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-Debo admitir que tú show fue divertido, al menos hasta que dijiste aquello.

-Al menos te divertiste un poco.

Intentaba suavizar el ambiente, Kihyun tenía una mirada casi tan fría como la de JooHeon haciendo que me ponga nervioso.

-Lo siento, príncipe.

Y aunque no lo quise mi voz fue baja, estaba avergonzado, él heredero parecía querer matarme y si era sincero conmigo mismo no era lo suficientemente fuerte para soportar todas las cargas que estaba comenzando a tener.

-Sientate y hablemos, JooHeon puedes irte.

-No voy a dejarte solo con Changkyun.

-¿Por qué no?.

-No confío en ti y menos en tu resistencia.

-¿Resistencia en que?.

-JooHeon, puedo controlar mi olor perfectamente, vete.

Su cara fue todo un teatro pero al final solo gruñó y termino por irse.

-¿Puedo saber porque mi hermano no desea dejarte solo?.

-Bueno, no tengo el olor de mi alfa encima y el mío es demaciado fuerte así que supongo que es eso.

-¿Qué tan fuerte es?.

-Similar al de un omega en celo.

-Dijiste que tenías alfa ¿Porqué no llevas marca?.

-Decidíamos esperar.

Decidí no darle mi cuello a alguien que había encontrado a su alma gemela.

-Comprendo, ya que mi madre no lo hizo explícame eso del trono por favor.

-Creí que todos en el palacio conocían la leyenda.

-Si la conozco, pero es diferente, mi madre puede haberte dicho cualquier cosa.

-Oh, supongo que es entendible se veía blanca como el papel cuando llegue.

Al escucharlo reírse sonreí, no se veía un mal alfa y eso ayudaba a mis nervios aunque aun así no era él hombre que quería para casarme y reinar.

-Asi es ella.

-Kihyun... Si ella no quiere darme el trono de esa forma debo casarme contigo.

-¡¿Qué?!.

-B-bueno, verás eso es lo que hablaron mi lobo y tú madre.

Me removí incómodo en mi silla, su voz de mando era dura, había logrado asustarme.

-Es una maldita locura.

-Yo tampoco deseo casarme, pero no seas tan duro.

Hice un pequeño puchero, sabía que no era lo mejor del mundo casarse con alguien que apenas y conoces pero tampoco debía tener esa reacción estaba en frente suyo, Shan y yo podíamos ser algo sensibles cuando se trataba de nuestro aspecto ante los otros alfas y omegas.

-Lo siento, Changkyun, no quiero perder mi trono pero tampoco quiero casarme espero se entienda.

-Lo entiendo, habla con tú madre y vean que hacen no me quedan muchos días en Corea.

-¿A qué te refieres?.

-Vine por estudios, no vacaciones, debo volver a casa hablar con mis padres y supongo que después venir nuevamente.

-¿Tú realmente quieres gobernar?.

-Siempre ame la idea de ayudar a los demás, de llegar a un alto poder y cambiar todo para bien no perderé la oportunidad de hacerlo.

The King.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora