Sweet baby, ls.

Capítulo 10.

*Por favor, leer la nota al final del capítulo.*

Pasando los días un nuevo problema se presentó en la vivienda Styles y Harry no podía dejar de repetirse que tenía que tener paciencia y respirar profundo.

"¡Ño!" Chillló Louis e intentó alejar su rostro de la mano de Harry, quien sostenía una cuchara sopera llena de un jarabe de olor empalagoso que Louis odiaba con todo su ser. 

"Louis, tienes que tomar tus vitaminas." Harry habló toscamente, mirando al pequeño a los ojos. El pequeñín solo lo miró desafiantemente para después romper en llanto.

"Cariño." Suavizó. "Tenemos esta discusión todos los días, ya deberías calmarte y aceptarlo." Intentó razonar con el niño, pero era un caso perdido conversar con Louis para hacerlo entrar en razón con ese humor.

Louis negó con la cabeza sollozando.

"Louis, por favor." Harry suplicó. Se le hacía tarde para ir a trabajar y Nani aún no llegaba para quedarse con Louis

"Ño." Musitó. El pequeño tenía sus brazos cruzados y el ceño fruncido, el chupón en sus labios se movía debido a la fuerza con la que lo adsorbía. 

"No lo voy a volver a repetir."

Louis le dio una mirada intensa, retándolo con ella.

"No me mires así, Louis. Lo único que conseguirás es un ca-"

Un chupón rojo con diseño de Mickey Mouse se estrelló contra su nariz. Louis le había lanzado el chupón en la cara y Harry no podía creerlo.

"Suficiente." Harry dejó caer la cuchara con el jarabe dentro del lavaplatos importándole un carajo si perdía un poco del medicamento y tomó a Louis por debajo de sus axilas, y lo llevó a la sala. "Vas a bajar tus pantalones y te vas a poner en mi regazo. "Se sentó en en sofá con el niño de pie frente a él.

Louis bajó la cabeza e hizo lo que se le ordenó a regañadientes.

"Vas a tener 20 y un pequeño descanso a la mitad, ¿te parece justo?" Louis solo asintió. Harry gruñó y le dio una nalgada. "Usa tus palabras."

"Sí, papi." Bufó.

"¿Sabes por qué te estoy castigando?" Preguntó mientras acariciaba lentamente la nalga izquierda del niño en forma de consuelo por lo que se avecinaba. Harry tiene una mano grande y no será gentil con el niño.

"Porque te lancé mi chupón..." Habló despacio.

"¿Y qué más?" Presionó.

"Fui desobediente." Murmuró.

"Muy bien. Vas a contar y agradecer después de cada golpe."

"Sí, papi." Y Harry dejó caer su mano.

En los primeros cinco nalgazos Louis solo se quejó.

Al décimo, ya estaba llorando. Agradecía tener un papi tan considerado por dejarlo descansar unos segundos para seguir después. Lo aliviaba mucho.

Al quinceavo Louis perdió la cuenta y solo sollozaba. De todas formas tomó su castigo hasta el final como un buen niño y Harry solo ignoró que dejó de contar en algún momento.

El mayor arregló la ropa del pequeño y lo sentó en su regazo evitando hacer presión en su trasero.

"Ya, amor. Lo hiciste muy bien." Consoló al pequeño quien hipaba, no por el dolor sino por haber sido tan mal niño y decepcionar a su papi. Se agarró del cuello del mayor y escondió su carita ahí mientras que Harry acariciaba su cabello.