Amity nunca había corrido tan rápido como esa tarde. Su corazón latía desbocado y su mente pensaba en mil posibilidades de lo que podría ocurrir con la tríclope. A todo esto, se le sumaba una dosis de enorme culpa por cómo las cosas habían sucedido. Si hubiera sido más honesta, pensaba mientras terminaba de atravesar el bosque y observaba las puertas de mármol de Hexside, no estaría en esta situación. Solo espero que Boscha no se moleste. Y que Luz no se entere de nada.
Amity entró a la escuela, en busca del salón de Pociones dónde se reunía con Boscha todas las tardes cuando la pobre e ingenua Luz creía que su novia practicaba sus hechizos de Abominables a solas. Amity no podía evitar sentir la culpa carcomiendo sus entrañas. Luz era la persona más linda que había conocido, a pesar de ser humana. Siempre había estado ahí para apoyarla. Cuando ocurrió el problema con Otabin en la biblioteca, Luz se lanzó a su rescate sin dudar ni un segundo. Durante su entrenamiento en la Rodilla, Luz intentó rescatar a sus hermanos. La ayudó a recuperar los recuerdos de Willow que ella misma había quemado en su estúpido intento de ocultar su rota amistad. Y como olvidar su baile de Grom y la batalla contra el demonio del miedo. Habían pasado más de dos años y ese recuerdo seguía calentando su corazón.
Aunque Amity amaba a Luz y soñaba con vivir el resto de su vida junta a la humana, no podía evitar sentir que algo faltaba. Que a pesar de todos los momentos que habían vivido juntos y todo lo que sentían la una por la otra, había algo que necesitaba. Nunca se lo dijo a Luz, pues no quería que ella se sintiese insuficiente para Amity. Aunque ese fuese el caso.
Ese sentimiento de vacío se intensificó cuando Luz regresó a su mundo por unos meses para visitar a su madre y explicarle lo que había ocurrido en las Islas.
Al principio Amity se juntaba con Willow y Gus, pero pronto se dio cuenta que, aunque apreciaba su compañía y su amistad, había algo que faltaba ahí. Poco a poco, sin que ellos se dieran cuenta, Amity empezó a alejarse, inventando excusas para no tener que verlos ni pasar tiempo con ellos. Funcionó, pero para que no sospecharan nada, solía pasar los sábados con ellos. Después sintió que podía mejorar su relación con sus hermanos, después de todo, ellos la habían apoyado en todo el proceso de declarársele a Luz y en ocultar su relación de sus padres. Sin embargo, tampoco funcionó.
Amity pensaba que lo que necesitaba era un poco de acción en su vida. Así que se le unió a las bromas y jugarretas que sus hermanos realizaban. Y aunque al principio parecía que eso era exactamente lo que Amity necesitaba, pues se sentía más viva y feliz de lo que recordaba, esa sensación pronto desapareció y volvió a quedarse con el mismo sentimiento de vacío. La parte positiva era que fue muchísimo más fácil ignorar a sus hermanos que a Willow y a Gus. Aunque Amity seguía con la duda del porque se sentía como se sentía, pronto encontró la respuesta a su pregunta.
Amity recorría los pasillos cuando de repente sintió los brazos de una persona sobre su cintura. Amity intentó conjurar un Abominable para defenderse cuando los mismos brazos le dieron la vuelta y esa persona misteriosa le plantó un beso en los labios. Amity se quedó sorprendida por unos segundos antes de enojarse y empujar bruscamente a la misteriosa persona. Cayó al suelo y fue entonces cuando Amity distinguió una cabellera rosada y tres ojos que la miraban con algo que solo se podría catalogar como pura pasión y adoración.
—¿Boscha? ¿Qué demonios crees que haces? —Amity le reclamó a su antigua compañera de Rencorgby. La única respuesta que recibió fue una sonrisa pícara. Boscha agarró la mano de Amity y se la llevó a un salón que se encontraba vacío. Amity fue con ella a regañadientes. Lo que menos quería era estar a solas con ella, lo que ella le hacía sentir era algo que no se podía comparar con algo que hubiese conocido antes. Cada que la veía algo dentro de sí se encendía, pero también sabía que el pequeño juego que al que jugaban las dos tenía que terminar antes de que lastimara más a Luz.

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Cruz de Navajas
FanfictionLuz y Amity han estado saliendo por más de tres años ya. Su relación es tan fuerte como se podría esperar de dos almas gemelas. Pero Amity no puede, ni quiere, dejar ir a una cierta tríclope de cabellos rojos.