Salvandolo

160 17 1
                                    

Unos días después...

Hijikata como siempre estaba metido en un gran lío. Él siempre peleaba con algunos hombres que le retaban o que querían acabar con él por haber dejado en ridículo sus dojos. Ese día no era la excepción. Estaba peleando contra treinta hombres, fácilmente podría con todos, había noqueado ya a la mitad de ellos; cuando apareció un sujeto realmente gigante que de un sólo golpe lo dejo aturdido, tendido en el suelo.

- ¿Lo matamos?- Pregunto uno de ellos a los otros

- No, hay que divertimos con él- Sugirió otro- al fin de cuentas nadie se molestará en defenderlo y no tenemos que ser cuidadosos con él

- Qué buena idea- Secundo otro tipo con una sonrisa maliciosa

Todos empezaron a reír.

....

Gintoki se había quedado unos días en la posada de la ciudad. Aquella tarde había salido a beber cuando se encontró a un grupo de maleantes atacando a una joven. Al percatarse de sus malas intenciones, Gintoki se acercó a ellos.

- ¿Qué creen que hacen, malditos? ¿Pretenden atacar a esa joven? ¡Váyanse a comprar unos videos para adultos si quieren liberarse de algún modo, idiotas!- Les gritó- Al menos que quieran que les corte la cabeza y con eso me refiero a la única que tienen allá bajo- Desenvainó su katana mientras los miraba serio

- ¡¿Qué dices estúpido?! ¡No es ninguna joven damisela a la que debas salvar!- El hombre tomo a Hijikata del cabello y lo alzo para que el peliplateado lo viera y entonces lo lanzó de nuevo al suelo- ¡Así que vete de aquí!

Gintoki alzó las cejas, ¡Conocía ese rostro! ¡Era el ponytail de la otra vez! Aún así, no le agradaba verlo así de lastimado, así que pateó al maleante y abrazó a Hijikata con un brazo. Empuñó la katana y la llevó a la garganta del bandido

- ¡DIJE QUE FUERA!

- ¡Es mejor irnos!

- A la mierda... Igual, no vale la pena

Todos se fueron corriendo. Después de todo, eran unos cobardes.

- Oi...- Hablo en voz baja el peliverde oscuro- tú eres.. el pervertido de la otra vez...- Entonces cayó desmayado

Era normal, lo habían golpeado hasta casi matarlo.

Gintoki no tuvo tiempo para contestar, el chico ya se había desmayado. Cargó al joven y lo llevó hacia su habitación en la posada. Una vez allí, lo acostó en la cama, lo desvistió (aunque le costó mucho esfuerzo para controlarse y no atacar al chico) sanó sus heridas y lo vendó.

....

Una hora después, Gintoki se acercaba a la cama de Hijikata con una sopa que había preparado él mismo.

Después de haber estado inconsciente, por fin comenzaba a despertar. El ojiazul se dio cuenta que sus heridas habían sido curadas y ya no se sentía tan cansado. Al alzar la mirada vio a aquel pervertido del lago.

- Oh, eres tú... ¿Tú... Me salvaste?- Pregunto confundido

- Sí... Nadie se merece ser atacado por sabandijas como esas- Le extiende la sopa - Ten, lo hice con los ingredientes que quedaron en la nevera- Le sonrió dulcemente

- G-gracias...- Tomo lo sopa y sorbió. Sabía bien- Y sobre lo que dijiste, tú intentaste aprovecharte de mi... ¿No crees que es un poco hipócrita de tu parte decir eso?- Pregunta seriamente, mirándolo muy mal

- ¿E-eh?- Se rascó la nuca-Supongo que no soy quien para hablar, pero como ya te dije sería un encuentro de disfrute mutuo, precioso- Ke guiñó- Pero, no te preocupes no me aprovecho de personas heridas... Así que puedes quedarte aquí hasta que te mejores, no me aprovecharé de ti

- G-gracias- Agradeció la amabilidad con un asentimiento- ¿Cuál es tu nombre?

- Sakata Gintoki, ¿Y el tuyo?

- Hijikata Toshiro

Luego de la presentación, ninguno volvió a hablar y Toshi terminó de comer.

En cuanto Gintoki iba a levantar el plato, Hijikata aprovechó y lo jalo del brazo para darle un beso en la mejilla

- Eso fue... por haberme salvado- Le dijo refiriéndose al porque del beso

Un leve rubor apareció en su rostro y el albino se llevó la mano a la mejilla, en la que había recibido el beso.

-Vaya, un beso de una belleza como tú es suficiente pago pero para la próxima puede ser en los labios- Le guiñó- Ahora descansa, yo iré a comprar más ingredientes para la cena de la tarde

- Idiota

Refunfuño y se dio la vuelta para descansar un poco más, pensando en que si el chico no fuera tan lanzado, incluso le hubiera dado un oportunidad al menos de conocerse, pero era un pervertido.

....

Más tarde, Gintoki se encontraba leyendo la Jump cuando observó como Hijikata abría los ojos.

- Hey, estás despierto, bella durmiente. Encontré este póster en las calles ¿Eres tú?- Le mostró el folleto con la foto de Hijikata- al parecer eres un alborotador, Hijikata-kun

- Si, lo soy... ¿Vas a entregarme?- Pregunto un tanto inseguro ahora

Sabía que algunos dojos querían su cabeza.

- No, no me importan tonterías como esas... Nadie es totalmente santo en esta vida- Comentó pues el mismo no era alguien respetable- Bien, ahora déjame ver tus heridas- Gintoki abrió el kimono del joven y observó que las vendas aún estaban ensangrentadas- Hmm... Deberás quedarte por algunos días más

- Si, eso mismo pensé y... Tengo una pregunta... ¿Realmente ibas a querer algo sexual conmigo? Digo, me confundiste con una chica, cualquiera pensaría que en cuanto te dieras cuenta que era un chico, te irías, pero no lo hiciste

- Pues, digamos que me gustan con cabello oscuro lizo y gruñonas, y tú... cumplías con todos los requisitos. Me atrevo a decir, que incluso eres más bello que cualquier mujer que he visto en mi vida- Confesó

- ¿Hablas en serio?- Lo miro incrédulo

- Me gustan los retos, Hijikata-kun- Le dirigió una sonrisa atrevida

- Eres alguien extraño, pero... gracias por el cumplido, eso creo

- Por supuesto que es un cumplido, mereces que alguien te haga saber lo hermoso que eres

Hijikata se sonrojo y se inclinó hacia adelante y se atrevió a darle un beso de piquito en los labios al albino.

- Gracias por decirme eso. Nadie me había dicho algo amable, no desde que mi mamá murió y me aleje de mi hermano, así que muchas gracias

Gintoki alzó las cejas al sentir el suave contacto de los labios.

- No debes agradecerme, Toshi, es la verdad...- Se llevó la mano a los labios- No deberías provocarme de esa manera- Se puso de pie y le dio la espalda- No soy tan amable como crees- Dicho esto se marchó hacia la cocina

- ¿Ah?- Lo miro extrañado al verlo irse a la cocina- "En serio es alguien muy raro"












Continuará...

Un Encuentro Que Salió MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora