Capítulo 7

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El destino se había encargado de cruzar sus caminos de nuevo, y ellos se encargarían de no desaprovechar esta nueva oportunidad que se les presentaba.  Se aferrarían a ese amor con todas sus fuerzas, protegiéndolo ante cualquier adversidad.

Esa noche.. Mansión Elizondo

Con el divorcio puesto en marcha Omar no pensaba seguir ni un momento mas al lado de Elena.  Al llegar a su casa fue en busca de Mariana para hablar con ella.

Omar: ¿Se puede? (Preguntó tocando la puerta de su cuarto)

Mariana: Claro, pasa papi.  ¿Que pasó? (Cerrando el libro que estaba leyendo)

Omar: ¿Tu mamá ya habló contigo?

Mariana: No la he visto en todo el día.  No me digas que pelearon de nuevo.

Omar: Hija, le pedí el divorcio a tu mamá.

Mariana: ¿Hiciste que? (Preguntó sorprendida)

Omar:  Se que esto será muy difícil para ti, pero ya era tiempo.  Tu madre y yo nunca nos llevamos bien, es lo mejor para todos.

Mariana se levantó y abrazó fuertemente a su papá.

Mariana: No te voy a negar que me duele que se separen.  Pero te entiendo y se que es lo mejor.  Se que permanecieron juntos todo este tiempo por mi.

Omar: Sabes que yo te quiero mucho, Mari. Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Aunque mi matrimonio no funcionó con tu mamá no me arrepiento, por que de otra manera nunca hubieras llegado tu. Te amo, hija.

Mariana: Y yo a ti, papá. ¿Que piensas hacer?

Omar: Me voy a mudar hoy mismo. Le dejaré la casa a tu mamá.

Mariana: Ay, papá. Te voy a extrañar. ¿No me puedo ir contigo?

Omar: No, hija. Me quedare en un hotel mientras encuentro un departamento. Es mejor que te quedes con tu mamá, y después ya veremos.

Después de despedirse de Mariana, Omar empacó una maleta con algo de ropa, y salió de esa casa hacia su nuevo destino, uno junto al amor de su vida.

Departamento de Erika...

Erika aún no podía creer todo lo que sucedió ese día. Omar ya sabía toda la verdad sobre el pasado, se estaba divorciando de la odiosa esa, y ellos estaban juntos de nuevo. Todo parecía un sueño. Tan increíble.

Apenas hace unas horas lo había visto y ya lo extrañaba demasiado. Se le ocurrió una idea y con una sonrisa sacó su celular marcándole a Omar.

Omar: [Hola, mi amor. Estaba a punto de marcarte]

Erika: Hola, mi vida. Te quería proponer algo.

Omar: [Te escucho]

Erika: Cenemos juntos, para celebrar nuestro nuevo comienzo. ¿Que te parece?

Omar: [Me encanta la idea. Con una condición]

Emma: ¿A cual?

Omar: [Que cocinemos juntos]

Erika: Esta bien (dijo riéndose) Te mando mi dirección, te espero en una hora.

Omar: [Ok, te amo.]

Erika: Y yo a ti. Bye.

Colgó el celular y se fue corriendo a darse un baño rápido. Estaba tan emocionada como una adolescente en su primera cita.  Se puso un vestido rojo pegado, tacones altos, el pelo suelto en ondas, maquillaje ligero, y su perfume favorito. 

El timbre sonó, avisando la llegada de Omar.  Al abrir la puerta y verla se quedó boquiabierto.

Omar: Mi amor, te ves tan hermosa.

Erika: Gracias, mi vida.  Tu te ves muy guapo.

Omar:  Estas son para ti.  Espero te gusten (le entrego un arreglo de tulipanes rosas)

Erika: Me encantan.  Te acordaste de mis flores favoritas. (Acomodó las flores en el centro de la mesa)

Omar: Me acuerdo de todo de ti (tomándola de la cintura, pegándola a el)

Erika sonrió pícara y rodeó su cuello con sus brazos.

Erika: ¿Todo todo? (Mordiéndole el labio)

Omar: Todo todo

Sus labios se unieron en un beso lleno de deseo, sus lenguas se entrelazaron, sus pulsos acelerados, un beso lleno de la necesidad que sentían por amarse, por demostrarse ese gran amor que sentían el uno por el otro.  Al faltarles el aire se separaron, uniendo sus frentes, tratando de controlar la respiración.

Omar: Me muero por tenerte entre mis brazos, por hacerte mía de nuevo (susurro en su oído haciendo su piel erizar)

Erika: Cena primero, me muero de hambre.

Omar hizo pucheros, haciendo reír a Erika. Ella lo tomó de la mano, dirigiéndolo hacia la cocina. Entre caricias, besos, y risas los dos prepararon una pasta y ensalada. Omar abrió la botella de vino tinto que trajo, y se sentaron a cenar.

Omar: Tengo algo que contarte.

Erika: ¿De que se trata?

Omar: Ya le dije a mi hija sobre el divorcio, y me mudé de la casa.

Erika: ¿Y como lo tomó?

Omar: Lo tomó muy bien. Mariana es muy madura y comprensiva. Tan diferente a su madre.

Erika: Me alegro que lo haya tomado bien. Me gustaría mucho conocerla.

Omar: Estoy seguro que se llevarán muy bien. Aún no le cuento lo de nosotros, pero pronto lo haré.

Erika: Amor.. ¿a donde te mudaste?

Omar: Por el momento me quedaré en un hotel, mientras encuentro un departamento.

Erika terminó el vino de su copa en un solo trago, se levantó, rodeando la mesa, y se sentó en el regazo de Omar, sorprendiéndolo. Rodeo su cuello con sus brazos, mirándolo a los ojos con esos ojos verdes que deslumbraban.

Erika: Vente a vivir conmigo (le propuso con una sonrisa seductora en su rostro)

Omar: ¿Estás segura?

Erika: Muy segura (mordiendo su labio)

Omar: Entonces acepto .

Omar la tomó del pelo, reclamando sus labios en un beso lleno de fuego y de pasión. Sus cuerpos se pedían a gritos. Sus manos recorrían ese cuerpo que tanto deseaba, con el que había soñado todos estos años. Sin poder aguantar más Omar tomó a Erika en sus brazos, y la llevó hacia la habitación.

Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora