Recuerdos

Capítulo 6: ¿iQué!?

"¿Tienes miedo?" Chi-chi le preguntó de repente, mientras se quitaba la camisa para unirse en la cama. "¿Para qué?" Goku le preguntó simplemente mientras se sentaba a su lado recostando la cabeza sobre la almohada.

"¡¿Para qué?!" Chi-chi preguntó incrédula, "¡¿Por qué te parece tonto?!" terminó un poco molesta.

"¡Sólo falta dos días para que te enfrentes a Cell!" se dejó caer en la cama y suspiró; "En caso de que lo hayas olvidado..." murmuró y le dio la espalda.

Goku suspiró y puso su mano en su cadera, "Chi-chi..." susurró y se acercó más a ella, "¿Podemos no hablar de Cell, solo por unos días más?" le preguntó a ella. Apoyando su cabeza en su almohada y abrazándola contra su cuerpo.

"¿Entonces prometes volver después de los juegos?" susurró después de unos largos momentos de silencio.

No hubo respuesta, solo un suave ronquido proveniente de su esposo. Ella frunció el ceño un poco, resistiendo el impulso de golpearlo y hacerle prometer que volvería. En lugar de eso, se quedó allí tumbada, esperando profundamente hasta que el sueño la reclamara.

Nunca se dio cuenta de que sus ojos estaban muy abiertos, nunca se dio cuenta de que la había agarrado con más fuerza.

¿Cómo podía hacer una promesa como esa?...

¿Cómo podía hacer una promesa que no sabía con certeza que sería capaz de cumplir?

Ella nunca lo perdonaría por eso.

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"¿Soñando despierto otra vez eh?" Mika preguntó con un toque de humor en su voz. Estaban almorzando y Goku había pasado por sus muchos platos de comida, de hecho, su estómago ya estaba completamente lleno.

Él sonrió tímidamente y fingió un largo bostezo, "Eso siempre sucede después de haber comido una buena comida, me da sueño". Él mintió.

"Cierto..." Mika se puso de pie y recogió los platos sucios, las sartenes y casi todo lo demás que se usó para consumir el almuerzo que había preparado.

"Tengo que admitir", dijo Mika, "Que también me eh encontrado en una posición de ensueño últimamente en estos días".

Goku miró hacia arriba y la vio poner todo en el lavavajillas.

"Recuerdo las pequeñas cosas que Goku y yo hicimos antes de que él se fuera, las pequeñas cosas que me hacen extrañar su presencia cada vez más a medida que pasa el tiempo". Continuó, sin reconocer realmente la presencia de Goku.

"Supongo que eso sucede cuando empiezas a extrañar al que amas tanto. Te das cuenta de por qué los extrañarías... y luego..." hizo una pausa, "Entonces, empiezas a preguntarte cómo serás capaz de salir adelante en tu vida sin la presencia de esa persona a tu lado. Solo empeora el dolor ".

Su voz se apagó, Goku pudo decir por el sonido de su voz que estaba al borde de las lágrimas.

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Observó a su hijo dormir profundamente en su cama, como si ignorara por completo lo que iba a pasar en unas pocas horas. En las próximas horas finalmente se enfrentarían a Cell, la pelea finalmente comenzaría y Goku tenía un sentimiento muy fuerte de que la pelea uno a uno entre Gohan y Cell sería la que determinaría el futuro de todo el planeta.

Goku no se sintió mal por poner esto sobre los jóvenes hombros de su hijo; había sido un mero testigo del poder que su hijo parecía estar ocultando a todos. Y Goku sabía que este poder, una vez que fuera liberado, los salvaría a todos de Cell.

"Estarás bien..." susurró Goku mientras se levantaba de la silla de la habitación de su hijo y apagaba las lunes detrás de él. Cruzó el pasillo directamente hacia su propio dormitorio, para encontrar a su esposa, profundamente dormida en su cama.