Capítulo 1

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San Francisco, apartamento de Erika

Natalie: ¿Estás segura de regresar a Mexico amiga?

Erika: Segura no, pero es necesario (suspiró). Aunque estuvimos distanciados todos estos años soy la única heredera de mi padre y tengo que ir a encargarme de la constructora ahora que falleció.  No la pienso vender.

Natalie: Lo siento mucho Eri, ah de ser muy difícil perder un padre (la abrazó).

Erika: Gracias Natie.  Mas que nada siento tristeza de lo que nuestra relación pudo haber sido, pero por su soberbia y prejuicios fue imposible.

Natalie: Fue por lo que me contaste que pasó con tu amor de juventud, verdad.

Erika: Así es.  Aquello que sucedió cambió toda mi vida. Pero ya, no quiero recordar cosas tristes.  Mejor ayúdame a terminar de empacar.

Natalie: Ok ok.

Erika nunca olvidó la gran parte que tomó su padre en separarla de su verdadero amor todos esos años atrás.  Cosa que nunca le perdonó y una de las razones por las que dejó el país.

Natalie: Oye Eri, ¿Y si te volvieras a topar con el que harías? ¿Todavía lo amas?

Erika: Ay Natalie, que cosas dices. No creo volver a verlo, ya an pasado muchos años. De seguro me olvido y ah de tener su propia vida ya hecha.

Natalie: Bueno, por lo menos a ver si te encuentras un galán por allá. A ver si así ya sientas cabeza.

Erika: Estas loquilla (riéndose). Sabes que yo no quiero compromisos. Con amigos de vez en cuando estoy contenta, no quiero nada serio. Me gusta mi libertad.

Natalie:  Esta bien, ya no insisto. Solo quiero que seas feliz. Te voy a extrañar amiga, pero sabes que cuentas conmigo.  Cualquier cosa llámame y tomo un vuelo para ir junto a ti.

Erika: Yo también te voy a extrañar, eres como una hermana para mi (la abrazó fuertemente).

Después de despedirse de su mejor amiga y dejar todo en orden, Erika tomó un taxi hacia el aeropuerto. Regresaría de nuevo a su país después de muchos años, sin esperar que el destino le tenia una gran sorpresa, una que cambiaría el rumbo de su vida.

Dos meses después..
Ciudad de México, mansión Elizondo

Esa mañana, como pasaba frecuentemente, Omar se encontraba encerrado en su despacho. Escuchando baladas tristes y recordando el pasado. Después de tantos años aún no superaba ese dolor de haber perdido el gran amor de su vida. Sacó una foto de su cartera y la contemplaba con tanta nostalgia.

Omar: ¿Por que me dejaste Erika? (Pensó) Aún no logro entender por que pasaron así las cosas

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Omar: ¿Por que me dejaste Erika? (Pensó) Aún no logro entender por que pasaron así las cosas. Yo te amaba tanto, podríamos haber sido muy felices tu y yo.

Un fuerte golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Se secó una lagrima, y guardó la foto en su cartera de nuevo.

Mariana: ¡Papá, papá! Abre la puerta.

Omar: ¿Que pasa? (Saliendo del despacho) Es muy temprano para tanto escándalo Mariana.

Mariana: Es que mi mamá se fue con el chofer no se a donde y voy a llegar tarde al colegio. ¿Me llevas tu?

Omar: ¿Como que se fue sin ti? Que le pasa a tu madre (preguntó exasperado) Si claro, mi amor, yo te llevo, vamos.

Mariana: Gracias papi, eres el mejor (le dio un abrazo)

Omar le dio una leve sonrisa y salieron los dos en su coche hacia el colegio de Mariana.

Marianna: De seguro se le olvidó que ella me iba a llevar, ya sabes como es de despistada (dijo tratando de calmar a su papá).

Omar: ¿Que tal que ya me hubiera ido al trabajo? Elena no piensa más que en ella, no se que trae en la cabeza.

Mariana: Pero no pasó nada. Por favor papá, no vayan a discutir de nuevo, y menos por mi culpa.

Omar respiro profundo para calmarse. Cada día soportaba menos a Elena. Era una mujer demasiado egoísta. Su matrimonio había durado tantos años solo por Mariana. Pero ella ya no era una niña, ya casi cumplía la mayoría de edad. Quizá había llegado el tiempo de empezar a pensar en si mismo.

Omar: Esta bien, te prometo que trataré de contenerme y no discutir con tu madre. Mira, ya llegamos.

Mariana: Gracias papá, eres lo máximo (le dio un beso en la mejilla y salió corriendo)

Con una sonrisa Omar la observo hasta que entró al colegio y después se dirigió al sitio donde se construiría el nuevo restaurante de su cadena. Sería un nuevo estilo y esperaba a la nueva arquitecta que había contratado su socio.

Omar: Buenos días, amigo. ¿Todavía no llega la arquitecta?

Mauro: Hola, Omar. Aún no, pero no debe tardar.

Omar: Esta bien, Quiero empezar la construcción lo más rápido posible. Mira estas son las ideas que tengo.

Sacó unos papeles y se los mostraba sobre la mesa a Mauro. No se dieron cuenta cuando un coche blanco llegó, y de el bajo una rubia elegante, con gafas negras grandes de sol. Caminó hacia ellos suponiendo que eran los dueños del nuevo restaurante.

Erika: Buenos días, soy Erika, la arquitecta que contrataron para este proyecto.

Omar al escuchar esa voz se le acelero el corazón. Giró lentamente encontrándose frente a esa mujer que jamás pensó volver a ver en su vida.

Omar: ¿Erika? Como es posible..

Erika: Omar, no lo puedo creer..

Erika se quitó las gafas y sus miradas se toparon. Omar se perdió en esos ojos verdes deslumbrantes, esos que cada noche veía en sus sueños. Ella al tenerlo tan cercas después de tantos años sintió que le faltaba la respiración.

Erika: Eres realmente tu..

Sin pensarlo Erika also su mano, acariciando su mejilla, y una sonrisa llena de esperanza apareció en los rostros de ambos.

Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora