No sé como, pero me encontraba vagando en un mundo completamente nuevo, como muchas veces anteriormente. Mi mente no dejaba de pasar imagen tras imagen, pensamientos y emociones corrían apresuradas por un frío riel de hierro plateado, adornado con formas onduladas del mismo color.
Mi voz inquieta me relataba una historia sobre cualquier cosa que escuchará del mundo exterior, por un momento volé en cielo hasta sentir como el sonido creado por el me traía denuevo al mundo, mi mundo.
Un lugar donde solo soy un exterior torpe y perdido, sabía que no debía divagar pero mientras una palabra salía de su boca, dos salían de mi mente. Y me pregunte cómo fue que lo logré tanto tiempo, como no me di cuenta antes de lo que pasaba, me fue imposible concentrarme.
Solo resto pedir a quien sea que pueda oírme, que no sean cosas tan importantes, donde sarcástica me consolaba por lo ilusa que pude haber sonado.
De pronto me encontré en un limbo que amenazaba con engullir me; y resignada solo deje de poner resistencia, mientras mi realidad colisionaba violenta con mis sueños y se mezclaban en una sensación abrumadora que hacia difícil el respirar.
Me vi en una ilusión pintada de verdad; cada palabra saturada de pesar que llegaba a mi, era transformada en un futuro escalofriante e incierto. Mi garganta se transformó en un nudo y mis ojos acuosos buscaban desesperados mantenerme unida a mi verdad.
Y de pronto comprendí, no es la primera vez ni la última que me sentiré así; inconcientemente lo sabía pero aún no lo asimilaba, solo será hoy o quizás mañana también, pero pasará tan rápido que lo olvidaré tan deprisa como pierdo parte de mi vida.
Porque hoy no solo es un día, hoy es un mal día.
