más alejada de la puerta, hasta que sentí el sonido de una bolsa caer en mi mesa y vi como Mingyu se sentaba en frente con otra bolsa en sus manos.
—vi que no fuiste a la cafetería por lo que te traje algo para comer.— me sentítan relajada al ver su sonrisa de cachorro junto a sus pequeños colmillos, nada como las últimas veces que lo había visto.
—muchas gracias Mingyu.—le sonreí de vuelta mascando el enorme sándwich que había traído.
Quedó callado un momento, me sentía incómoda mientras él veía como estaba comiendo mi sándwich y tomaba de la pequeña lata de Coca Cola.
—lamento no haberme acercado a ti estas semanas, no me sentía cómodo con mis hormonas y con mis sentimientos.
Al escucharlo me atraganté levemente con el pedazo de pan, pero que se pasó con la bebida e intente ponerme seria, pero ese comentario fue tan random y estupido que me había causado gracia.
—me gustas Raeyim, pero como eras nueva pensé que sería algo pasajero, como atracción a primera vista o algo.— hizo una mueca tan linda que hizo que mis sentimientos salieran a flote y sintiera mariposas en el estomago.
—tú también me gustas Mingyu.
Fue lo único que salió de mis labios y él no pudo evitar sonreír y sentarse rápidamente al lado mío y abrazándome.
