EPISODIO CORTO XI: la maldicion de izanami

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—venga pequeño, no te resistas— aquel hombre se acercaba lentamente a su cuerpo mientras masajeaba sus piernas

—no por favor, déjame...n-no te me acerques— una lágrima tras otra salia de sus pequeños ojos, su ropa estaba rasgada y esa  silueta se acercaba cada vez más a el.

Tenía miedo, su cuerpo estaba temblando descontroladamente y no paraba de llorar silenciosamente. Su corazón estaba tan acelerado que dolía y sentía una fuerte impotencia en el pecho como si algo lo presionara fuertemente.

—hueles demasiado bien como para no querer que me acerque— aquella silueta dio una sonrisa burlona mientras seguía rasgando poco a poco la ropa del menor.

—p-porfavor— más lágrimas y sollozos salían del pequeño— d-dejame p-porfavor...te lo ruego— aquellos ruegos no fueron escuchados  ni por aquel que tenía enfrente ni por nadie.

Su rostro húmedo por las abundantes lágrimas, su cuerpo temblando y su respiración acelerada, estaba tan asustado que podría desmayarse ahí mismo. Era una experiencia horrible. Ser acorralado sintiendo en tu pecho que te harán daño, esa era de las peores experiencias que había vivido.

—Tranquilo, déjate llevar— aquel hombre acercó su rostro al cuello del menor e inhalo el aroma rodando su piel.

Estaba asustado, quería salir de ahí y no volver a ver a ese hombre.

Aquella silueta dirigió su mano hasta su entrepierna lentamente tocando cada parte de sus delgadas y pálidas piernas.

—n-no...d-detente— lagrima tras lágrima, grito tras grito...y nadie escuchaba.


—¡¡DETENTE!!— despertó. Su cuerpo estaba sudoroso, su corazón acelerado y sus ojos llorosos...justo como en el sueño. Sin embargo, ahora estaba en una habitación oscura que parecía ser la suya, no había nadie alrededor, en cierto modo se sintió seguro. Y entonces...recuerdos que no quería que volvieran...volvieron.

Recordó que estaba en el barrio Uchiha, lugar en el cual posiblemente estaba aquel hombre que aparecía en sus pesadillas, se sentía indefenso. Recordó que había tenido relaciones con un Uchiha, cosa que no recordaba muy bien pero de solo imaginarlo su estómago se revolvió, se sentía temeroso.

Un brillo azul comenzó a brotar de su cuerpo, poco a poco como gotas de agua que flotaban en el aire, y lo cubrieron por completo. Una burbuja creció a su alrededor, brillaba como la luna llena y pequeñas burbujas yacían dentro de ella.

—Tobirama—

Escucho desde la puerta a alguien llamar su nombre, una gran cabellera de color negro completamente despeinada, ojos negros como la misma noche y bajo estos espesas ojeras

Sintió doler su pecho, y de preguntaba porque dolía tanto ver a aquel hombre.

—¿que es esto? ¿Estas bien?— El uchiha intentó acercarse hasta aquella gran burbuja que cubría el cuerpo del Albino, no fue capaz de tocarla pues al hacerlo su mano ardía como si estuviera dentro de una chimenea.

Ya había visto una vez aquel escudo que cubría al senju de pies a cabeza pero en aquel entonces al tocarla se desmayó completamente, entonces ¿porque en ese entonces solo dolía un poco?. Estaba seguro que no era un jutsu que fuera capaz de controlar, si no más bien algo que crecía por si solo.

Tobirama de pronto ya no estaba frente a aquel uchiha, estaba flotando en un espacio negro, su cuerpo comenzó a brillar y dos cintas de color azul o cubrieron mientras a su alrededor aparecía vistiendo un kimono blanco con detalles azules.

Tobirama de pronto ya no estaba frente a aquel uchiha, estaba flotando en un espacio negro, su cuerpo comenzó a brillar y dos cintas de color azul o cubrieron mientras a su alrededor aparecía vistiendo un kimono blanco con detalles azules

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Una cola creció por sobre su espalda al igual que orejas y cuando todo ese momento surrealista que parecía un suelo termino, una voz hizo eco en aquel oscuro lugar.

—¡oh! ¡alabad a la diosa izanami!

Y más voces se escucharon al unísono.

—¡oh! ¡te alabamos diosa izanami!

Un silencio reinó en aquel espacio oscuro y nuevamente la voz de profundo eco se escuchó.

—¡oh! ¡eh aquí la reencarnación de la diosa izanami! ¡reina y señora de todo lo creado y venerado! ¿estás dispuesto a afrontar tu destino?

—¿de que hablas? ¿Que destino?— interrogó el Albino confundido pero siempre alerta.

—Existe una maldición, la cual recayó sobre ti— la fuerte voz dio una pausa— Izanami, la diosa de la creación y la muerte, ¡oh, nuestra diosa! Trae a atravez de los tiempos una maldición que actualmente recae sobre ti. Izanami se enamoró de izanagi, la deidad de las 7 generaciones. Nuestra diosa izanami murió sin poder consumar su amor con la deidad izanagi. Reencarno por siglos y siglos.

—¿eso que tiene que ver conmigo?— pregunto algo molesto el senju

—Uchiha Madara, es la reencarnación de la deidad izanagi— finalizó.

Voces con penumbra como si de fantasmas se trataran hicieron presencia y murmuraron

—larga vida a la deidad izanagi

—Tobirama Senju, la reencarnación de la diosa izanami. Tu destino es sufrir, la maldición dicta que te enamorarás perdidamente de la reencarnación de izanagi, y al igual que nuestra diosa, sufrirás cada día por no demostrar tu amor y al final morirás en sus brazos para que nuestra diosa pueda sentirse plena— la voz se fue deshaciendo

—¿q-que...estas diciendo?— un escalofrío recorrió el cuerpo del Albino.

—ya no hay tiempo— pauso— debes volver y a ar locamente a nuestra deidad izanagi hasta el día de tu muerte. Esta es tu maldición.
























Este es un episodio que siempre quise poner.

Lamento que sea corto pero era lo que quedaba del capitulo, lamento no actualizar. Estaba bloqueadisima. Así será en estos días por mis trabajos de la universidad pero haré lo posible por traerles nuevo capitulo.

Gracias por seguir leyendo.

Dentro de una burbuja✿❀MadaTobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora