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Al fin había llegado a la fiesta.Ya eran más de las once y media, pero como dicen, la noche es joven.

La verdad es que Lía tenía razón, la música e escuchaba desde lejos.

Subí las escaleras del porche y la puerta estaba abierta, así que no me hacía falta picar o algo para entrar.

Cuerpos bailando, gente besándose, amigos riéndose.

La fiesta era basicamente eso.

Empecé a buscar a mi amiga, que se supone que debería estar por alguna parte de la casa.

Tras estar un par de minutos andando y buscando su pelo rubio entre la muchedumbre, y después de que casi me tiraran un vaso de whisky en la ropa también, la encontré bailando con un chico.

-¡Lía!-Empecé a gritar por encima de la ruidosa música.Mi amiga entre puta y retrasada, también es sorda, parece ser.

-¡Lía, joder!-Repetí esta vez más alto.Pues nada.La tía si podía estar restregándose contra un desconocido, sí, pero luego escuchar a su mejor amiga que ya había llegado, eso era más complicado.

Me acerqué mas a la 'pareja', si así se puede llamar, porque seguro que ni sabían como se llamaban.

Le dí un manotazo en el hombro a Lía, y ella me miró con cara de pocos amigos.

Luego, a ver que era yo, sonrió.

-¡Anda Jade!-Se giró hacia mí, olvidándose del chico con el que estaba bailando.-No te había visto entrar en la casa.Menos mal que has llegado.-Sonrió otra vez.

-Claro que no me has visto, te estabas restregando contra este-señalé al sujeto, que se encogió de hombros y se fué, seguramente porque se aburría.

-¡Eh!Lo has espantado.¿Ahora con quién se supone que voy a bailar yo?-Hizo un puchero mientras que yo giraba los ojos.

-Vamos a tomar una copa.-Le dije acercándome más a ella y elevando la voz.Habían cambiado la canción por otra que yo nunca había escuchado en la vida, pero parecía que la gente se la sabía de memoria.

Pasamos entre la gente hasta la barra improvisada, porque seamos sinceros, que mierda era esa.

No se parecía ni de lejos a la barra de la discoteca a la que íbamos siempre Lía y yo.

Pero ya no vamos tan a menudo.

La última vez nos pusimos a bailar la Macarena en medio de la pista y, como estábamos medio borrachas, empujamos a un tío y calló al suelo, haciéndo que la gente que estaba bailando no se diera cuenta y empezaran a bailar encima de su cara.

Se rompió el brazo, y no nos dejan entrar en ese establecimiento por un tiempo.

Aunque mereció la pena.Nos reímos mucho ese día, lo pasamos muy bien.

Lía pidió por nosotras un vaso de algo raro para cada una.

Cuando nos trajeron los vasos empezamos a entablar una conversación que no tenía sentido, pero eso nos daba un poco igual en ese momento.

-¿Quién era el tío con el que estabas bailando?

-Bueno...-se lo pensó-Creo que se llamaba Denis, o algo así.No me acuerdo bien cuando me dijo su nombre.-Se rió.No estaba ebria, pero tampoco sobria.

-Ah.-Bebí otro trago de mi bebida.No tenía nada que comentar.Me había equivocado antes cuando pensé que no se sabía su nombre.Punto para Lía.

Me estaba contando una historia que me importaba una mierda, y por eso mismo no estaba escuchando.Cuando me vibró el móvil.

-...y yo le dije que sí...claro...¿cómo decirle que no a ese chaval?Estaba como un queso...-Seguió contando mientras yo sacaba mi aparato de mi bolsillo del pantalón.

Lo desbloqueé y leí.

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