Xiao Zhan y Wang Yibo no se han llevado bien por los últimos 10 años debido a una pelea que tuvieron de niños.
A pesar de ser vecinos e ir a la misma universidad, se lanzan miradas de odio en cada oportunidad que tienen. Pero todo cambiará cuando Y...
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- ¡Mamá, papá, ya no soy un niño, ya tengo 22 años! - Se cruzó de brazos e hizo un puchero. - Soy un adulto perfectamente capaz de tomar decisiones por mí mismo.
- No te mandas solo gatito, mientras vivas bajo nuestro techo tienes que obedecernos. - Contestó su madre con los brazos cruzados.
- ¡Papá, dile algo!
- Cheng, quedamos en algo... Conocemos a HaiKuan, sabemos que es un buen chico pero entiende que es difícil aun para nosotros dejar que te quedes a solas con él todo el fin de semana...
- Puede quedarse este fin de semana en la casa, prepararemos la habitación extra para que duerma...
- ¡Eso no es divertido, estarán vigilándome!... Quiero estar solo con él...
- Hijo, después de verlos aquella vez yo... No, no pueden quedarse juntos, tu aun eres mi pequeño... - Respondió su madre.
- ¡Mamá ya no soy un niño!
- Pues no vas a quedarte con él. - Estaba indignada porque su único hijo le había levantado la voz.
- ¡Nunca me dejan quedarme a solas con mi HOMBRE! - Caminó dando pisotones molesto hacia su habitación.
Zhuo Cheng quería quedarse el fin de semana con HaiKuan, sin embargo sus padres, sobretodo su madre había estado demasiado reacia, no había la relación sino a que estos chicos se quedasen solos a pesar de ser ambos adultos, para ella era aun muy difícil el saber que HaiKuan de casi 30 años pudiera estar con su pequeño, no quería que Zhuo Cheng fuese lastimado por lo que había puesto demasiadas restricciones a ellos pero HaiKuan obedecía, no objetaba, siempre cumplía con las ordenes que imponían sus suegros, incluso su madre y padrastro habían hablado con los padres de Cheng abogando por que los dejasen pasar más tiempo juntos, incluso se pusieron de ejemplo al aceptar la relación de Yibo y Zhan, y pusieron de ejemplo también a los padres de Hao Xuan, todos parecían haber aceptado sin problemas aquellas relaciones de sus hijos.
Eran buenos padres y buenas personas, pero los padres de Cheng teniendo un solo hijo lo cuidaban demasiado, no importaba la edad que tuviera, siempre sería su pequeño y amado gatito. Lo sobreprotegían demasiado, sobretodo ahora que andaba con un chico 7 años mayor que él, cuando el año pasado aun solo eran primos.
Zhuo Cheng empacó su maleta y llamó a HaiKuan, iría de todos modos a su casa a pesar de las negativas de sus padres, además él ya estaba planeando vivir con él una vez que se graduara, necesitaba libertad para vivir su amor con el chico del cual llevaba enamorado casi una década.
Liu HaiKuan creyendo que sus padres habían aceptado que se quedara en su departamento, estacionó frente a la casa y se acercó a la puerta, sin embargo fue detenido por Zhuo Cheng quien había bajado por la ventana y lo llamó por detrás.
