The King.

5

Con mucho sueño aun abrí mis ojos mirando hacia los lados, estaba en una gran habitación, la cama era extremadamente cómoda, no sabía bien dónde me encontraba pero no quería irme nunca o mejor opción era seguir durmiendo, dispuesto a seguir en mi mundo la puerta fue abierta dejando entrar a una señorita beta.

-Príncipe lamento tener que entrar pero ya está el desayuno, la familia real lo está esperando.

-¿Príncipe?.

El sueño desapareció por completo y me senté de golpe en la cama, mierda y más mierda estaba en el palacio, él muy estúpido alfa me había traído acá ¡Podía haberme pagado una noche en algún hotel! Pasaría vergüenza delante de toda la familia real.

-¿Señorita...?

-Lin, príncipe.

-¿Y mi ropa?.

Otro detalle, estaba desnudo y si bien no me molestaba mi desnudes no pondría incómodo a nadie, sabía que nada había sucedido porque sino captaría el olor a miel presente.

-Él joven príncipe ordenó mandarla a lavar y secar, estaban muy mojadas.

-Claro ¿Hay algo seco?.

-Su vestimenta de abajo únicamente.

-Te agradecería de mil amores si me la traes y pedile a ese alfa tonto un suéter, el más grande que tenga.

-¿Al príncipe JooHeon?.

-Si ese.

-Enseguida príncipe.

-Por favor dime Changkyun, no soy un principe.

-Son órdenes del joven JooHeon.

-Me paso por el cu-.

-Le traeré la ropa príncipe.

-Gracias Lin.

Me deje caer mirando el techo nuevamente, tendría que hablar con JooHeon no podía estar dando órdenes como esas sin mi permiso, no era un príncipe, no debía ser llamado como tal.

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-Príncipe Jooheon.

-¿Que pasa Lin?.

-Él príncipe Changkyun me pidió que le pidiera uno de sus suéters, el más grande que tenga.

-¿Él te lo pidió? ¿Seguirá borracho?.

-Sus palabras fueron "pidele a ese alfa tonto un suéter, el más grande que tenga", supuse que se refería a usted.

-Ese niño, te lo traeré.

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-¿Puedo pasar príncipe?.

-Deja de decirme así y pasa Lin.

-Aquí está lo que me pidió, la familia está por sentarse debería apurarse.

-Gracias.

Con ella fuera me vestí lo más rápido que pude, claramente pase por el baño antes para tener una presencia no tan desagradable y una vez listo salí casi cayendo al verla parada frente a mi.

-Lo llevaré al comedor, sígame.

-La próxima avisa, casi me matas del susto.

La seguí por largos pasillos hasta unas grandes puertas, el palacio era en si un lugar muy grande no solo por su tamaño, sus techos altos te lo de mostraban, me sentía tan pequeño en aquel lugar.

-Por favor, pase.

-Gracias.

Tomando una gran bocanada de aire abrí las puerta, en el medio del lugar había una gran mesa larga muy elegante al igual que sus sillas en las cuales toda la familia estaba sentada, me miraban sin entender que hacía ahí y no tarde en sentirme fuera de lugar. Me acerque sentandome en el primer lugar vacío que ví, estaba algo lejos de los demás, era mejor así.