IV. ¿doble cortejo?

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Luego de haber ajustado los cinturones de seguridad, Yoon Gi comenzó a conducir alejándose de la universidad, Ji Min se giró un poco y volteó a verlo.

- ¿cómo supiste dónde encontrarme? –preguntó Ji Min.-

- Tengo buenos informantes. –contestó Yoon Gi.- un amigo me lo dijo, pero no me dijo a qué hora podría encontrarte, así que vine aquí varias veces.

El menor no pudo evitar reír al escucharlo y negó con su cabeza.

- Tú debes estar loco. –dijo Ji Min.-

- ¿por qué? Tú prometiste que nos veríamos ¿no? –Yoon Gi sonrió.-

- Sí... ¿a dónde vamos?

- A un lugar que me gusta visitar de vez en cuando. –contestó el mayor.-

Nuevamente, Ji Min sonrió, lo quedó mirando por un par de segundos más, para después volver su vista al camino que recorrían. Al llegar a su destino detuvieron el auto y se adentraron al lugar, Ji Min miraba todo con algo de asombro, pues nunca antes había ido a un lugar así para una cita.

- Bolos. –dijo Ji Min.- ¿por qué éste lugar?

- ¿por qué no? –dijo Yoon Gi.- ¿no te gusta venir?

- ¿bromeas? Claro que me gusta, solo no lo esperaba.

- Déjame adivinar, pensaste que te llevaría a comer, al cine o por un helado. –bromeó el mayor.-

- Hablas como si eso estuviese mal.

- No, no está mal, pero es muy convencional y típico. Además aquí nuestras honorables familias no sabrán que estamos juntos.

Convencido por su última frase, Ji Min asintió y fueron juntos a una mesa para sentarse a tomar una malteada mientras conversaban.

- Creo que mi intuición me falló esta vez. –dijo Yoon Gi.-

- ¿por qué lo dices?

- Porque creí que estabas solo. –dejó el vaso sobre la mesa.- pero anoche salió un alfa celoso reclamando lo que, supuestamente él, es suyo.

Ji Min desvió levemente su mirada, aclaró su garganta e igualmente dejó el vaso sobre la mesa, volviendo a ver al peli-negro que lo miraba fijamente.

- ¿él es tu novio? –preguntó Yoon Gi.-

- No es mi novio realmente. –contestó Ji Min.-

- Entiendo, te está cortejando entonces.

Sintiéndose algo incómodo, JI Min asintió e intentó distraerse, tomó de su malteada por el popote y miró a otro lado.

- Yo también me pondría celoso si otro alfa intenta algo con el omega que estoy cortejando, sobre todo siendo una belleza como tú. –agregó el mayor.-

Las mejillas de Ji Min se encendieron en rubor ante las palabras de Yoon Gi, dirigiendo nuevamente su mirada a él; aunque había tenido muchos pretendientes desde el inicio de su adolescencia, nunca antes se había sentido tan tímido y feliz por el cumplido de un hombre.

- ¿jugamos? –dijo Ji Min.-

Yoon Gi lo pensó por un momento, asintió y se levantó junto con él. Fue el primero en jugar y solo hizo caer un par de pinos.

- Buuh. –se burló el menor.-

- ¿crees que puedes hacerlo mejor? –dijo Yoon Gi.-

- Pues por supuesto. –contestó.-

- Bien. –le cedió el lugar.- veamos qué tal lo haces.

Con una sonrisa algo engreída, Ji Min se levantó y tomó la bola que la máquina le regresó, para posicionarse bien, mirando los pinos bien ordenados que él debía derribar.

Como Romeo y Julieta || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora