Gintoki conoce a Hijikata un poco antes del final de la guerra Joui, y como en cualquier inicio de una relación hubo conflicto, pero el amor ganó al final. Se unieron muy jóvenes, casándose y viviendo juntos. Hasta que una noche, llega una inesperad...
Hijikata despertó y sonrió al ver a novio durmiendo a su lado, así que se acercó hacia él y lo besó dulcemente en la frente. Intento levantarse y no pudo, entonces sintió un dolor intenso en sus caderas.
- Arg, demonios...
Al sentir el beso, Gintoki abrió los ojos pesadamente, encontrándose con la figura de Hijikata, notando que necesitaba ayuda para levantarse.
- ¿Necesitas una mano?- Pregunta sonriendo
- Necesito usar el baño
Salió de la cama y cargó a Hijikata en sus brazos, besando suavemente sus labios.
- Buenos días, ¿A dónde se dirige, princesa?- Le dirigió una sonrisa
- ¡N-no soy una princesa!- Reclamo sonrojado
Pero el albino lo ignoro y lo llevo al baño, sentándolo en la taza.
- Arg, me duelen mucho mis caderas, ¿Oodrías esperar a que termine para volver a llevarme en brazos?
- Por supuesto, Toshi. Por cierto, por lo que veo harás del dos- Dijo refiriéndose a la posición- ¿Necesitas ayuda para limpiarte el siempre sucio? Creo que es mi nuevo fetiche- Se llevó la mano al mentón pensativo
- ¿Qué cosas dices, idiota? ¡Claro que no!- Exclamó sonrojado y molestó- ¡Voltéate o sal y te gritó! ¡No me mires!- Dijo tratando de taparse
Gin se rascó la nuca mientras lo veía.
- Está bien, ésta bien. No te pongas así, al final, ya te he visto todo- Se encogió de hombros y se volteó
- Es verdad, pero eso es una cosa y esto es...es... Es otra cosa- Terminó de hacer del dos y se limpio, se inclinó y pudo lavarse las manos- Y-ya termine...
- Heh, buena flexibilidad la tuya. Ahora, vámonos- Lo cargó en su hombro como un saco de papas- ¿Tú aceptar tener sexo matutino conmigo?- Preguntó fingiendo ser un cavernicola
- ¿Eh?!!- Los colores se le subieron al rostro- Y-yo, etto... P-pues si se sintió bien lo de ayer, pero acabo de hacer eso y... Y... Y... Mi flexibilidad no es igual, digo...- Ya se le acababan las excusas
Gintoki soltó una suave carcajada.
- Sólo bromeaba, Toshi
- Gin, hoy... ¿Hoy te irás?- Pregunto Hijikata algo decaído
- Si, tengo que irme pronto- Lo sentó en la cama- ¿No te gustó mi imitación del homosapiens?- Lo miró divertido- Me hubieras dicho que te llegó ese día del mes y te hubiera dejado tranquilo
- C-cállate, y ya que te vas... ¿Porqué no me das un gran beso, para que no te extrañe tanto?- Pregunto sonrojado
- Tus deseos son ordenes, bocchan- Lo tomó por las mejillas y acortó la distancia para después posar sus labios suavemente en los de Hijikata. El beso se tornó poco a poco más apasionado. Gintoki se separó cuando el aire se hizo necesario -¿Te gustó?
- S-si, y... ¿Podrías darme también un masaje en mis caderas?
- Será un placer- Acostó a Hijikata boca abajo y empezó a masajear su cuerpo, empezando desde el hombro, luego la espalda y por último sus caderas a las cuales prestó máxima atención
- Mmm... Se siente bien, muy bien...- Empezó a casi ronronear
- Me alegra que te guste- Fue bajando hasta llegar a su trasero -¿Y aquí? ¿Se siente bien?
- Si, también se siente bien...- Se sonrojo hasta las orejas- entonces... ¿V-vamos a hacerlo?
- Lamentablemente... No, Te dije que no tengo tiempo. Pero antes...- Apartó la sábana y mordió uno de sus glúteos- Ya marqué mi territorio
- ¡Idiota!- Exclamó sonrojado- Entonces... ¿Van a venir por ti o te encontrarás con tus compañeros en otra parte?
- Hmm... Iré a verlos. De seguro el chibisugui se irá sin mí si no voy- Se incorporó para empezar a cambiarse y empacar sus cosas
El ojiazul se sienta sobre el futón, tapándose con la sábana- ¿Quieres que te acompañe?
- Es demasiado peligroso, Toshi. Prefiero que estés aquí, a salvo- Se echó en el brazo su saco y con la otra tomó su espada. Entonces, fue hacia donde se encontraba Hijikata -Toshi... No olvides la promesa que hicimos... No me olvides- Tomó su mano y la beso- Volveré pronto
- Cumpliré mi parte de la promesa, te estaré esperando aquí mismo... en nuestra habitación- Lo tomo de las mejillas y lo besó dulcemente- Vuelve pronto
-Lo haré, Toshi- Cerró los ojos y posó los labios en los de Hijikata como si quisiera grabarse en la mente ese suave tacto
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- Te amo, Toshi- Lo miró dulcemente y después se dirigió a la puerta- No comas demasiada mayonesa mientras no estoy
Entonces se va.
- ¿Qué?- Antes de poder responderle, el albino ya no estaba- Gintoki... Espero no mueras...
....
Durante la guerra Joui
Era de noche, y después de una batalla, los cuatro Joui se encontraban sentados ante una fogata.
- Chicos, ¿Qué tienen pensado hacer cuando acabe todo esto?- Pregunto el pelilargo
- HAHAHAHHAHAHA yo... Quiero ir al espacio... Haré lo que está en mis manos para ayudar a la Tierra. Además, visitaría otros planetas- Explico Tatsuma con emoción ante sus planes
- Oh, no sabía que tenías esos planes, ¿Y tú, Takasugui?
- Tonterías, debemos concentrarnos en derrotar al enemigo. Hoy casi fuimos derrotados- Fue la seca respuesta del más pequeño de los cuatro
- HAHAHAHHAHAHA tan aburrido como siempre... ¿Y tú Kintoki? Escuché que tienes novia
- Maldito, vuelves a decir mal mi nombre y te meto un puñetazo- Se avergonzó ligeramente ante las palabras de su amigo- Zura... Tan chismoso como siempre
- Zura janai Chismoso da
- Pues sí, hice una promesa con él y cuando acabe todo esto nos iremos a vivir felices y formaremos una familia- Sonrió al recordar a Hijikata
Y se preguntó, ¿Qué cara pondría al verlo? ¿Estaría feliz? ¿O acaso lloraría de la emoción?
....
Habían pasado algunos días desde que Gintoki se fue. E Hijikata lo extrañaba mucho.
Estaba en la posada, practicando cocinar algunos platillos para cuando volviera su futuro esposo.
- Me pregunto si estará comiendo bien... Ya quiero que regresé a casa...- Suspiro
Pocos días después Toshi tuvo una pelea, en la cuál conoció al heredero de un dojo. A Kondo Isao. Se quedó unos días en su dojo mientras se recuperaba de sus heridas, Kondo le pidió que se quedara con él en el dojo, pero Hijikata le dijo que no. Él esperaría a su amado.
Hijikata estaba afuera de la posada, sentado bajo un árbol.
