Capítulo 2

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CAPÍTULO 2

Karui se encontraba cepillando mi larga cabellera después de bañarme. También había ungido aceites por todo mi cuerpo, incluso en zonas que me hicieron enrojecer de vergüenza. Argumentó que debía acostumbrarme pues cuando el príncipe Indra me tomara como su mujer, nos aplicaríamos mutuamente dichas esencias. Suspiré derrotada.

-Su cabello es precioso, señorita Sakura. Es rosado como las flores que adornan las costas del Nilo y suave como la más fina de las sedas.- murmuró mientras suspiraba con una sonrisa asomando entre sus labios.

-Gracias, Karui. Aunque me tomará algo de tiempo acostumbrarme a esta clase de ropa...- dije mirando la tela con la que había vestido mi cuerpo.

La falda era muy larga, pero aquella fina tela verde sólo cubría una de mis piernas pues tenía una apertura que se abría desde el broche de oro en mi cadera, dejando completamente al descubierto mi pierna derecha. Llevaba el abdomen al descubierto, ya que la parte superior del kalasiris partía de mi cuello hasta cubrirme los pechos. La parte que rodeaba mis senos era de tela y del comienzo de éstos hacia arriba era de piedras preciosas y oro. La tela era de lino y las sandalias eran de cuero y palma. Los lazos de éstas se abrazaban a mis pantorrillas hasta llegar a mis rodillas, donde Karui las anudó.

Sobre la falda del kalasiris, y colgando de la cinturilla sobre mi feminidad, colocó un objeto en forma de rombo pero que imitaba la parte superior del cuerpo de una cobra. En el centro llevaba una piedra que tenía tallada sobre sí la forma de una media luna. Aquello llamó mi atención.

-Karui, ¿que no es la Cobra el símbolo real?- inquirí en voz baja acariciando aquél extraño objeto.- ¿Por qué en este ornamento se destaca una media luna?

-Ah, señorita, eso es porque la media luna es el símbolo propio del amo Indra.- me sonrió- Y esta piedra representa el ojo de Horus. El príncipe Indra es su reencarnación, por tanto usted como su futura reina debe portar también este símbolo.

Vaya, sí que eran bastante religiosos aquí. Suspiré mientras ella terminaba de arreglar mi cabello, sobre el cual puso una bella cadena de oro que asemejaba a una muy fina corona. En mi antebrazo izquierdo colocó un brazalete con forma de cobra. Se alejó un poco y me dedicó una emocionada sonrisa.

-Se ve usted como una diosa, señorita Sakuratra. Sin duda, el amo sí caerá ante su belleza. Es imposible que también haga caso omiso de ella.

-¿Caso omiso? ¿A qué te refieres?- inquirí curiosa.

Ella dudó un poco antes de responderme y eso sólo aumentó mi curiosidad.

-Lo que sucede es que el amo Indra nunca ha querido ser acompañado por ninguna mujer. Es bastante reservado. Dicen que es un hombre tímido, otros dicen que es frío y sin corazón- mi propio corazón se apretó ante aquello.- Yo más bien creo que no ha habido mujer que pueda cautivarlo. Pero ustedes están destinados, y además no hay mujer más hermosa que usted, mi Princesa.

Mis mejillas se sonrojaron por sus palabras pero en el fondo de mi mente ahora crecía el temor que sentía de aquél desconocido hombre. ¿Sería posible que me despreciara? ¿Sería eso preferible a que quedara cautivado por mí? No quería saberlo. Además, sus palabras llamaron mi atención, ¿Destinados?

-Karui, ¿a qué te refieres con "destinados"?- murmuré algo preocupada.

-Oh, lo que pasa es que...

Karui fue interrumpida por la voz de Minato al otro lado de mi puerta.

-Princesa, el Faraón la solicita para tomar la cena.

Dioses del Nilo -  Fanfic - IndraSakuWhere stories live. Discover now