Capítulo 16

352 47 9
                                    

Una ilusión desmedida, eso era lo que sentían ellos dos por la llegada de ese pequeño ser que era fruto del más profundo amor.  Pero después de la visita con el doctor un gran nerviosismo y ansiedad se unió a ese sentimiento, pues el destino aún no terminaba con sus sorpresas y les tenía preparada otra gran bendición.

La mañana siguiente los dos esperaban al ginecólogo en el consultorio para el chequeo prenatal de Erika. Ella jugaba con su anillo, impaciente, y sonriendo Omar tomó su mano.

Omar:  Tranquila mi amor, todo va estar bien. Ya verás (abrazándola)

Erika: Se que debo pensar positivamente, pero los nervios me ganan (mordiéndose el labio)

El doctor tocó la puerta avisando su llegada, y entró saludándolos.  Después de revisar su historial médico le pidió que se subiera a la camilla para hacerle un ultrasonido.

Doctor:  Como no sabe exactamente cuando fue su último periodo aquí nos enteraremos cuanto lleva de gestación.

El doctor le indicó que se subiera la blusa, y le colocó el gel sobre el abdomen.  Erika comenzó a temblar de los nervios y Omar le apretó la mano, besando su frente, dándole valor.  Los dos miraban muy atentos el monitor, y finalmente la imagen se enfocó en ese ser que tanto anhelaban.

Doctor: Y aquí está el bebé.  De acuerdo con las medidas tiene 8 semanas de embarazo.

Omar: Mira mi amor, nuestro bebé (dijo con emoción)

Erika: No puedo creerlo. Es tan pequeñito (sus ojos brillaban de ilusión)

Doctor: Hmm, ay algo mas. (dijo el doctor al subir el volumen, escuchando el latido)

Erika: ¿A que se refiere? (Cuestionó nerviosa)

El doctor no respondió inmediatamente, solo movía el transductor con más presión sobre una parte de su abdomen, hasta que en el monitor aparecieron dos bebes, en ves de uno. Omar y Erika lo miraban pasmados ante la aparición de ese segundo ser.

Doctor: Ahí esta, bebé B se escondía detrás de bebé A. Fue un poco terco, no se dejaba ver.  Pero se escuchaban dos latidos. Felicidades, papás, tendrán mellizos (dijo sonriendo, limpiando el gel de su abdomen)

 Felicidades, papás, tendrán mellizos (dijo sonriendo, limpiando el gel de su abdomen)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Erika: ¿Mellizos? (Preguntó asombrada, cubriendo su boca)

Omar solo miraba el monitor embobado, sus manos entre su pelo despeinándose, se había quedado sin palabras.

Doctor: Bueno, los dejo un momento solos para que digieran la noticia (dijo sonriendo) Con la enfermera estará la receta para las vitaminas prenatales e información sobre la siguiente cita. Con permiso.

Omar finalmente reaccionó, y tomó a Erika en sus brazos.

Omar: ¡Son dos mi amor, son dos! (grito de emoción abrazándola)

Erika: ¡Dos pequeñitos! Ay, ahora si que estoy nerviosa.

Omar: Yo también, pero sabes que, yo te voy a cuidar y consentir tanto que te vas a cansar de mi (tomándola de la cintura, acercándola más a él)

Erika: Eso nunca. Nunca me cansaría de ti (sonriendo rodeó su cuello con sus brazos)

Omar: Me agrada oír eso. Hermosa mamacita (sonrió pícaro)

Erika soltó una carcajada, y después unió sus labios en un tierno beso lleno de amor. La felicidad que sentían en ese momento era palpable.

Días después en el restaurante Mis Amores...

Se llegó el día de la inauguración del restaurante, y para sorpresa de Erika y Mariana, Omar había decidido nombrarlo en honor a ellas, los grandes amores de su vida. El restaurante Mis Amores. El lugar estaba para reventar, lleno de clientes, y todo al parecer sería un éxito, como cada otro restaurante de Omar.

Nadie sabía aún que Erika esperaba mellizos.  Ella y Omar decidieron darles la noticia a todos durante la cena de Mariana.  La terraza privada del restaurante estaba decorada elegantemente con arreglos de rosas rosadas, las favoritas de Mariana, y el menú incluía todos sus platillos favoritos.  Los únicos invitados eran Mauro y Natalie, pues la cumpleañera solo quería algo íntimo.

Erika: Feliz cumpleaños, Mary (la abrazó) No sabes lo feliz que me hace celebrar esto contigo.

Mariana: Gracias Eri.  Yo también, me alegra mucho que estés conmigo.  Tu, mi papá, y ahora este hermanito que viene en camino significan mucho para mi, los quiero.

Omar: Y nosotros a ti princesa, felicidades ( la abrazó besando su frente)

Erika le regalo una pulserita con sus iniciales, y Omar unos aretes de pequeños diamantes que le combinaban perfecto.  Mariana encantada se los puso inmediatamente.  Mauro y Natalie llegaron, y después de introducirlos todos se sentaron a cenar.  Esos dos, Erika notó, se llevaron tan bien, y cuando pensaban que nadie los veía se robaban miradas.  Erika negó sonriendo, pensando en tener una plática con Natalie después, su amiga era una rompe corazones, y Mauro era un buen hombre, no quería que lo fuera a lastimar.  Al terminar la cena Omar miró a Erika alzando la ceja, y ella entendió lo que sin palabras el cuestionaba, asintiendo ella le sonrió, dando su respuesta.

Omar se levantó de su silla, tomando a Erika de la mano y trayéndola a su lado.

Omar: Bueno, ya que tenemos a todos nuestros seres queridos aquí reunidos, Erika y yo les tenemos una sorpresa.

Todos los miraban atentos, con sonrisas en su rostro.

Erika: No vamos a tener solo un bebé.  ¡Son dos, tendremos mellizos!

Natalie y Mariana pegaron un grito de emoción y corrieron a abrazar a Erika, quien estaba envuelta en risas de felicidad.  Mauro abrazó a Omar, golpeando su espalda felicitándolo.

Todo parecía ser perfecto en ese momento.  Más el futuro no esta escrito en piedra y en un abrir y cerrar de ojos cualquier cosa puede suceder.  Sin sospecharlo se acercaba ese duro momento que podría empañar la felicidad que está nueva familia apenas comenzaba a disfrutar.

Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora