"No sé qué voy a hacer contigo, es la tercera vez que tengo que hablar con el jefe de tu casa para que no aumenten tus castigos". - mencionó Bang Chan con cansancio, su cabeza retumbaba, sentía un enorme deseo de regañarlos para ver si podían dejar de hacer travesuras. La verdad es que no tenían la culpa, no debería haberles presentado a BamBam y Yugyeom.
"Lo sentimos mucho, hyung. En serio, no volverá a suceder". - Dijo Jisung una y otra vez mientras se frotaba las palmas de las manos en forma de oración, esta vez parecía que la habían cagado, nunca antes habían visto a su hyung así. Bang Chan tenía la reputación de ser una persona muy paciente y amable, pero aparentemente esa pareja había agotado toda la paciencia y amabilidad por las que se caracterizaba. - "Solo estábamos tratando de llamar la atención de Hyunjin-hyung ... Sabes cuánto le gusta a SeungMin".
"¿Mediante el uso del encantamiento para vomitar babosas?" - Con cada palabra su tono de voz subía, retumbando en las paredes de esa habitación donde solo estaban los cuatro. - "SeungMin está en la enfermería, vomitando babosas, sin parar. Debería quitarle sus permisos para Hogsmeade esta semana-"
"No hyung, por favor, te lo ruego." - Félix se arrodilló frente a los mayores, suplicándole con la mirada esperando que su ternura hiciera efecto. - "Changbin-hyung acordó hacerme compañía para que pueda comprar dulces para mi familia. No puedes hacerme esto, hyung. Woojin-hyung, tú que eres el 'cabecilla', hazle entrar en razón!"
"¿No crees que estás siendo un poco duro, Chan?" - preguntó Woojin, ayudando a Felix a levantarse. Entiende el estrés por el que está pasando el otro, cada año la vida estudiantil era más tormentosa. Aunque lo que hicieron ambos alumnos fue de muy mal gusto, el cariño que les tenía no le permitió aplicar las reglas como debía. - "Podemos hacer un trato, el Club de Herbología necesita ayuda, para que algunas manos no les hagan daño".
Chan dejó escapar un suspiro, no podía negar la solicitud de Hufflepuff. Literalmente lo tenía alrededor de su dedo meñique, por lo que no tuvo más remedio que aceptar. - "Muy bien, Club de Herbología, tres veces a la semana, antes de la cena, cinco semanas. Y no creas que estás salvo, Jisung, porque se lo haré saber a Jeong Yeon-noona." - No pudo evitar pensar que realmente estaba siendo muy duro con ellos; sin embargo, tenían que aprender de alguna manera. - "No te metas en más líos, no es mucho para las vacaciones y no quiero que vuelvas a ser castigada". - concluyó con una leve sonrisa.
"Lo sentimos mucho, hyung, si algo vuelve a suceder, trataremos de hacerlo suave". - Jisung asintió, un poco nervioso por el hecho de que el prefecto de su casa supiera en detalle lo que pasó. - "Quiero decir, no volverá a suceder". - corrigió después de que Felix le diera una mirada amenazante.
"¡Esto es tu culpa!" - refunfuñó el rubio mientras caminaban hacia el Gran Comedor. Se habían salvado por un poco de haber recibido un castigo mayor, gracias al cielo sus hyungs estaban allí. - "Ahora tenemos que encargarnos de las mandrágoras, con lo molestas que son. Casi pierdo mi 'rato' con Changbin-hyung y SeungMin sigue vomitando babosas. Siento que voy a llorar".
"No, no, no. Félix, sabes bien que yo no hice el hechizo con esa intención. ¡Me equivoqué, tú mismo lo dijiste! No llores, si quieres iré una semana por ti. Tú sabes que te amo ".
"¡Yo también te quiero!" - gritó, abrazándolo con fuerza, sin importarle que los otros estudiantes presenciaran la escena - "No podria dejar que soportaras esas cosas solo, iremos juntos. Espero que la profesora Sprout tenga piedad de nosotros" - Jisung realmente agradeció su amistad, como si estuvieran destinados a compartir historias juntos. Entonces se sintió más culpable, el problema es que no pudieron evitarlo, era como si la aventura, el peligro, las bromas los llamaran sin parar. No es que dejarían de hacerlo, solo que tendrían que ser más cuidadosos, extremadamente cuidadosos.
"¡Felix! ¡Jisung!" - Buscaron al dueño de la voz entre todos los estudiantes que siguieron sus caminos. - "¡Oye por aquí!" - Dos pares de manos estaban arriba tratando de llamar su atención.
"Es Hyunjin-hyung" - reconoció Felix - "¡Ah y Changbin-hyung! Jisung, por favor dime que me veo decente" - sacudió a su amigo nerviosamente.
"Eres decente." - Asintió, si mencionaba su cabello desordenado y su túnica arrugada, seguramente su amigo se escaparía.
"Pensé que estarían limpiando calderos después de lo que pasó". - dijo Hyunjin dándoles una palmada en la espalda a ambos. Parecía de buen humor, aunque seguramente hechizaría la cama de Jisung tan pronto como se retiraran a sus dormitorios. Por cada minuto que pasaba Jisung, reconocía que su idea no era la mejor, tendría que dormir con un ojo abierto.
"¡Hyung! Mi amado hyung, mi adorable hyung. La gente comete errores, por eso somos seres humanos; sin embargo, creo que no todos nacimos para los encantamientos. ¡Oh, pero mira a quién veo! ¡Momo-noona, Momo-noona! "- Aprovechó la oportunidad para huir buscando refugio donde su amado compañero de piso, mala suerte que Hyunjin también lo fuera.
Las 'peleas' entre Jisung y Hyunjin eran algo común todos los días, aunque la mayoría de las veces el mayor las dejaba pasar; Sin embargo, cuando se trataba de SeungMin, algo dentro de él buscaba venganza. No pudo evitarlo.
"Supongo que también deberíamos ir a comer, lo necesitamos para el próximo juego. Por cierto, Chan-hyung mencionó que no participarías en él", dijo Changbin mientras se dirigían a su mesa.
"¿¡Qué !? P-pero había hecho un trato con hyung-"
"Fue una broma, cálmate, no te preocupes. Pero sí, mencionó que no dudaría en dejarte sin escoba si pasa algo más. No lo provoques, te necesitamos. Además, es más divertido jugar contigo. "- Sonrió levemente, provocando un leve enrojecimiento en las mejillas del menor.
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"Es más divertido jugar contigo"
Esas palabras no le dejaban dormir, cada vez que invadían su mente no podía evitar sentir que su rostro se ponía rojo. Su corazón latía mil veces por hora y sus manos sudaban. Changbin había dicho que jugar Quidditch era más divertido si él estaba allí. Quería gritar como una colegiala en un manga shoujo, pero sus compañeros de cuarto ya estaban dormidos, así que guardó sus gritos para otro momento. Un par de horas más tarde pudo quedarse dormido, soñando con el éxito que tendría su salida a Hogsmeade.
