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Como en cada mañana, Lisa realizaba aquella rutina mañanera que con el pasar del tiempo se le volvía tediosa, pero más era su flojera de reinventarlo, por lo que sus quejas iban directo a un rincón muy profundo de su mente y hacía que se olvidara completamente de este.

Los rayos de luz que se colaban por los pequeños espacios que dejaban las persianas llegaban a cegarla, sin embargo, a veces le gustaba pararse sobre una ventana y que el calor que emanaba de este, enfriaran en finas partes todo su cuerpo, además de ser una linda escena para la persona quien la viera.

Una vez estaba lista para comenzar su día, se sentó en una de las sillas que hacían juego con el mesón de su cocina, tomó su taza con café caliente y lo iba tomando de a sorbos.

Lisa estaba tranquila a simple vista, pero en su interior, se estaba revolcando en un mar de emociones.

En los últimos días se estaba preparando para volver a ver a JiSoo.

La chica pelinegra se había ido de viaje unos meses a Canadá para terminar su carrera universitaria. JiSoo le había ofrecido irse con ella, pero Lisa tenía miedo, no se había percatado de lo que sentía, mucho menos de lo que sentiría después de haber rechazado la propuesta de su chica.

Así es, su chica.

Su relación con JiSoo se había convertido en un sin sentido, el más lindo sin sentido que Lisa pudo darle. A veces sentía que el sentimiento era mutuo, pero una parte de ella nunca quiso aceptarlo, no conseguía respuesta. Por otro lado, Lisa pensaba que solo era una confusión y lo dejaba pasar por alto.

Gran error.

Un mes después de dejar a JiSoo en el aeropuerto y ver cómo se desaparecía de su vista, la tailandesa no paraba de pensar en lo vacía que se sentía y que por un sentimiento que no tenía nombre, rechazó algo que pudo haberle hecho sentir completamente feliz.

Un año y medio después, había llegado el día. Lisa volvería a ver a aquella chica que no la había dejado dormir durante noches y que en las mañanas, era su primer pensamiento.

Lo pensó de todas las maneras posibles, ChaeYoung, su amiga de toda la vida, estuvo presente en todo momento para apoyarla, a veces su paciencia llegaba a cero por el hecho de que Lisa no terminaba de abrir los ojos y que le estaba dando vueltas a un asunto que solo tenía una respuesta.

Incluso Jennie, quien en algún punto de la vida se había vuelto como una hermana para Lisa, quería tener la capacidad de entrar en su cerebro y arreglar todo el desastre innecesario que se había creado.

Pero al fin había logrado que Lalisa lo entendiera.

La tailandesa vio la hora en la pantalla de su celular. Ya era momento de ir a buscarla.

— ¿Lista para verla? — Jennie y ChaeYoung esperaban a fuera de la casa de la tailandesa. Trago en seco, no estaba lista, pero sus ganas sobrepasaban cualquier cosa.

— ¿Me puedes recordar por qué está pasando esto? —

—Lalisa, no tenemos tiempo de cuestionarnos por vez infinita tu estupidez, sube al carro antes de que se haga más tarde o iré yo a robártela. — Dijo Jennie. Ella siempre había sido cercana a JiSoo y por un momento también sintió algo por ella, pero con el tiempo, algo ocurrió, pero nunca se mencionó el tema.

Lisa subió al carro junto a sus dos amigas, en el camino fueron en silencio o al menos eso pensaba, el corazón le estaba yendo rápido y escuchaba claramente cada latido, eso la tenía tensa.

Durante ese largo año y medio, Lisa y JiSoo tuvieron momentos en las que se cansaban de esconder lo que sentía una por la otra, pero el temor de que aquello no fuese correspondido les ganaba y prefirieron quedarse con aquella amistad que habían creado, pues esto, era algo con un valor inefable. Pero Lisa ya estaba decidida, no podía aguantar otro segundo más sin tener su mundo entre sus manos.

☆ Flight Of The Stars - LiSoo T.S ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora