¡Volviste!

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Semanas después, Gintoki regresó al pequeño pueblo. El viaje había sido duro, sin embargo, lo único en lo que pensaba era en su encuentro con Hijikata y esto le daba una fuerza capaz de resistirlo todo.

Al llegar a la posada, vio que fuera de está, sentado debajo de un árbol, se encontraba Toshi. Lucía igual de hermoso que en sus recuerdos. Se acercó a él por la espalda y le tapó los ojos.

—¿Quién soy?- Hizo que su voz sonara más grave

- ¡Suéltame!- Hijikata le dio a ese alguien un codazo pero entonces se dio cuenta que era su amado

—Eso dolió- Gin se llevó la mano al estómago

- ¡Gintoki, eres tú!- Se lanzó a él, abrazándolo y repartiendo besitos por todo su rostro

Gintoki al sentir como era rodeado por los brazos de su pareja y los pequeños besitos que le daba, sonrió 

- Olvide decirte algo... Te amo- Dijo el ojiazul con una sonrisa

—Yo también te amo- Atrapó sus labios en un apasionado beso —Esperé demasiado para esto... Pero tus labios siguen sabiendo igual de bien- Lo miró dulcemente

- Te extrañé mucho- Toshi lo besó de vuelta- oye, ¿Ahora si vamos a hacer lo de tocar el cielo? Espere todo esté tiempo para estar otra vez contigo

— Pensé que nunca me lo pedirías- Gintoki lo cargó en sus brazos y lo llevó hasta su habitación. Una vez allí, lo acostó en la cama y se situó encima de él. Lo beso en sus labios pero se separó al acordarse de algo —Debería bañarme, Toshi. No lo he hecho desde el viaje y debo apestar...

- Entonces te esperaré aquí mismo... no tardes- Le dio un beso más y se sentó en el futón

— Vuelvo dentro de unos minutos- Gintoki se dirigió al baño y volvió dentro de diez minutos. Con el cabello mojado y una toalla, cubriéndole la cintura —¿Empezamos?- Tiró la toalla al suelo

- Si...- Se quitó el kimono y lo lanzó, al igual que su ropa interior- Empezamos

— Heh, estás muy emocionado hoy, Toshi ¿Qué te parece utilizar todas esas energías para darme unos buenos sentones?- Se colocó encima de él y empezó a besar su pecho. Para después dirigirse a sus pezones —Los extrañé tanto- Mordió uno de ellos con suavidad

- ¿Sentones? ¿A q-que te refieres? Ah..- Gimió al sentir la mordida en unos de sus pezones- ah...

— Te enseñaré como hacerlo, honey... Pero primero, debo prepararte- Bajó hasta estar a la altura del orificio de Hijikata e introdujo su lengua allí

- ¡Ah, ah! ¿Q-qué estás...- ¡Ah!- Empezó a jadear y gemir al sentir la lengua del albino en su entrada- ¡Ah, ah... Ah!

Después Gintoki empezó a moverla, simulando estocadas.

- E-espera... Se siente... ¡ah! ¡Se siente diferente... Ah!

Gintoki sonrió al ver la expresión de Hijikata, satisfecho, y continuó con sus acciones hasta que sintió como estaba lo suficientemente lubricado.

— Bien... Ahora- Se acostó en la cama y lo colocó encima de él—Trata de meterlo por tu cuenta

- ¿Meterlo?- Con toda la cara roja por la vergüenza, abrió su orificio anal y así, lentamente introdujo el pene de su amado, pero apenas era la punta y sentía que era demasiado- Ah, ah...ah

Pero al final, Gin le ayudo a qué entrará por completo.

- ¡Aaah!

Gintoki gruñó excitado al sentir como su miembro era envuelto por el estreno interior de Hijikata.

Un Encuentro Que Salió MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora