Dentro de una burbuja✿❀MadaTobi

EPISODIO XII: eso no era un sueño

Desperto nuevamente, ¿había sido todo acaso el mismo sueño? Al estar recostado sobre su cama se sintió de vuelta a la realidad, era de día, los finos rayos del sol de filtraban por la ventana e impactaban en su rostro, paso la mano izquierda por su cara y apretó con dos dedos su entreceja.

Dio un suspiro haciendo que sus hombros se relajaran, se puso en cuclillas y después se levantó, quería evitar pensar en ese "sueño" que había tenido y simplemente seguir con su vida normalmente.

Hoy sería otra de sus rutinas aburridas en aquella residencia, sería lo mismo, darse un baño, desayunar y sentarse en el jardín mientras mira el cielo hasta el anochecer.

Tomo un baño caliente y después de vestirse desayuno, justo como su "rutina" lo indicaba, ciertamente antes se quejaba de la incontable cantidad de papeleo que hacía pero es mejor trabajar en eso a estar haciendo nada. Y entonces, tuvo una idea.

Decidió caminar por el barrio Uchiha, vaya idea tan poco coherente para el senju. Quizás no estaba en su sano juicio por querer pasear por ahí entre aquellos que odia, sin contar que posiblemente sería aburrido, pues, el primer día que llegó parecía que no había ni una sola Alma viviendo en el clan.

Se vistió de la siguiente manera.

Salió de la residencia, ni si quiera se había encontrado con izuna o con Madara, pero no le daba tanta importancia a ese tipo de cosas.

Camino por unos minutos y como se esperaba, no había ni una sola Alma, era propio de los uchiha. Escucho un leve ruido a la distancia como si alguien estuviera conversando, se aproximó, siguiendo esa voz que cada vez más se volvía más fuerte y a esta se le sumaba más bullicio. Cruzo un callejón y no odia creer lo que veía.

Había puestos coloridos, juegos, varias personas caminando y comprando, niños divirtiéndose, vendedores ambulantes y de más. Nunca pudo imaginarse que dentro del clan Uchiha existiera un lugar así de animado, se mezcló entre la gente y camino entre el bullicio, ese lugar era incluso más animado que la Aldea misma. Llego a un puesto en el que vendían calamar frito.

—Oh, que hermoso joven, ¿gusta llevar algo?— una anciana de baja estatura lo atendió, por un momento, dejo de lado su rencor hacia los uchiha y decidió disfrutar el día, pues siempre estaba encerrado en aquella casa.

—abuela, quiero una orden de medianos— dijo mirando los calamares frente a el.

—enseguida— dijo la mujer de avanzada edad, comenzando a cocinar los calamares.

Tobirama miraba a sus alrededores, aún sorprendido por como el lugar era tan alegre y colorido.

—este lugar esta así gracias a el joven Madara— dijo la anciana mientras volteaba los calamares en el fuego.

—¿disculpe?— hablo el Albino, no le había preguntado nada.

—veo que es tu primera vez aquí, este lugar no solía ser así. En los tiempos de guerra estábamos sumidos en la pobreza y la desesperación mientras más y más personas morían— la mujer dio una pausa para agregar salsa a los calamares— después, nuestra economía se vio más afectada, el joven Madara no quería causar problemas con la Aldea, así que con el tiempo montó poco a poco este lugar — puso los calamares en una bolsa— y así ahora, hay vendedores que obtienen dinero, niños que están creciendo sin el concepto de la guerra en sus vidas y personas que intentan llevar un buen camino— extendio la bolsa que contenía 3 calamares— serían 500 yenes.