1.

464 67 16
                                    

El día transcurría con normalidad. Taehyung caminaba por uno de los pasillos de su escuela leyendo uno de los nuevos artículos de su blog favorito de cosas paranormales.

Estaba tan concentrado que no escuchaba los comentarios y susurros tras su espalda, y eso era bueno, al fin y al cabo cada comentario se lo sabía de memoria.

Se sentó en una mesa algo alejada del resto, como siempre, dejando su libro a un lado y continuando con el artículo.

"Los íncubos"

Demonios que tienen relaciones contigo a cambio de un poco de tu energía.

Lo había escuchando antes pero nunca le había dado verdadera atención, y justo ahora le parecía bastante interesante.

-¿Debería probarlo?-

Pensó para sus adentros, estando tan inmerso en aquel texto que explicaba con detalle cómo invocar a uno que no se dio cuenta cuando un grupo de chicos se le acercaron, dispuestos a fastidiarlo como siempre.

-¿Qué haces, idiota?-

Dijo el chico de cabellos oscuros con voz arrogante.

-Déjame en paz.-

Contestó Taehyung, tomando su libro y su teléfono, dispuesto a alejarse. Sin embargo aquel chico lo tomó de la camisa, tirándola tan fuerte que hizo que cayera al suelo.

-No me contestes así, maricon.-

-Entonces no fastidies.-

Iba a levantarse pero fue empujado nuevamente, golpeándose fuertemente contra la superficie.

Todos a su alrededor dirigieron su mirada a ellos, rodeandolos en un segundo para observar aquella "pelea".

-Te haré la vida imposible las veces que quiera, maldito gay del demonio.-

Soltó para luego darle un fuerte golpe en el rostro.

-Llama a tus demonios a ver si te salvan, idiota.-

Taehyung no podía moverse, su fuerza no era nada comparada a la fuerza del contrario, por lo que se dejó hacer, no perdería fuerzas, sabía que no podría hacer nada al respecto.

-No pierdas más el tiempo con este estúpido, mejor vámonos.-

Dijo uno de los chicos de aquel grupo.

-Si, es mejor, no vaya a ser que nos pegue lo gay y lo rarito.-

Dijo con tono burlesco, dándole un último empujón al castaño para luego irse.

Se levantó de su lugar, evitando las miradas que le dirigían y los murmullos a su alrededor que empezaban a asfixiarlo. Tomó su teléfono y su libro para dirigirse al baño a limpiar los rastros de sangre que posiblemente tenía en su rostro.

-Bueno, creo que voy a intentarlo, después de todo no tengo nada que perder.-

Llegó a su apartamento luego de una infernal jornada escolar, dispuesto a ponerse un poco de hielo en los moretones que empezaban a salir en su rostro.

Acarició su rostro con aquel helado bloque, esperando que la hinchazón bajara un poco.

-Por suerte son pequeños. Podré cubrirlos con maquillaje.-

Aplicó un poco de maquillaje sobre las heridas y se vistió con su uniforme de trabajo, listo para salir de su casa.

-Podría pasar a comprar lo necesario para la invocación luego del trabajo.-

Porque si, ya estaba decidido a invocar un íncubo, pues siempre había sido alguien muy curioso.

Tomó su mochila y salió de su casa, sintiéndose emocionado. Sería la primera vez que tendría un encuentro sobrenatural y esa idea le encantaba.

Entró a su casa luego de un largo día de trabajo, dejando su mochila en su pequeño sofá para luego dirigirse al baño, dispuesto a darse una buena ducha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entró a su casa luego de un largo día de trabajo, dejando su mochila en su pequeño sofá para luego dirigirse al baño, dispuesto a darse una buena ducha.

Salió del baño y procedió a vestirse y cepillar su cabello para luego ir a comer un poco.

"7:18 pm."

Vio en el reloj de su habitación.

-Tengo tiempo, puedo hacerlo hoy.-

Dijo emocionado, corriendo hacia su sala por su mochila y sacando todo lo necesario.

Tomó su teléfono y siguió uno a uno los pasos que se le eran indicados.

-Ahora todo está listo.-

Recitó en voz alta aquella oración que le mostraban en el blog y de repente se sintió mareado, su vista se nubló, sintiendo de repente un sueño desesperante, por lo que en el suelo cayó dormido.

En su sueño un chico de cabellos oscuros y mirada penetrante apareció frente a él, observándolo fijamente con una expresión seria en su rostro.
Veía sus prendas negras al igual que las alas que salían de su espalda, sintiéndose pequeño y sumiso ante el cuerpo musculoso que tenía en frente.

-¿Estás seguro de esto?-

Preguntó con voz fuerte y serena.

-Sí, estoy seguro.-

Dijo Taehyung con voz temblorosa.

-Haré lo que sea que me pidas, pero a cambio tomaré algo de tu energía, lo sabes ¿No?-

-Sí, lo sé.-

El de ropas oscuras asintió.

-¿Deseas que tome la forma de alguien?-

-No, conserva tu forma, me gusta.-

Dijo Taehyung tranquilo. Aquel chico sí que tenía agallas.

El íncubo se sorprendió ante aquello, pues nunca le habían pedido que conservara su forma original.

-Está bien, supongo. Si no te molesta retiraré mis alas, no creo que sea algo cómodo.-

Taehyung asintió.

-Y... ¿Cual es tu nombre?-

El azabache levantó la mirada, posándola en los dulces ojos de Taehyung.

-No es algo que importe.-

-Es algo que quiero saber.-

Suspiró, después de todo no había problema en que supiera su nombre.

-Jeon Jungkook.-

-Jungkook, vale. Mi nombre es Taehyung.-

Asintió sin darle importancia.

-Bueno, entonces ¿Qué rol quieres tomar? ¿Activo? ¿Pasivo?-

Taehyung no lo pensó ni un segundo, lo tenía claro.

-Pasivo.-

Jungkook asintió con la cabeza.

-¿Eres virgen? ¿O ya tuviste algo ahí atrás?-

-Solo dedos y juguetes, así que se suave, es lo único que pido, puedes ser libre y controlar como gustes con tal de que se sienta bien.-

-Está bien. Entonces empecemos con esto.-

For eternity [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora