500 de Loudcest street

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Los gemidos resonaban por la casa Loud, el crujir de los muelles incomodaba mucho a todas las habitantes de la casa. Ya llevaban varias horas y Lori sentía escalofríos. Finalmente los sonidos dejaron de sonar. Lynn no tardó en salir de la habitación de Lincoln y reunirse con el resto de sus hermanas en la sala de abajo.

- Estoy agotada, Lori, mañana te toca a tí... Si seguimos así creo que la próxima necesitaré ponerme hielo. 

- Yo... ¿Leni, podrías cambiarme el turno?. Literalmente no puedo hacer eso mañana, viene Bobby y...

- Sis, Leni está trabajando. Ya sabes que es la única con empleo estable y solo puede los fines de semana.

Lori se puso nerviosa en el acto, necesitaba que alguna le cubriese el turno.

- ¿Y tu Luna?

- A mi no me mires, ya me tocó ayer y aún estoy dolorida.

- ¿Luan?

- ¿Estas loca? Me tocarían dos días seguidos, ¿a caso quieres que me rompa? 

- ¡AAAAHHHH! Todo por tu culpa. ¿Cómo nos has podido hacer algo así?

- Tranquilízate sis, ya está buscando un remedio al problema.

- Lana y yo podríamos echar una mano, aunque no podamos llegar al final... Si somos las dos a la vez, puede que se conforme.

- Negativo, nueshtra unidad fraternal neceshita de la realización completa del acto conocido como coito. Vueshtrosh cuerposh no eshtan formadosh lo shuficiente como para satishfacer esha necesidad.

- Ya han pasado dos semanas y seguimos igual, vale que no queremos que Lincoln muera, pero... Si seguimos así, no voy a poder tenerme en pie en las fiestas de cumpleaños, ¿entienden? 

- Vuestra hermana hace todo lo posible por encontrar una cura, chicas, se que es duro, pero tenéis que aguantar hasta que todo vuelva a la normalidad.

- Bueno... Pero mamá, ¿No podrías tomar tu alguno de nuestros turnos?

Rita palideció ante las palabras de la mayor de sus hijas.

- Cariño, yo ya tengo que lidiar con vuestro padre y os aseguro que noes moco de pavo. ¿Por que creéis que sois 11?

- ¡¡¡AAAAHHHH!!! Maldita sea, como sigamos así esto afectará a mi rendimiento en los deportes. ¡¡LUCY!! ¿Cuándo piensas arreglar este estropicio?

Todas se giraron a la vez dirigiendo su mirada a la joven gótica que seguía enfrascada entre varios libros. Todas la miraban con el ceño fruncido y de forma acusatoria. Lucy simplemente alzó un momento la mirada de uno de los libros para contestar a su hermana.

- ...Estoy en ello... No es fácil encontrar una forma de deshacerse de ese demonio...

- Lo que no entiendo es por que ella no entra en la rotación de turnos si fue la que invocó a ese ser que ha poseído a nuestro hermano.

- ...Ese "ser" es un íncubo... es una especie de versión masculina del súcubo... Un demonio que se alimenta de las energías desprendidas durante el acto sexual... solo que una súcubo le basta con absorber las secreciones masculinas y el íncubo solo puede alimentarse de la energía desprendida al realizar el acto completo... por eso deben tener relaciones con él una vez al día... Si no se alimenta de esas energías, se alimentará de la vida de Lincoln... 

- ¡YA, YA, YA. Eso ya nos lo has contado varias veces, pero no podemos seguir así! Es nuestro hermano, ¿Sabes el repelús que me da cada vez que entro ahí? A demás, parece que cada vez está más fuerte, hoy hemos agotado una caja de preservativos entera.

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