Conociéndonos

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Durante la guerra Joui, existieron cuatro guerreros que se destacaron de todos los demás. Conocidos como "Los últimos Samuráis".

Entre ellos estaba Sakata Gintoki, conocido como Shiroyasha.

Un joven de cabello rizado plateado y con unos ojos de pez muerto, de color rojo.

Un día, se encontraba vagando por un pequeño bosque al norte de Edo. Al pasar por un río, una figura humana llamó la atención del samurái albino. Visto de lejos, la persona que se encontraba desnuda, bañándose en el río, le pareció una delgada chica. Al fin y al cabo, tenía una coleta, cintura pequeña y la piel cuidada.

Sin embargo, si hubiera estado un poco más cerca, se hubiera percatado de algunos rasgos importantes de la persona.

Gintoki, no era un pervertido. Claro que no. Pero se escondió detrás de un árbol para observarla mejor. Sólo se estaba asegurando de que no fuera atacada por bandidos. Solamente eso.

....

Hijikata Toshirou es un chico de ojos azules, delgado de cabello largo verde oscuro, que muchas veces es confundido con una chica por su delgada figura y el largo de su cabello. Lo cual le molesta mucho, pero se ha acostumbrado a eso, de todas formas a cada idiota que lo llama "una linda chica" siempre procura darle su merecido. Un buen golpe en la cara. Y lo disfruta. Es su manera de demostrarles a esos idiotas que él es más fuerte que ellos y que no se dejará intimidar por nadie, menos por un viejo caliente urgido.

Toshirou vivía en todas partes, hace mucho tiempo que había dejado de tener un hogar. Normalmente la pasaba sentado en un viejo templo, donde era retado por miembros de los dojos de los alrededores. Terminaba algo golpeado y cubierto de tierra, así que cuando tenía que bañarse para limpiarse las heridas y quitarse la tierra; lo hacía en el río del bosque al norte de Edo. Solamente eran él y la naturaleza. No debía preocuparse por delincuentes o pervertidos; pues nadie pasaba por ahí.

Pero ese día se dio cuenta de una extraña presencia cerca de allí, por entre los árboles. No lo había visto, pero se dio cuenta que era alguien. Quizás un pervertido. No podía creer que le tocará lidiar con eso a tan temprana hora del día.

- Oi- Llamo la atención de aquella presencia que sabía se escondía entre los árboles- largo de aquí antes de que te mate, maldito bastardo- Amenazó al estúpido entrometido que andaba de mirón

Gintoki dio un respingo en su lugar cuando escuchó la voz.

— N-no es lo que crees, no te estaba espiando ni nada parecido- Hablo con voz algo nerviosa, pues no esperaba que se fuera a dar cuenta- Sólo vigilaba que no fueras atacada, hermosura- Mintió mientras se rascaba la nuca

Entonces Gintoki notó algo en la entrepierna del chico.

— ¿E-eh? ¿Eres un chico?- Pestañeó varias veces sin poder creer lo que sus ojos veían

- ¿Acaso no lo notaste en mi voz, idiota?- Reclamó Hijikata bastante molestó-- ahora que sabes que no soy una chica, vete de aquí o te mataré, lo digo en serio- Advirtió con voz gruesa y mirada amenazadora

No estaba jugando y no tenía tiempo para perderlo en tonterías. Mataría a golpes a ese albino pervertido si no se iba. Después de todo, él llegó primero, además de que seguía desnudo. No pensaba moverse pues aún no terminaba su baño.

— Heh, pero ahora que lo pienso mejor... Creo que sí podría hacerlo contigo

- ¿Eh?- El ojiazul lo miro confundido- "¿Hacerlo? ¿Hacer qué? ¿A qué se refiere este Idiota?"- Pensó Hijikata

El peliplateado se desnudó también a una velocidad luz y entró al agua.

— Aclárame algo, si?- Se fue acercando al ojiazul- Con una cara tan bonita como la tuya... Ya sabes, debes ser una cortesana. No te puedo pagar... Pero te aseguro que soy muy bueno en el sexo. Te haré tocar el cielo- Lo abrazó por la espalda y sus manos se deslizaron lentamente por su abdomen

- ¡No soy ninguna cortesana, imbécil!- Vociferó el ojiazul

Antes de que las manos del albino pudieran llegar más abajo, Hijikata le dio un puñetazo que lo derribo y hundió lo en el agua.

- ¡Vete a la mierda!- Grito y entonces salió del agua- ¡¿Cómo se atreve?! ¡¿Qué se ha creído que soy?! ¡Maldito pervertido!- Tomo su ropa interior y se la colocó rápidamente

3staba a punto de ponerse el obi de su kimono, cuando escuchó al peliplateado hablarle, pero Toshirou no quería escucharlo.

— ¡Hey!- Gintoki logro salir del agua- No fue mi intención hacerte enfadar, belleza- Entonces se fue acercando al ojiazul- Pero ese cuerpo lascivo tuyo provocó que me pusiera duro, así que toma la responsabilidad- Gintoki lo agarró por la cabeza y lo obligó a que se arrodillara hasta que estuviera a la altura de su ereccion

- ¡¿Qué demo...?! ¡Suéltame idiota!- Demandó el ojiazul

— Ahora, déjame ver que más puedes hacer con esa boquita aparte de ofender- Con su mano derecha (que era la que estaba libre) Gin tomó su viralidad y la rozó por la mejilla del joven peliverde oscuro

Hijikata se enfureció aún más ante aquel atrevimiento, pensó en golpearlo en aquella zona; sin embargo tuvo una idea muchísimo mejor. Así que sonrió e hizo como si fuera a meterse el pene a la boca, consiguiendo así una reacción positiva del contrario.

- Así me gusta- Gintoki había sonreído triunfante cuando el chico abrió la boca

Sin embargo, el albino nunca imagino lo que ocurriría a continuación; lo que Hijikata pensaba hacer en realidad.

Y de repente... ¡Hijikata mordió la punta del pene de Gintoki y se fue corriendo!

Y al sentir la mordida, el peliplateado quedó en KO, tumbado en el suelo, retorciéndose y quejándose del dolor que le provocó aquella mordida. Afortunadamente, no le arrancó el pedazo de carne, pero faltas no le hicieron al peliverde oscuro.

— M-maldito ponytail, me dejaste sin descendencia... ¡Oi!- Reclamó Gintoki en el piso












Continuará...

Esta historia es creación mía y de Parfait-sama, esperemos les guste está historia, voten y dejen sus comentarios.

Un Encuentro Que Salió MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora