Capítulo 8

527 62 17
                                    


CAPÍTULO 8

-¿Cómo se encuentra?

-Se niega a probar alimento.

Abrí los ojos lentamente, las voces en la entrada de mis habitaciones me despertaron. Intenté cubrirme con mis sábanas por completo para volver a dormir, pero un fiero gruñido interrumpió la paz del lugar.

-Dame eso, puedes retirarte.

Silencio. Al fin.

-¿Acaso piensas matarte de inanición?

La voz de mi esposo me espantó, no sólo por su tono frío y crítico, sino por su cercanía. Intenté quedarme inmóvil, aparentar que dormía pero la suave tela que cubría mi cuerpo desapareció de repente.

-Sé que estás consiente, así que respóndeme y deja de comportarte como una niña.

Me giré y pude ver a Indra de pie a mi lado, sosteniendo en su mano la vajilla con comida que hacía rato había traído Karui. Había perdido todo el apetito desde que Indra me anunció aquello, no quería salir de mis habitaciones, no quería ver a nadie ¿tan difícil era consentir eso?

Rodé los ojos y me enderecé sobre el lecho que compartía con él.

-No tengo hambre, deja de intentar obligarme a hacer algo que no quier...

-Llevas tres días sin probar alimento, Sakuratra, además si duermes ahora seguro no despertarás hasta el mediodía de mañana- el condescendiente tono de su voz me molestó. Si intentaba fingir preocupación hacia mí le estaba saliendo muy mal. Además, ¿era tan tarde? Miré hacia nuestro balcón y en efecto, afuera la noche caía sobre el pueblo de Egipto y la luz de la luna nos cubría como un manto mágico. Tal vez por eso Indra lucía más imponente que de día.

-No moriré por tan poco.

Ambos guardamos silencio durante un momento que pareció eterno. Indra se inclinó y dejó la vasija sobre la mesa que se encontraba al costado de mi cama. Pensé que se daría la vuelta y se iría, pero para mi sorpresa se sentó al pie de nuestro lecho, aunque sin mirar ni una sola vez en mi dirección.

-¿Lo amas?

Aquello me dejó paralizada. De entre todas las preguntas posibles, sin duda esa fue la que menos esperaba, no supe responder así que guardé silencio una vez más. En mi pecho ardía la noticia a fuego lento, no quería ver a aquella mujer, la que sí podría permanecer junto a Sasukemon toda su vida mientras yo tenía que comportarme a la altura de mi posición como reina de Egipto junto a Indra. No era justo, cuando creía que podía salir adelante e intentar ser feliz, la noticia del embarazo me abofeteó duramente; además, también estaba el hecho de que la presión sobre mi matrimonio para tener un hijo aumentaba.

El faraón y su esposa aún no volvían para mi buena suerte, pero el tiempo corría en una dirección no muy favorable para mí. Y ahora lo que menos necesitaba es que mi esposo supiera que mi corazón amaba con locura a su hermano.

-Por supuesto que no- murmuré tajante mientras tomaba una túnica para cubrir mi cuerpo desnudo. Me había acostumbrado tanto a la frialdad de Indra que mostrarle mi cuerpo me resultaba algo ya común. Además, no es como si estuviera muy cubierta aún estando vestida.- Pero sabes perfectamente que ese niño no puede nacer antes que tu primogénito.

Indra me miró impasible, sospeché que no diría nada más, así que me levanté y me estiré. Sentía los músculos agarrotados, el dormir tantas horas empezaba a cobrarme factura; me dispuse a caminar hacia mi lavatorio pero un par de manos colándose por debajo de mi túnica, rodeando mi cintura me detuvieron en seco.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 23, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Dioses del Nilo -  Fanfic - IndraSakuWhere stories live. Discover now