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°•°•°•Actualidad•°•°•°

Jimin estaba sentado a la barra de la cocina de jungkook, tomándose un café con leche y hojeando el Vogue, edición francesa. No era su lectura habitual. Su mesita de noche en Filadelfia estaba siempre llena de libros de política, relaciones públicas, economía y sociología, con ls esperanzas de que algún día sus superiores le pusieran su opinión en vez de pedirle que fotocopiara la opinión de alguna otra persona. Ahora que estaba de baja, tenía tiempo de leer otra cosa aparte de política municipal.

Esa mañana se encontraba mejore. Mucho mejor. La conversación con yoongi de la noche anterior había ido bien. Aunque seguía enojado por la cancelación de la boda, no había dejado de repetirle que prefería mil veces tenerlo a su lado  que una boda.

<< No hace falta que nos casemos ahora mismo. Podemos aplazarlo hasta que hayas superado el duelo. Pero te quiero a mi lado, Jimin. Siempre te querré a mi lado. Cómo mi esposo, como mi amante...... Aceptaré tus condiciones porque te amo. Vuelve conmigo.>>

Sus palabras atravesaron la nebulosa de dolor y depresión que se había apoderado de la de mente de jimin y, de pronto. Lo vió todo claro. Había creído que huia de hoseok, de su padre y del fantasma de su madre, pero tal vez también hubiese estado huyendo de yoongi. Al oírlo decir esas palabras se dió cuenta de que no podría abandonarlo nunca. No podía vivir lejos de él.
Su declaración había roto sus defensas y le había hecho darse cuenta de que realmente deseaba ser su esposo. Fue consciente de que no quería esperar mucho para que yoongi se convirtiera en su marido. La vida era demasiado corta para desperdiciarla siendo infeliz.
Su madre así se lo había enseñado.

Jungkook entró en la cocina. Llevaba puestas las gafas, tras besarlo en la cabeza, le puso delante un fajo de billetes. Jimin se los quedó mirando con desconfianza. Tras comprobar de cuánto dinero se trataba. Abrió mucho los ojos.
— ¿ Para qué es esto?

Jungkook se sentó a su lado, aclarándose la garganta.
— ¿ No ibas de compras con Taehyungie?

Su hermano puso los ojos en blanco con un poco de fastidio por la forma en que lo dijo.

— Se llama taehyung, jungkook. Y no. Está ocupado. Pasará todo el día haciendo un trabajo con un tipo llamado namjoon. Y cuando acaben irán a cenar.

<< Follaángeles>> pensó jungkook. El insulto apareció en su mente sin pensar. Se tensó y gruñó para sus adentros m
Jimin empujó el dinero en su dirección y siguió leyendo la revista .
Pero jungkook volvió a ponérselo delante.

— Quédatelo

— ¿ Para qué?

— Cómprale algo a tu amigo.

— ¿ Por qué? Es mucho dinero.

— Lo sé— murmuró

— Aquí hay quinientos dólares. Sé que los dolores canadienses no valen tanto, pero igualmente es demasiado, jungkook.

— ¿ Has estado en su apartamento?

— No. ¿ Tú si?

Jungkook se volvió algo incómodo sobre el taburete alto.
— Sólo por un momento. Estaba lloviendo y lo acompañé a su casa en coche y....

— ¿Y...?

Jimin le pasó un brazo por el hombro y se le acercó con una sonrisa cómplice.
— Cuenta,cuenta~

Jungkook se se liberó  de su brazo con un movimiento de hombros y lo fulminó con la mirada.
— No hay nada que contar.... Ví un momento su apartamento y es espantoso. Ni siquiera tiene cocina,   ¡ Por el amor a Dios!

LA MAYOR TENTACIÓN DE JUNGKOOK (kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora